México
Joven enferma conmueve al Papa al cantar 'Ave María'
El Pontífice no pudo contener las lágrimas al escuchar a la jovencita de 15 años en el Hospital Infantil 'Federico Gómez'
Papa Francisco te quiere todo el mundo!, cuando el canto de una jovencita de 15 años conmovió al pontífice, quien la escuchó atento entonar el Ave María.
A las 17:00 horas, el Papa Francisco arribó al hospital en donde su sola presencia provocó alegría y júbilo. Ahí, el líder religioso se tomó su tiempo: tuvo un abrazo y una bendición para cada uno de los 38 infantes que lo recibieron en el vestíbulo del auditorio Jesús Kumate, a quienes les pidió "oren por mí".
La esposa del Presidente Enrique Peña Nieto, Angélica Rivera de Peña, anfitriona en esta visita, conmovida por las escenas de amor entre los niños y el jerarca de la Iglesia Católica, esperó a que su invitado les diera la bendición y les obsequiara un rosario.
"Es un privilegio poder recibirlo, nos llena a todos con su amor y caridad. Los niños de México le abren con alegría su corazón y reciben con su presencia las virtudes de la fe y la esperanza.
Su Santidad, quiero que sepa que aquí siempre será bienvenido. Tenga la seguridad de que vamos a rezar para que Dios le siga dando la luz y la fortaleza que con gran humildad nos ha mostrado y que tantas enseñanzas nos ha brindado.
"Usted es grande por lo que dice, pero es mucho más grande por lo que hace. Su mensaje de amor y de paz es para todos. Por todo esto, desde el fondo del alma y llenos de alegría le decimos: ¡muchas, muchísimas gracias por acompañarnos!", le expresó.
Luego se hizo un silencio para escuchar las palabras del pontífice, que resonaron en las torres de la institución médica, donde pacientes y visitantes estuvieron atentos al mensaje.
"Quiero pedir a Dios que bendiga a todas las personas que trabajan en esta casa para la recuperación de los niños, porque no sólo con medicamentos se recupera la salud, sino también con cariño, que es muy importante para sanar".
"Es tan importante una caricia y una palabra de aliento para recuperar la salud", sostuvo luego de haber aplicado una vacuna contra la polio al niño josé Rodrigo López, quien a su vez le regaló un dibujo.
Convocó a los niños a cerrar los ojos y pedir a Dios desde su corazón lo que quisieran y se oyeron murmullos de los infantes diciendo "queremos salud".
Además de Angélica Rivera de Peña, esperaban al Papa el doctor José Narro Robles y el director del nosocomio, José Alberto García Aranda, así como miembros del Patronato del Hospital.
Minutos después de que habló en el vestíbulo del auditorio, inició el recorrido por el área de hospitalización, donde los niños olvidaron por un momento su enfermedad y la emoción los hizo brincar de gusto al ver a Francisco entrar por las puertas de cristal y donde los gritos de ¡yo primero!, ¡yo primero!, ¡aquí estoy!
Los rostros de los doctores, enfermeras, no disimulaban la emoción de ver de cerca al Santo Padre.
Las lágrimas empezaron a brotar en algunas mejillas, el Papa Francisco había entrado al área de quimioterapia, en donde con gritos de alegría de quienes en el blanco del Papa Francisco veían una nueva esperanza de vida.
¡Papa Francisco te queremos! Era el grito recurrente durante su trayecto por el área de hospitalización y quimioterapia, donde el pontífice, no omitió a ninguno su saludo, los acarició, les dijo que los admiraba por su fortaleza y le dio su bendición.
Al entrar a la ludoteca, los niños Luz Elena Fuentes Mendoza y Lázaro Trejo Solís, lo esperaban y juntos tocaron la campana que se encuentra en el centro del salón, lo que significa que fueron dados de alta, salen sanos, libraron el cáncer.
Previo a llegar a la Ludoteca la pequeña Alexia Garduño Aladro, quien padece osteosarcoma, le dijo al Papa que le quería dar un regalo y el pontífice se emocionó al oír la voz de la jovencita que entonó el Ave María, situación que conmovió a la señora Rivera de Peña, quien no pudo contener sus lágrimas.
