México
De madre a madre…
Buena sería que LOS DERECHOS HUMANOS FUERAN PARA LOS HUMANOS DERECHOS, con todo y que si bien una madre es para mil hijos
O también, debo decirlo, por circunstancias mismas de la vida cuando la muerte las ha dejado en la viudez. Esto, a no dudar, obliga a muchas progenitoras a una total renunciación en afán de sacar adelante a la familia por consecuencia de la ausencia del varón.
Hace poco, madres de pandilleros encarcelados, realizaron una manifestación exigiendo los “derechos” de sus hijos… Vendría luego la justa respuesta de otra madre ciudadana hacia la otra que protestaba: “Vi tú enérgica protesta por la televisión, en la reciente manifestación a favor de la reagrupación de presos y su trasferencia a cárceles cercanas a sus familiares, y con prestaciones mejores”.
“Vi como te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo, y lo que económicamente te supone a ti el ir a visitarlo… Vi la cobertura mediática que dedicaron a la manifestación, como el apoyo que tuviste de otras madres en la misma situación, como el respaldo de organizaciones pastorales, sindicatos populistas y entidades defendiendo los derechos humanos, etc, etc…”
“Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación porque la distancia que me separa de mi hijo es enorme…”
“Trabajando mucho y ganando poco, padezco las dificultades y los gastos que tengo para ir a visitarlo. Con sacrificios solo puedo hacerlo los domingos porque trabajo incluyendo los sábados para el sustento y educación del resto de la familia…”
“Si no me reconoces, soy la madre de aquel joven que yendo al trabajo con cuyo salario me ayudaba a criar y enviar a la escuela a sus hermanos menores, fue asaltado y asesinado a balazos disparados por tú hijo…”
“En tú próxima visita al tuyo, cuando lo estés abrazando y besando en la cárcel, yo estaré visitando al mío y dejándole unas flores en su tumba del cementerio…”
“Por cierto, ganando poco y sosteniendo la economía de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá durmiendo en un colchón y comiendo todos los días. Vamos, que seguiré sosteniendo a tu hijo delincuente y asesino”.
“Ni a mi casa, ni en el panteón vino nunca ningún representante de las organizaciones que te apoyan con tanta solidaridad, para decirme unas palabras de aliento y darme apoyo…”
“Ni siquiera para decirme cuáles son ¡Mis derechos..!”
Y… PENSÁNDOLO BIEN.
Y… PENSÁNDOLO BIEN, buena sería que LOS DERECHOS HUMANOS FUERAN PARA LOS HUMANOS DERECHOS, con todo y que si bien una madre es para mil hijos… A veces mil hijos no lo son para una madre...
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