México
Confirman a Wayne como embajador en México
La confirmación se produjo al final de una jornada tumultuosa mediante la aprobación senatorial en bloque de varias nominaciones
Estados Unidos confirmó este martes a Earl Anthony Wayne como nuevo embajador en México.
La confirmación de Wayne, en uno de los más breves procesos de ratificación, se produjo al final de una jornada tumultuosa mediante la aprobación senatorial en bloque de varias nominaciones.
Fuentes en el Senado aseguraron que, durante la tarde se sostuvieron conversaciones para explorar posibles objeciones a la confirmación de Wayne y otros embajadores. Al no presentarse ninguna objeción de la minoría republicana, la confirmación se realizó mediante un voto de voz.
Hace casi dos meses la Casa Blanca hacía oficial la designación de Wayne como su nuevo candidato a la representación en México y hace una semana, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos daba su luz verde.
La confirmación en el pleno del Senado de su nombramiento, que ya cuenta con el beneplácito del gobierno mexicano, lo convierte en el relevo oficial del hoy ex embajador Carlos Pascual, quien duró menos de dos años en el cargo tras una serie de desencuentros con el gobierno de Felipe Calderón.
Precisamente, una de las primeras misiones de Anthony Wayne será el de restablecer el ambiente de diálogo y confianza en un momento que resulta crucial para las relaciones de los dos países interesados en profundizar su colaboración en la lucha contra el narcotráfico y la violencia en la frontera común.
Hace apenas dos semanas, Wayne compareció en una audiencia senatorial del comité de Relaciones Exteriores en la que prometió trabajar de forma "solícita y esforzada" en favor de fortalecer las relaciones con México y, además, hacer todo lo posible para evitar que se repitan operativos fallidos como "Rápido y Furioso".
La rápida confirmación en favor de Wayne contrasta con el tortuoso y delicado proceso de confirmación por el que pasó su antecesor en el cargo, Carlos Pascual, cuya designación fue bloqueada durante varias semanas en el Senado, al fragor de la batalla política que se libró en el Congreso de Estados Unidos tras el golpe de Estado en Honduras.
De 61 años, y con más de 35 años de carrera en la diplomacia, Anthony Wayne se convierte así en el "bateador emergente" designado por la Casa Blanca, tras la virtual "expulsión" (según la expresión utilizada por el veterano senador republicano, Richard Lugar) del hoy ex embajador, Carlos Pascual, quien ha sido designado como enviado especial para Asuntos Energéticos del Departamento de Estado.
Hace apenas dos semanas, Wayne intercambiaba unas cuantas frases en español con periodistas mexicanos que cubrieron su primera audiencia, mientras cruzaba los dedos y hacía votos porque su confirmación avanzara "lo más rápido posible".
Durante esa audiencia, Wayne adelantó que una de sus primeras tareas será buscar el consenso con los más importantes interlocutores políticos y sociales de México en torno a la lucha que libra el gobierno contra los cárteles de la droga y que, desde su punto de vista, no puede frenarse o dar marcha atrás, independientemente de quien resulte ganador en las elecciones presidenciales de 2012.
Además, se comprometió a hacer valer la autoridad del jefe de misión, para evitar así que se repitan operativos como el de "Rápido y Furioso", un esquema de trasiego ilegal de armamento que permitió el paso de dos mil armas de grueso calibre que fueron a parar a los cárteles de la droga, principalmente, al cartel de Sinaloa, según el testimonio ofrecido el pasado 26 de julio ante el Congreso por el agregado de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Exlosivos (ATF) en México, Carlos Canino.
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (02/AGO/2011).- El Senado de
La confirmación de Wayne, en uno de los más breves procesos de ratificación, se produjo al final de una jornada tumultuosa mediante la aprobación senatorial en bloque de varias nominaciones.
Fuentes en el Senado aseguraron que, durante la tarde se sostuvieron conversaciones para explorar posibles objeciones a la confirmación de Wayne y otros embajadores. Al no presentarse ninguna objeción de la minoría republicana, la confirmación se realizó mediante un voto de voz.
Hace casi dos meses la Casa Blanca hacía oficial la designación de Wayne como su nuevo candidato a la representación en México y hace una semana, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos daba su luz verde.
La confirmación en el pleno del Senado de su nombramiento, que ya cuenta con el beneplácito del gobierno mexicano, lo convierte en el relevo oficial del hoy ex embajador Carlos Pascual, quien duró menos de dos años en el cargo tras una serie de desencuentros con el gobierno de Felipe Calderón.
Precisamente, una de las primeras misiones de Anthony Wayne será el de restablecer el ambiente de diálogo y confianza en un momento que resulta crucial para las relaciones de los dos países interesados en profundizar su colaboración en la lucha contra el narcotráfico y la violencia en la frontera común.
Hace apenas dos semanas, Wayne compareció en una audiencia senatorial del comité de Relaciones Exteriores en la que prometió trabajar de forma "solícita y esforzada" en favor de fortalecer las relaciones con México y, además, hacer todo lo posible para evitar que se repitan operativos fallidos como "Rápido y Furioso".
La rápida confirmación en favor de Wayne contrasta con el tortuoso y delicado proceso de confirmación por el que pasó su antecesor en el cargo, Carlos Pascual, cuya designación fue bloqueada durante varias semanas en el Senado, al fragor de la batalla política que se libró en el Congreso de Estados Unidos tras el golpe de Estado en Honduras.
De 61 años, y con más de 35 años de carrera en la diplomacia, Anthony Wayne se convierte así en el "bateador emergente" designado por la Casa Blanca, tras la virtual "expulsión" (según la expresión utilizada por el veterano senador republicano, Richard Lugar) del hoy ex embajador, Carlos Pascual, quien ha sido designado como enviado especial para Asuntos Energéticos del Departamento de Estado.
Hace apenas dos semanas, Wayne intercambiaba unas cuantas frases en español con periodistas mexicanos que cubrieron su primera audiencia, mientras cruzaba los dedos y hacía votos porque su confirmación avanzara "lo más rápido posible".
Durante esa audiencia, Wayne adelantó que una de sus primeras tareas será buscar el consenso con los más importantes interlocutores políticos y sociales de México en torno a la lucha que libra el gobierno contra los cárteles de la droga y que, desde su punto de vista, no puede frenarse o dar marcha atrás, independientemente de quien resulte ganador en las elecciones presidenciales de 2012.
Además, se comprometió a hacer valer la autoridad del jefe de misión, para evitar así que se repitan operativos como el de "Rápido y Furioso", un esquema de trasiego ilegal de armamento que permitió el paso de dos mil armas de grueso calibre que fueron a parar a los cárteles de la droga, principalmente, al cartel de Sinaloa, según el testimonio ofrecido el pasado 26 de julio ante el Congreso por el agregado de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Exlosivos (ATF) en México, Carlos Canino.
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