México
La ciudad y sus habitantes en riesgo
A los gobernantes les encanta utilizar en sus discursos el concepto desarrollo sustentable
Si la sustentabilidad fuera la orientación entonces la clase en el poder no estaría afanada en modificar los usos de suelo (en la ciudad y el campo), o en violar las leyes que reconocen las Áreas Naturales Protegidas para permitir que el capital inmobiliario (Urbi, Geo, Grupo Guadalajara, Familia Herrejon, Vázquez Aldana, Daniel Ituarte, Familia Leaño, incluso hasta Lorena Ochoa, entre otros) siga construyendo donde lo prohíben los Planes de ordenamiento territorial y lo reitera el sentido común.
Esta forma de “desarrollar sustentablemente” al campo y a la ciudad, dictada por el capital inmobiliario, nos ha llevado al punto del colapso. Erróneamente suponemos que los riesgos mayores se localizan justo en las zonas industriales o de la periferia de la ciudad. Veamos un ejemplo que dice lo contrario y con ello cerramos esta serie de aproximaciones a los riesgos cotidianos en los que nos coloca la dupla gobierno-capital.
En la colonia Moderna y el barrio de San Antonio donde habitan alrededor de 10 mil personas, un grupo de vecinos hizo el siguiente reconocimiento. “Si se toma como referencia la industria química DIBA que se encuentra en la calle Fermín Riestras, entre Enrique Díaz de León y Escorza, y se traza un radio de 500 metros a la redonda, en ese espacio existen seis gasolineras; 10 talleres mecánicos, dos de ellos con cámaras de laminado y pintura que utilizan solventes; dos fábricas químico-farmaceúticas; una de neón y tres o cuatro almacenes de pintura que pueden conducir fácilmente a reacciones toxicológicas. No se tiene la seguridad de que ya no circulen gas o hidrocarburos por las tuberías subterráneas de PEMEX que cruzan la colonia y el barrio”.
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