Cultura

Mauricio Cedeño y la resurrección del Teatro María Teresa

Este espacio cultural es uno de los más antiguos de la ciudad, y tras 82 años de permanecer cerrado, en 2020 subió de nuevo su telón 

El 16 de octubre de 2020 marcó un momento crucial en la historia de las artes escénicas en Guadalajara con la reapertura del Teatro María Teresa, un espacio que había permanecido cerrado durante 82 largos años. Este acontecimiento no fue simplemente la revitalización de un edificio histórico, sino la culminación de una lucha personal y profesional encabezada por Mauricio Cedeño, un actor, director y productor que ha dedicado su vida al teatro. 

Bajo su liderazgo, este espacio cultural no sólo reabrió, sino que también se transformó en un refugio para artistas que buscan un espacio libre de las complejidades burocráticas que a menudo obstaculizan el desarrollo de las artes en la región.

Mauricio Cedeño, con una carrera de 36 años en el teatro en Guadalajara y 10 más en la Ciudad de México, se embarcó en la ardua tarea de devolverle la vida al Teatro María Teresa. 

Desde niño, Cedeño encontró su vocación en las artes escénicas, un camino que ha seguido con determinación y pasión. “Me gustaría que me recordaran como alguien que, junto con su familia, rehabilitó un teatro y cumplió el sueño de tener, como buen teatrero, un teatro propio. Eso me parece que es el sueño de todos los que se dedican a esto”, expresa Cedeño con orgullo a EL INFORMADOR.

Su esfuerzo no sólo es un testimonio de su amor por el teatro, sino también de su capacidad para transformar un sueño en realidad, a pesar de los numerosos obstáculos que encontró en su camino.

Desde los siete años, Cedeño comenzó a explorar el mundo de la actuación y el teatro, convirtiendo su juego de infancia en una carrera seria que lo ha llevado a trabajar en producciones tanto en Guadalajara como en la Ciudad de México. Con el paso de los años, Cedeño ha acumulado una vasta experiencia en diferentes aspectos del teatro, desde la dirección hasta la actuación, pasando por la producción y la enseñanza.

 “En estos 36 años de carrera, son incontables las producciones en las que he participado. Hubo años en los que hacía siete cosas a la vez, no por gusto, sino por necesidad de comer”, relata Cedeño. 

Esta versatilidad, aunque agotadora, le ha permitido adquirir un conocimiento profundo de todas las áreas de la producción teatral. “He tenido que meterme en todo, porque no tenía para pagarle a un iluminador o a un vestuarista, así que lo hacía yo mismo”, explica.

A pesar de toda su experiencia, Cedeño admite que su verdadera pasión radica en la dirección. “Dirigir tiene que ver con un asunto más organizacional que creativo. Más allá del productor, que se encarga de que todo esté listo para que funcione, la labor del director es hacer que lo ya está en escena funcione, es construir un universo en tu cabeza y asegurarte de que en el escenario se vea lo más parecido posible, eso me apasiona muchísimo, me encanta. Es construir un universo en tu cabeza y plasmarlo”.

El Teatro María Teresa se ubica en la Calle Cruz Verde 121, Zona Centro, Guadalajara. EL INFORMADOR/H. Figueroa

CRONOLOGÍA

Las inauguraciones del Teatro María Teresa 

1912, comenzó la construcción del teatro, la cual paró por la Revolución Mexicana. Meses después fue inaugurado, pero operó con dificultades y cerró. 

1927, lo iban a inaugura de nuevo, pero tuvieron que cerrar por la Guerra Cristera. Lo vuelven a abrir, pero sin especificar la fecha exacta.

1938, vuelven a cerrarlo tras haber funcionado como cine por algunos años.

2020, bajo la administración de Mauricio Cedeño y su esposa Lupita Ángel, comenzó operaciones el 16 de octubre.

El Teatro María Teresa: un proyecto de resiliencia

La historia del Teatro María Teresa es un ejemplo de cómo la resiliencia y la determinación pueden superar incluso los desafíos más grandes.El teatro, que originalmente iba a reabrir el 26 de marzo de 2020, se vio afectado por la pandemia de COVID-19, truncando los planes de reapertura justo antes de la fecha prevista. “El 13 de marzo, hicimos la bendición y el 14 teníamos un ensayo. El 26 tendríamos la primera función de la obra ‘Viaje de Tres’, pero al día siguiente de la bendición, amanecimos con que teníamos que cerrar”, recuerda Cedeño.

Después de siete meses de incertidumbre, el Teatro María Teresa finalmente reabrió sus puertas el 16 de octubre de 2020. Sin embargo, esta reapertura no fue fácil. “Abrimos con todas las medidas sanitarias, lo que fue carísimo porque teníamos que tener señalamientos, tapete, sanitizar con humo y otras cosas que no teníamos contempladas en el presupuesto”, comparte Cedeño. 

A pesar de estos desafíos, Cedeño y su equipo lograron mantener el teatro en funcionamiento, gracias en gran parte al apoyo de los propietarios del edificio, quienes les ofrecieron una reducción en el alquiler durante los meses más difíciles.

El teatro reabrió con un festival de monólogos llamado “Monología”, adaptándose a las restricciones sanitarias que sólo permitían un máximo de 25 personas en el público. “Nunca habíamos tenido un teatro, así que gracias a la pandemia pudimos aprender con 25 personas, no con 120, el aforo completo. Eso nos sirvió mucho de escuela para ver y aprender logísticamente cómo funciona un teatro”, reflexiona Cedeño.

