Jalisco
Rehabilitación de Chapultepec y Vallarta, cara y mal hecha: vecinos
Las obras prolongadas e inconclusas, el auge de bares y cafés por la zona y el desvío de camiones provocaron que los habitantes de las colonias aledañas estén insatisfechos con las acciones del Ayuntamiento
También sirvieron para que los vecinos incrementaran su molestia, pues ya guardaban rencor por el desvío de los camiones a pequeñas calles durante las obras de Avenida Chapultepec, por la construcción ilegal de Horizontes Chapultepec y por la proliferación de bares y cafés que se apoderan de las calles y de las cocheras de los colonos.
El conjunto de estos factores provocó que los habitantes de las colonias, principalmente de La Americana, rechazaran la peatonalización de un tramo de Avenida Chapultepec, ya que no confían en los proyectos que realiza el Ayuntamiento de Guadalajara, y temen que los camiones circulen frente a sus casas.
Y no es que estén contra la rehabilitación de calles y avenidas, sino que piden que se hagan con calidad, que no sean un riesgo para los peatones y que no inviertan cantidades millonarias en obras que “ni se notan”.
Sin embargo, hay algunos usuarios que disfrutan de la nueva vista del camellón, pero no viven por la zona.
Trampas mortales
La rehabilitación de las banquetas de Avenida Vallarta estuvo mal planeada y fue deficiente, porque los azulejos ya están botados o rotos y las jardineras ya están partidas, opina Sandra, quien vive por esta avenida.
Los trabajos fueron “irresponsables”, porque no hubo medidas de seguridad para los transeúntes. “Abrieron los drenajes, dejaron varillas mientras estaban construyendo y no pusieron señalética adecuada. Los que vivimos en mi edificio teníamos que caminar en sentido contrario por plena avenida, para luego poder ingresar a nuestras casas. Fueron más de tres meses muy peligrosos”.
De repente, cercaron toda la banqueta y para llegar era necesario brincar zanjas y “trampas mortales. Estaba muy escandalizada porque justo ese día, una viejita cayó en un hoyo por todos los alambres que colocaron sin ningún orden, ni sentido de la eficiencia… ¿y quién le respondió? Nadie, porque nunca querían decir quién era el encargado de la obra”.
Sandra considera que no valió la pena la inversión, ya que los resultados son mediocres. “Chapultepec sí quedó linda, pero se pudo haber hecho con la mitad de recursos y sin azulejos de pésimo gusto. Pretenden hacer obras vanguardistas, porque viajan a Europa y quieren imitarlo, pero lo hacen de manera pobre, con muchos recursos y con pésima calidad. Las obras no lucen para lo que invirtieron”.
La pasada administración panista del Ayuntamiento de Guadalajara presumió principalmente la rehabilitación del Centro, de las banquetas de Vallarta y del camellón de Chapultepec. “Pero todos los trabajos fueron al vapor, sin ninguna idea del urbanismo y del patrimonio histórico. Nunca podrán tener una ciudad de primer mundo con esos parámetros estéticos: son muy pobres, muy esnob, y nunca toman en cuenta a los ciudadanos. Somos una Guadalajara mal hecha, no hay un proyecto sustentable y unificado”.
Obras innecesarias
Las obras en avenidas Chapultepec y Vallarta no eran necesarias o pudieron haberse hecho con menos recursos, coincide José González, vecino de la colonia Americana.
“El camellón tal vez sí necesitaba rehabilitación, pero no remodelarlo y ampliarlo todo. Es dinero que después les faltó para terminar del otro lado de la avenida, del carril Oriente. Y se pudo haber invertido en otras zonas que a lo mejor lo necesitan más”.
En su opinión, las banquetas de Vallarta fueron un gasto mal planeado porque dejaron “tuti fruti”, es decir, algunas cuadras arregladas y otras no, debido a que en un principio el presupuesto incluía 49 banquetas y finalmente solo alcanzó para 36.
“Es una inversión tonta, de calidad fatal y las obras no están terminadas. Se ve que la presión que les metió el Ayuntamiento para que terminaran, si no, los multaban, generó que todo se hiciera al aventón. Y eso, en unos años, lo pagaremos nosotros, con los impuestos”.
En torno al proyecto de peatonalizar un tramo de Chapultepec, “era una payasada sólo para lucimiento de un personaje llamado Eugenio Arriaga (director de Cultura). Porque este señor piensa que con hacerlo en tres cuadras, recupera espacios públicos. Y no es así de fácil, porque su propuesta generaría problemas de tránsito y movilidad en pequeñas calles aledañas”.
A principios de diciembre, hubo una consulta pública sobre este proyecto y los vecinos lo rechazaron de facto, principalmente por las molestias ya mencionadas.
“Cuando rehabilitaron Chapultepec, los camiones pasaban por calles pequeñas que no eran transitadas, y de repente te atorabas 30 minutos en cuatro cuadras. Eso afectó nuestra calidad de vida y por supuesto que todos rechazaron cerrar permanentemente la avenida”.
