Jalisco

Salvan vidas con uso de la tecnología y capacitación

Hospitales comparten las historias de éxito tras sus intervenciones, principalmente trasplantes o combate del cáncer

GUADALAJARA, JALISCO (20/ENE/2016).- La diferencia entre aprender a vivir con los estragos de una enfermedad, atenderla o erradicarla depende de la destreza que los médicos han desarrollado durante su formación, pero también de las herramientas con las que cuentan.

Con esa idea en mente, las áreas administrativas de las instituciones de salud han invertido en equipo médico de vanguardia. Adicionalmente, la plantilla de doctores está en constante actualización para mejorar su desempeño.

Amparito Vera, Freddy Ochoa y José Pantoja son ejemplo de que la ciencia y la tecnología dan un nuevo panorama a una vida que pudo haberse detenido abruptamente por enfermedades cuya atención demanda una alta especialidad.

El Centro Médico Nacional de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por ejemplo, capacita constantemente a su personal y ha invertido en herramientas clave que hoy lo destacan como referente en trasplantes de riñón. Cuatro mil 217 procedimientos de ese tipo se han practicado entre 2000 y lo que va de 2016.

“Son procesos donde participa un personal multidisciplinario, muchísimas áreas y especialidades en un trabajo que es de equipo, coordinado y ordenado (…) Cuando es una donación multi-orgánica puede haber más de 40 personas en el quirófano”, explica Eduardo González Espinoza, encargado de la división de nefrología y trasplantes.

Las instalaciones y los médicos de los Hospitales Civiles de Guadalajara también son punto de concentración de pacientes de todo el Occidente del país. “Seis de cada 10 cirugías de las que se practican en los Hospitales Civiles son consideradas de alto impacto”, dice Miguel Ángel Zambrano Velarde, subdirector médico del Nuevo Hospital Civil. Anualmente son 22 mil las operaciones realizadas en ese nosocomio. Los trasplantes de médula ósea son un referente a nivel nacional.

Todos los frentes saben que la apuesta está en las tecnologías de última generación. El Hospital San Javier, por su parte, hizo lo propio en la compra de equipos de alta especialidad que lo colocan como pionero en la radiocirugía cerebral sin el uso de bisturí. A través de su equipo Gamma Knife Perfexion, los expertos pueden atender tumores cerebrales con precisión milimétrica usando rayos gamma.

Ese equipo reduce los riesgos de forma importante. Ya atendieron a más de mil pacientes ofreciéndoles una alternativa segura de tratamiento.

HOSPITAL CIVIL

De alta especialidad, la mitad de cirugías


Sin importar el día de la semana, las instalaciones del Hospital Civil “Juan I. Menchaca” muestran una explanada externa abarrotada de personas. Son los familiares de los pacientes que se encuentran en el interior recibiendo tratamiento médico.

Allí, los tiempos de espera son prolongados. Debido a las especialidades, el núcleo médico no sólo es buscado por habitantes de Guadalajara sino de todo el Occidente del país.

De acuerdo con el doctor Héctor Montes Muñoz, jefe de la División de Cirugía del Antiguo Hospital Civil "Fray Antonio Alcalde", sólo en esa área se practican alrededor de 22 mil intervenciones quirúrgicas por año. A éstas se sumarán las que se realizan en divisiones como las de Pediatría y Ginecología.

“Si sumamos el resto de los servicios, hablaríamos de arriba de 26 mil y hasta 30 mil operaciones por año”.

Explica que hay 15 especialidades distintas en su área: anestesiología, artroscopia y medicina deportiva, coloproctología, ortopedia y traumatología, cirugía general, cirugía plástica y reconstructiva, de medicina legal, oftalmología, otorrinolaringología, cirugía de tórax y cardiovascular, urología, trasplantes de órganos, odontología, neurocirugía y oncología. Agrega que de las 20 mil intervenciones, 10 mil de éstas están consideradas en el rango de alta especialidad: donde se encuentran, por ejemplo, los procedimientos cardíacos o las neurocirugías.

Los Hospitales Civiles tienen un servicio de retroalimentación: el Sidevoz. Y a través de este se ha medido una aprobación general de los pacientes por encima del 90%. “De manera concreta, es el 91.84% de los pacientes los que se manifiestan positivamente en relación a como son tratados”.

Las mediciones preliminares ventilan que hay un incremento del 10% anual en la cantidad de procedimientos, por lo menos en los últimos tres años. Hay dos factores, remata, para que esto suceda: el crecimiento demográfico y al acuerdo suscrito con el Seguro Popular.

TESTIMONIOS

Suma más de una década con riñones e hígado “nuevos”

Momentos antes de ingresar a cirugía, Amparo Maricela Vera Arce se despidió de sus hijos. Aceptó su realidad y el riesgo que corría, pues se trataba de una intervención de alta especialidad en la que los doctores no sólo reemplazarían sus riñones, también su hígado.

“¿Cuántas personas salen vivas de eso?”, se preguntó. Su propio marido falleció por insuficiencia renal. Sabía mejor que nadie que había pocas posibilidades de despertar de la anestesia. Así reunió a sus hijos y les dio indicaciones, pero sobre todo les dijo a quiénes acercarse si ya no salía respirando del quirófano.