El teatro cuenta con áreas para degustar platillos y platicar. EL INFORMADOR/J. Urrutia

Retos y satisfacciones de la administración

La administración de un teatro independiente como el María Teresa presenta sus propios desafíos. Aunque el teatro ha sido un negocio noble en muchos sentidos, también ha sido un reto atraer a los grupos locales para que utilicen el espacio. “Todavía no hemos entendido por qué los grupos siguen prefiriendo los teatros institucionales en lugar de los independientes como nosotros”, comenta Cedeño. 

A pesar de este obstáculo, el Teatro María Teresa ha logrado posicionarse como un espacio importante en la comunidad artística de Guadalajara, con más de 700 eventos realizados en sus cuatro años de operación.

Para Mauricio Cedeño, la clave para separar sus roles como director del teatro y como miembro de la comunidad artística ha sido delegar la administración del espacio a su esposa y su cuñada. “Yo no tengo nada que ver con la administración del espacio. Me encargo de lo operativo, pero no de lo administrativo. Esa ha sido una de las fórmulas que han hecho que el teatro pueda seguir adelante”, explica. Este enfoque ha permitido que Cedeño se concentre en los aspectos creativos y operativos del teatro, mientras que el equipo administrativo se encarga de las decisiones financieras y logísticas.

Importancia de la comunidad y el futuro

El éxito del Teatro María Teresa no habría sido posible sin el apoyo de la comunidad artística local, en particular de otros espacios independientes como el Foro Periplo, El Venero y Casa Reforma. “Sin ellos, no estaríamos operando o no estaríamos operando igual. Ellos nos ayudaron muchísimo, y nosotros estamos tratando de hacer lo mismo ayudando a otros espacios que están abriendo”, reconoce Cedeño.

Mirando hacia el futuro, Cedeño y su equipo tienen grandes planes para el Teatro María Teresa. Recientemente realizaron un estudio sobre el funcionamiento y las proyecciones a futuro del teatro, y los resultados son alentadores. “Si en 16 años seguimos operando con los mismos precios del boleto y con 80 personas en el público, el teatro sigue siendo un lugar viable para la comunidad artística”, afirma Cedeño. Además, están explorando nuevas áreas, como el teatro infantil, y planean continuar expandiendo y fortaleciendo la posición del teatro en la escena cultural de Guadalajara.

El Teatro María Teresa ha logrado posicionarse como un espacio importante en la comunidad artística, con más de 700 eventos realizados en sus cuatro años de operación. EL INFORMADOR/H. Figueroa

Apoyos gubernamentales 

La experiencia de Mauricio Cedeño con las administraciones gubernamentales ha sido mixta. Mientras que la administración durante la pandemia fue una pesadilla, Cedeño tiene una opinión positiva de la administración de Lourdes González, secretaria de Cultura de Jalisco.

“Lourdes ha hecho cosas en la cultura que nadie había tocado antes, y es muy doloroso que se tenga que ir”, comenta. Aunque ha recibido algunos apoyos gubernamentales a lo largo de su carrera, Cedeño espera que la próxima administración continúe apoyando a los artistas independientes y a los espacios culturales como el Teatro María Teresa.

En cuanto al impacto de la pandemia, Cedeño reflexiona sobre cómo la crisis sanitaria afectó tanto a su vida profesional como personal. “La pandemia nos enseñó a adaptarnos, a ser resilientes. Nos mostró que incluso en los momentos más oscuros, es posible encontrar formas de seguir adelante”, explica.

Mauricio Cedeño. El actor, director y productor ha dedicado su vida al teatro. EL INFORMADOR/J. Urrutia

Adiós a los escenarios

Después de tantos años en el teatro, Cedeño confiesa que comienza a sentir el peso del agotamiento. “Me siento agotado, desgastado, como una máquina sobrecalentada. Estoy un poco desilusionado. Creo que ya tuve suficiente. Cuando empieza un proceso ya sé qué va a pasar: ensayo, ensayo, estreno; después, todo se repite. Ya no tengo interés. Hace poco conocí a un actor y me decía que lo único que quería hacer en el mundo era actuar y me dio mucho sentimiento porque yo estuve ahí, en ese lugar, pero ya no quiero eso, no sé decir exactamente en qué momento pasó, porque es algo que me viene pasando desde hace cinco años, es una crisis profesional”.

Cedeño admite que no está en contra de las nuevas teatralidades, simplemente no las entiende. “No quiero ser parte de esta gente que hace teatro sólo por ganar dinero, le hace mucho daño al teatro. Prefiero tomar distancia y ya no actuar. He estado rechazando proyectos. Quiero hacer tres más, me di de plazo hasta marzo del 2026 y entonces sí parar, dejar la actuación, me parece que es el tiempo suficiente como para poder cumplir con ese tiempo terminar mis proyectos. Haré cinco funciones más de la obra ‘Escurrimiento y anticoagulantes’, alguna otra cosa y será todo”.

El director también reflexiona sobre las formas de trabajo de las nuevas generaciones. “Estoy seguro que a las generaciones previas a mí les pasó algo similar. Cuando llegué a esta ciudad empecé a hacer teatro musical, había directores que me cuestionaban y no entendían lo que hacía. De pronto voy a ver teatro y no entiendo ni siquiera la historia, o veo ensayos en donde  los actores no respetan al director, entonces me cuesta un poco de trabajo, porque mi formación tiene que ver con mucha disciplina, llegando a la sumisión. A mí cuando me citaban para ensayar llegaba puntual, ahora dicen no puedo, tengo otra cosa, tengo una fiesta, y no entiendo, porque les estás generando trabajo; me cuesta mucho trabajo ver escénicamente las nuevas realidades, las respeto muchísimo, de hecho me encantaría, me da pena no entenderlos porque yo debería de entender ese lenguaje, pero me perdí en el camino”, enfatiza Cedeño.

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