También brotó el enojo por la redensificación de la zona, con desarrollos inmobiliarios como Horizontes Chapultepec, que se comenzó a construir violando la normatividad municipal y derribando una finca de valor artístico relevante.
“El municipio anunció que hubo irregularidades cuando ya se había comenzado el primer edificio, y las obras nunca se detuvieron. Eso nos enojó a todos”.
Por otro lado, opina que la supuesta “recuperación de espacios” tiene que ver más con llenar la zona de bares y cafés, que “no están mal, pero están generando un caos vehicular. Los negocios no tienen resuelto el problema del estacionamiento”.
Un ejemplo es la esquina de Libertad y Chapultepec: los cafés y bares (“La Calandria”, “Animé Bar”, “Deli 21” y “La Estación de Lulio”) estacionan los carros en doble fila (por ambas aceras) todo el día y tapan las cocheras de los vecinos diariamente.
“Esto sumado a que el Consulado Americano tiene tomadas siete cuadras, implica que no hay dónde colocar los autos y entonces la recuperación de espacios se convierte en promover el uso del automóvil para ir a los negocios”, dice José González.
Un amigo suyo, que vivía por Libertad y Moscú, tuvo que cambiarse de casa después de que autorizaron bares (“Antena” y “Black Sheep”) debajo de su casa. El ruido era “insoportable”.
Clientes de bares y cafés invaden estacionamientos
Por la calle Libertad siempre ha habido problemas de estacionamiento, ya que el Consulado Americano tiene concesionadas por lo menos siete cuadras. Pero durante esta administración el asunto se agravó, ya que se permitieron más bares y cafés, asegura Lorena.
Todos los días sin excepción, los clientes de los cafés “La Calandria” y “La Estación de Lulio” y del “Animé Bar”, le tapan su cochera. Además, se estacionan en doble o hasta en triple fila todo el día, y nunca hay operativos de la Secretaría de Vialidad o del Ayuntamiento. En contraste, todas las mañanas, a las 6:00 horas, llega una grúa para llevarse a los autos que hayan ocupado espacios del Consulado. “¿Por qué no hacen lo mismo con los que nos invaden nuestras casas todos los días?”.
Opina que los eventos culturales en Chapultepec son propositivos, pero triplica el problema de los automóviles y “todas las noches se vienen a orinar afuera de mi casa y hasta condones dejan afuera de mi puerta. ¿Dónde está el Ayuntamiento para controlar todo esto? Además son eventos muy ruidosos que no dejan dormir”.
TELÓN DE FONDO
El sector comercial, también inconforme
El 2 de octubre, este medio publicó la inconformidad que manifestaron los miembros de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara (Canaco) por las obras de Avenida Vallarta.
El presidente del organismo empresarial, Miguel Alfaro Aranguren, afirmó que ante la multiplicación de las quejas por el prolongado tiempo que llevan los trabajos en las banquetas, no debe ser motivo de mayor tardanza por el reciente cambio de alcalde en el Ayuntamiento de Guadalajara.
El dirigente del gremio de comerciantes dijo reconocer que habrá beneficios con estas obras, pero la demora ha sido motivo de contratiempos para los comerciantes afectados en un año muy difícil, por lo que urge la terminación de estas obras.
Un empleado de un restaurante ubicado frente al templo de La Soledad, en la citada avenida, calificó como inexplicable la forma de organizar estos trabajos, porque “los albañiles sólo picotean en cada calle, sin que se avance en forma rápida, como cuando se hace una obra de un particular”.
Una empleada de una tienda de conveniencia en la misma zona, también comentó que “los albañiles van y vienen sin que se terminen las obras en varios meses”.
La construcción del condominio Horizontes Chapultepec afectó a una finca histórica y de valor artístico.
La proliferación de lugares de esparcimiento y los eventos culturales provocan que los asistentes invadan los estacionamientos de los vecinos.
FRASES
El camellón tal vez sí necesitaba rehabilitación, pero no remodelarlo y ampliarlo todo. Es dinero que después les faltó para terminar del otro lado de la avenida, del carril Oriente. Y se pudo haber invertido en otras zonas que a lo mejor lo necesitan más, José González,
vecino de la colonia Americana.
Todas las noches se vienen a orinar afuera de mi casa y hasta condones dejan afuera de mi puerta. ¿Dónde está el Ayuntamiento para controlar todo esto? Además son eventos muy ruidosos que no dejan dormir, Lorena, vecina de Chapultepec.
Sandra considera que no valió la pena la inversión, ya que los resultados son mediocres. “Chapultepec sí quedó linda, pero se pudo haber hecho con la mitad de recursos y sin azulejos de pésimo gusto. Pretenden hacer obras vanguardistas, porque viajan a Europa y quieren imitarlo, pero lo hacen de manera pobre, con muchos recursos y con pésima calidad. Las obras no lucen para lo que invirtieron”. Sandra, vecina de Avenida Vallarta.
Abrieron los drenajes, dejaron varillas mientras estaban construyendo y no pusieron señalética adecuada. Los que vivimos en mi edificio teníamos que caminar en sentido contrario por plena avenida, para luego poder ingresar a nuestras casas Sandra, vecina de Vallarta.
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