La noche de este viernes, la banda jalisciense Maná ofreció el primero de dos conciertos en el Estadio 3 de Marzo como parte de su gira “México Lindo y Querido”, congregando a 17 mil fanáticos, según cifras de los organizadores. El espectáculo, que celebró más de tres décadas de trayectoria, atrajo a personas de todas las edades, desde adultos mayores hasta jóvenes y niños, quienes comenzaron a ingresar al recinto ubicado en Avenida Patria desde las 19:00 horas.Entre la multitud destacaba Doña Elena Martínez, quien asistió al concierto con sus tres hijos: Marcos, Carlos y Joanna. “Yo estudié en Prepa 5, soy contemporánea a ellos, los sigo desde que eran ‘Sombrero Verde’. Siempre los he seguido y ahora que regresan no podía perdérmelos”, comentó emocionada. Su hijo Carlos añadió: “Desde niños crecí escuchando su música. ¿Cómo no nos iba a gustar? Es la mejor banda de rock de México, pésele a quien le pese”.A las 21:35, las luces del estadio se atenuaron y el público estalló en júbilo cuando comenzó a sonar “Manda una señal”. La batería de Álex González y los efectos pirotécnicos a mitad de la canción dieron inicio a una noche mágica. El tema “De pies a cabeza” fue el siguiente en la lista, manteniendo la energía en lo más alto.“Qué alegría estar esta noche en nuestra bendita Guadalajara. Esta noche de viernecito la vamos a pasar de poca madre. Traemos muchas rolas, traemos todo el arsenal”, expresó Fher, el carismático vocalista, antes de interpretar “Corazón espinado”, tema dedicado a la leyenda Carlos Santana.El escenario, de casi 20 metros de altura, estaba flanqueado por dos pantallas gigantes que capturaban cada movimiento de los músicos, permitiendo a los asistentes más alejados disfrutar de todos los detalles. Fher tomó nuevamente el micrófono para compartir un mensaje con la audiencia: “En la vida siempre hay que compartir, si no, no tiene sentido. Compartir es lo que nos hace felices. Sin embargo, cuando a uno no le gusta compartir los labios, se respeta”. Las palabras sirvieron de introducción para “Labios compartidos”, uno de los momentos más emotivos de la noche.Antes de interpretar “Cuando los ángeles lloran”, la banda invitó al escenario a la brigada “Los Pumas”, un grupo dedicado a combatir los incendios en el Bosque de la Primavera. Fher calificó su labor como “heroica” y destacó que la brigada ha plantado más de 800 mil árboles. El público aplaudió con fervor, reconociendo la importancia de su trabajo.“Alguna vez me fui para Vallarta y un compa me dejó dormir en el tercer piso de su casa. Era la azotea, el cuarto de servicio. Esa noche hacía mucho calor, traía mi guitarra, mi armónica y dos caguamas. Así nació ‘Vivir sin aire’”, relató Fher, provocando risas y ovaciones antes de interpretar el clásico.La velada continuó con temas emblemáticos como “Bendita tu luz”. Fher aprovechó el momento para brindar con el público: “Hoy aquí hay muchos amigos, muchos conocidos. En todos los lugares a los que vamos, en México, Estados Unidos y Europa, siempre decimos que somos de Guadalajara, Jalisco, México. ¡Así que salud por los tapatíos!”. La celebración siguió con “Mariposa traicionera”, “Se me olvidó” y “Oye mi amor”.Luego de un set instrumental en el que Álex González deslumbró con su virtuosismo en la batería, la banda se trasladó a un escenario secundario ubicado en el centro del estadio. Desde allí, ofrecieron versiones acústicas de “Te solté la rienda”, “Te lloré un río”, “El reloj cucú”, “No ha parado de llover” y “Eres mi religión”.El cierre del concierto fue una explosión de nostalgia y energía. Temas como “Me vale”, “En el muelle de San Blas”, “Clavado en un bar” y “Rayando el sol” desataron la euforia de los asistentes, quienes corearon cada palabra, consolidando una noche que quedará grabada en la memoria de los tapatíos.La banda se presenta de nuevo este sábado. CT