Los doctores le pidieron que tuviera fe en ellos. Y así fue: era la cuarta ocasión en la que se le presentaba la oportunidad y sabía que “esa era la buena”.

Antes no se pudo porque tuvo complicaciones, por ejemplo, estaba enferma de la garganta, cuenta a la distancia. 11 años han pasado desde que entró al Centro Médico Nacional de Occidente para su trasplante múltiple. Hoy tiene 57, y aunque debe lidiar con diversas dolencias derivadas del lupus que padece, desarrolla su vida con relativa normalidad.

Amparito. Así la conocen en el hospital del IMSS, la institución que le devolvió la calidad de vida y la hizo dejar atrás el cansancio extremo que padecía cuando sus órganos comenzaron a apagarse. “Recuerdo que primero se presentó la insuficiencia renal; después que tenía lupus y al año se presentó la insuficiencia hepática (…) Ya se me estaba dañando la médula ósea”.

Pese a que su piel comenzó a cambiar de tono, a que no podía ocultar sus dolencias físicas y a que todos sus familiares y amigos notaban su salud mermada, “nunca sentí la muerte cerca”.

Su protocolo de trasplante duró dos años y medio. Debido a lo complicado que es encontrar donadores, atendió sus malestares durante ese tiempo con dos sesiones semanales de hemodiálisis. Allí conoció a un nuevo núcleo de amistades: los enfermos de insuficiencia renal y hepática. “La experiencia es muy bonita porque se forma como una familia entre todos los pacientes. Y nos duele mucho cuando alguien fallece”.

Recuerda que el 6 de marzo de 2005, tras despedirse de sus familiares, entró al quirófano y durmió pensando en que despertaría en poco tiempo. El equipo de doctores reforzó esa confianza cuando comenzaron a suministrarle la anestesia. 13 horas más tarde, Amparito abrió los ojos y preguntó si apenas comenzarían o ya habían terminado.

“Todos soltaron la risa, se abrazaron y lloraron. Fue un equipo médico bastante grande… alrededor de 20”.

La disciplina es la clave

Desde que recibió su riñón nuevo, hace ya cuatro décadas, lo ha cuidado mejor que el propio. Así ha logrado romper la expectativa de vida de su injerto y callado a quienes decían que no tendría más hijos después del trasplante. “Tenía dos; ya con mi riñón nuevo tuve tres más”.

José Pantoja Reyes ya no sabe cuántas veces ha aparecido en los medios de comunicación locales. Las cámaras y los micrófonos lo buscan como ejemplo de éxito en las intervenciones de alta especialidad porque él fue la primera persona que trasplantó en Jalisco el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Y es, además, un récord importante para las estadísticas de salud: este próximo 4 de agosto cumplirá 40 años de haber salido del quirófano con una nueva oportunidad de vida.

El IMSS, dice, le ha dado esa satisfacción. Después de padecer de insuficiencia renal y recibir el órgano de su hermana menor, Teresa, regresó a los quirófanos para un trasplante de córnea.

¿Cuál es su secreto? Además de que tuvo 13 donadores potenciales (sus hermanos), y los médicos pudieron elegir una compatibilidad perfecta de entre todos ellos —su hermana Teresa—, don José ha adaptado una rigurosa atención a las instrucciones médicas que recibe.

No hay un solo día de su vida en que haya saltado su horario de medicamentos. Y tampoco lo habrá. “Siempre fui y soy cuidadoso de mi medicamento. Hasta la fecha, porque tiene uno que tomarlo de por vida. A la gran mayoría les pasa que se sienten bien y lo dejan de tomar. Y luego vienen los problemas, (como el) rechazo del riñón, que es muy común”.

Llegó al Hospital Ayala (el CMNO estaba en construcción entonces) cuando tenía 35 años. Este lunes cumplió 76 años, y aunque un accidente le costó la mitad de su pierna, nunca ha perdido la oportunidad de acudir al núcleo médico para platicar con los pacientes de insuficiencia renal.

El consejo principal que les da es que no se “chiqueen” porque eso eventualmente los imposibilita. “La mejor terapia que hay es trabajar o hacer alguna actividad. Los trasplantados luego creen que siguen enfermos (…) No queremos trabajar porque pensamos que todo nos hace daño, y lo peor es que escuchamos eso de todo el mundo y nos creemos lo que nos dicen”.

Hoy se siente “perfectamente bien”. Para ello se ha cuidado, por eso invita a todos los pacientes (trasplantados o no) a que hagan lo propio, pues “sí se puede tener calidad de vida” con un órgano nuevo.

HOSPITAL SAN JAVIER

Apuestan a la precisión milimétrica

La preocupación principal de los médicos oncólogos que tratan a sus pacientes con radioterapia es que los órganos próximos al sitio en el que se encuentra el tumor no resulten dañados con la radiación. Por eso es que establecen intensidades distintas en función del peso, la edad y el tipo de cáncer que se padece.

