México

‘‘La Barbie’’ y la guerra

¿Sirve o no sirve esta detención, la muerte de Nacho Coronel, la decapitación de los cárteles?

La detención del narcotraficante conocido como “La Barbie” pone sobre la mesa la necesidad de evaluar la política del Estado mexicano contra el tráfico de drogas, sin prejuicios, sin anticalderonismos y con imaginación. ¿Sirve o no sirve esta detención, la muerte de Nacho Coronel, la decapitación de los cárteles?

La mayoría de los informes que se hacen en el mundo sobre combate a las drogas parece inclinarse por una respuesta afirmativa. Strategic Forecast, una página de inteligencia en temas de seguridad y política, publicó ayer una condensada explicación de las razones por las cuales la detención de “La Barbie” es una buena noticia para México: porque es una fuente de información invaluable para el Gobierno mexicano y porque debilita estructuras poderosas de uno de los principales cárteles del país.

Sin embargo, el costo ha sido altísimo: 28 mil muertos, 40 mil detenidos, una centena de deportados, invasión de armas en la vida cotidiana, siete mil millones de dólares destinados a la guerra, pérdidas de dinero y tranquilidad en Juárez, Cuernavaca, Monterrey, etc. Por eso hay voces que recuerdan que el combate al tráfico tiene su origen en un esfuerzo por mantener a la sociedad segura, más que en una lógica de acabar con un enemigo que se dedica al comercio. Héctor Aguilar Camín, por ejemplo, propone “un pacto tácito de tolerancia a quien ejerce el tráfico sin afectar con otros crímenes a la sociedad”. En resumen, el escritor sugiere cambiar el énfasis y perseguir los delitos de homicidio y secuestro, más que el comercio. Otras voces han dicho lo mismo con detalles incluso más incómodos, como pensar en dejar el problema de la introducción de la droga a Estados Unidos y legalizar el comercio en México, para que éste sea sólo un lugar de tránsito y no el espacio del problema.

Esa postura suena interesante. Los datos que se oponen a ella, como los reportados por la Oficina de las Naciones Unidas para el Crimen y la Droga (UNODC, por sus siglas en inglés), tienen algunos puntos débiles. La UNODC señala que el tráfico es en sí mismo desestabilizador en los países de tránsito, principalmente por los millonarios recursos de los que se hacen los narcotraficantes para corromper a la autoridad y retar a la propia estructura del Estado. En términos politológicos, el narcotráfico es un enemigo anti-sistema. Pero eso sucede, según el propio reporte, en países con sistemas políticos vulnerables.

¡Uf!, no alcanza el espacio para hilar las ideas, pero intento concluir: la detención de “La Barbie” se inscribe en un contexto de combate al narcotráfico que sí se tiene que dar, debido a la naturaleza desestabilizadora de éste. Es una acción relevante y positiva en esa lógica, pero dado el costo en vidas y recursos, hay otras estrategias por explorar. Si la estructura institucional del sistema político mexicano es lo suficientemente sólida, quizá sea posible acabar con la lógica de la guerra y sus costosos efectos colaterales.
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