El jerarca de la Iglesia Católica donó al nosocomio un cuadro de una madre abrazando a su hijo.
CIUDAD DE MÉXICO (14/FEB/2016).- Durante el recibimiento en el Hospital Infantil de México "Federico Gómez", niños enfermos de cáncer extendían sus brazos al grito de !
A las 17:00 horas, el Papa Francisco arribó al hospital en donde su sola presencia provocó alegría y júbilo. Ahí, el líder religioso se tomó su tiempo: tuvo un abrazo y una bendición para cada uno de los 38 infantes que lo recibieron en el vestíbulo del auditorio Jesús Kumate, a quienes les pidió "oren por mí".
La esposa del Presidente Enrique Peña Nieto, Angélica Rivera de Peña, anfitriona en esta visita, conmovida por las escenas de amor entre los niños y el jerarca de la Iglesia Católica, esperó a que su invitado les diera la bendición y les obsequiara un rosario.
"Es un privilegio poder recibirlo, nos llena a todos con su amor y caridad. Los niños de México le abren con alegría su corazón y reciben con su presencia las virtudes de la fe y la esperanza.
Su Santidad, quiero que sepa que aquí siempre será bienvenido. Tenga la seguridad de que vamos a rezar para que Dios le siga dando la luz y la fortaleza que con gran humildad nos ha mostrado y que tantas enseñanzas nos ha brindado.
"Usted es grande por lo que dice, pero es mucho más grande por lo que hace. Su mensaje de amor y de paz es para todos. Por todo esto, desde el fondo del alma y llenos de alegría le decimos: ¡muchas, muchísimas gracias por acompañarnos!", le expresó.
Luego se hizo un silencio para escuchar las palabras del pontífice, que resonaron en las torres de la institución médica, donde pacientes y visitantes estuvieron atentos al mensaje.
"Quiero pedir a Dios que bendiga a todas las personas que trabajan en esta casa para la recuperación de los niños, porque no sólo con medicamentos se recupera la salud, sino también con cariño, que es muy importante para sanar".
"Es tan importante una caricia y una palabra de aliento para recuperar la salud", sostuvo luego de haber aplicado una vacuna contra la polio al niño josé Rodrigo López, quien a su vez le regaló un dibujo.
Convocó a los niños a cerrar los ojos y pedir a Dios desde su corazón lo que quisieran y se oyeron murmullos de los infantes diciendo "queremos salud".
Además de Angélica Rivera de Peña, esperaban al Papa el doctor José Narro Robles y el director del nosocomio, José Alberto García Aranda, así como miembros del Patronato del Hospital.
Minutos después de que habló en el vestíbulo del auditorio, inició el recorrido por el área de hospitalización, donde los niños olvidaron por un momento su enfermedad y la emoción los hizo brincar de gusto al ver a Francisco entrar por las puertas de cristal y donde los gritos de ¡yo primero!, ¡yo primero!, ¡aquí estoy!
Los rostros de los doctores, enfermeras, no disimulaban la emoción de ver de cerca al Santo Padre.
Las lágrimas empezaron a brotar en algunas mejillas, el Papa Francisco había entrado al área de quimioterapia, en donde con gritos de alegría de quienes en el blanco del Papa Francisco veían una nueva esperanza de vida.
¡Papa Francisco te queremos! Era el grito recurrente durante su trayecto por el área de hospitalización y quimioterapia, donde el pontífice, no omitió a ninguno su saludo, los acarició, les dijo que los admiraba por su fortaleza y le dio su bendición.
Al entrar a la ludoteca, los niños Luz Elena Fuentes Mendoza y Lázaro Trejo Solís, lo esperaban y juntos tocaron la campana que se encuentra en el centro del salón, lo que significa que fueron dados de alta, salen sanos, libraron el cáncer.
Previo a llegar a la Ludoteca la pequeña Alexia Garduño Aladro, quien padece osteosarcoma, le dijo al Papa que le quería dar un regalo y el pontífice se emocionó al oír la voz de la jovencita que entonó el Ave María, situación que conmovió a la señora Rivera de Peña, quien no pudo contener sus lágrimas.
El jerarca de la Iglesia Católica donó al nosocomio un cuadro de una madre abrazando a su hijo.
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