Sin embargo, para aumentar la efectividad y al mismo tiempo reducir riesgos, en el Hospital San Javier se apuesta por la tecnología de vanguardia, como equipos que garantizan una máxima efectividad en los procesos para combatir cualquier tipo de cáncer.

“Con el acelerador lineal digital Synergy Elekta tenemos electrones que son, por ejemplo, para tratar tumores de la piel. Lo novedoso es que (el equipo) tiene varias energías con fotones (…) Hay pacientes flaquitos y otros gorditos; entonces para que la dosis llegue al tumor como queremos, necesitamos diferentes tipos de energía dependiendo de la profundidad”, expone la oncóloga Johana Garnica Vázquez.

En tiempo real, el acelerador lineal muestra el punto exacto en el que se encuentra el tumor, lo que permite a los médicos darle un “golpe certero” y sin comprometer órganos cercanos.

“Nos ayuda a delimitar y mejorar la dosis a donde queremos llegar, esto sin lesionar los tejidos sanos”.

Con ese equipo se ha logrado dar una oportunidad de vida a los pacientes que ya habían sido desahuciados.

“Recuerdo a una paciente con cáncer de mama que estaba tratada en Los Cabos: le dijeron que tenía un mal diagnóstico y su expectativa de vida era poca, que no había mucho por hacer”.

Derrotada, la paciente decidió viajar a Guadalajara y obtener una segunda opinión. Después de ser tratada en el Hospital San Javier recuperó la movilidad en su brazo izquierdo y la posibilidad de caminar, facultades que había perdido por el avance del cáncer.

“Lo que más nos importa en radiación es dar una dosis homogénea al tumor, y como siempre hay órganos cercanos, lo que más nos interesa es protegerlos. Estas nuevas modalidades eso nos permiten: llegar a dosis muy altas, pero sin dañar los órganos sanos en los pacientes”.

Johana Garnica, quien debe acudir a cursos periódicos de actualización en otras partes del mundo para continuar operando los equipos con que cuenta el hospital, concluye que cada máquina debe ser revisada continuamente con el fin de mantener su óptimo funcionamiento.

Intervención sin un solo corte

El Hospital San Javier ha invertido en tecnología médica de punta tanto para padecimientos de cáncer como afecciones cardiacas. Incluso cuenta con un equipo: el Gamma Knife Perfexion, que permite atender lesiones cerebrales sin necesidad de que se realice un solo corte.

Con el uso de rayos gamma, esa herramienta médica disminuye la probabilidad de una infección o una complicación derivada del uso del bisturí.

“No es necesario realizar incisiones ni trepanaciones y, generalmente, se realiza sólo con aplicación de anestesia local”.

IMSS JALISCO

En 16 años van más de 5 mil trasplantes


Hay razones por las que el Instituto Mexicano del Seguro Social está abarrotado: en un día típico se practican en promedio 444 cirugías en los diferentes hospitales y unidades de atención ambulatoria de Jalisco. Además, cada médico del Instituto da consulta a 20 personas por día.

Contratar el personal para dar abasto a la demanda actual pondría en riesgo otros aspectos; por ejemplo la suficiencia de medicamentos y, por ende, la razón de ser del Instituto.

Así, con el personal con el que se cuenta, la Unidad de Trasplantes ha logrado un total de cinco mil 511 trasplantes entre el año 2000 y los primeros días de este año. Los procedimientos en los que se extirpa un riñón enfermo y se implanta uno en buenas condiciones representan el 76% de ese total. En segundo sitio están los trasplantes de córnea (20%). Le continúan los de hígado (1.5%), de médula ósea (1.1%) y corazón (0.4%).

En ese periodo sólo se han practicado dos intervenciones múltiples de hígado y riñón. Otras cinco cirugías fueron de riñón y páncreas.

Históricamente, los procedimientos de riñón están por arriba en la estadística. Sólo en 2004 se realizaron más operaciones de córnea que renales. En 2015, el IMSS llegó a su máximo histórico en procedimientos de riñón, con 303: prácticamente uno por día.

El encargado de la División de Nefrología y Trasplantes del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente, Eduardo González Espinoza, explica que el periodo de sobrevivencia de los órganos es de aproximadamente 10 años, aunque con un buen cuidado es posible mantenerlo funcionando más tiempo.

“La sobrevida de los injertos es multifactorial y depende de muchas situaciones. Somos el hospital que más trasplantes realizamos no solamente en la República Mexicana sino en América Latina. Y para muestra están los números que logramos el año pasado, superamos todos los números que teníamos en la historia de los trasplantes”.

CLAVES

Saturados

Plantilla.
Hay dos mil médicos en la Delegación Jalisco del IMSS. Cada uno atiende a 20 pacientes en promedio durante su jornada laboral.

Población.
Suman 1.4 millones de cotizantes en el IMSS en Jalisco. En un día habitual, el Instituto practica 444 operaciones por día.

Egresos.
Los Hospitales Civiles de Guadalajara dan de alta en promedio a 77 mil personas por año. Practican alrededor de 37 mil cirugías; de menor y alta especialidad.

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