Jalisco

Registro Civil, obstáculo en el ejercicio del derecho al nombre: Conapred

Dos de cada 10 mexicanos carecen de acta de nacimiento, lo que limita el estatus de ciudadanía, dice el Conapred

GUADALAJARA, JALISCO (11/MAR/2013).- “El ejercicio del derecho al nombre está indefectiblemente ligado a la posibilidad de acceder al Registro Civil (…) que en México ha tendido a hacerse más rígido, en lugar de flexibilizarse”. Tal es la conclusión a la que llega el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), en su reporte 2012, y que se ve acompañada por datos como que 18 municipios de Jalisco no tienen registrada una oficina de este tipo.

Si bien los datos estadísticos que ofrece dicho análisis muestran un alza en el porcentaje de niños registrados (de 72% en el año 2000, a 80% en 2009), “México aún se encuentra entre los países con mayor subregistro de la región (Latinoamérica), junto con Brasil, Colombia, Nicaragua y República Dominicana; en contraste principalmente con Chile y Argentina, que han logrado 98% de registros de nacimiento”.

El dato cobra relevancia debido a que el nacimiento por sí mismo no garantiza estatus de ciudadanía; el Estado sólo reconoce la personalidad jurídica cuando se tiene un nombre que le dote de particularidad o individualice al recién nacido. Con esta base, el Conapred ventila que en 2009 (el estudio más reciente) 19% de la población mexicana no estaba registrada; esto es, que casi una quinta parte del país estaba limitada frente a este derecho.

En entrevista con el Conapred, el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia, Juan Martín Pérez García, refiere que “aunque el proceso del registro de nacimiento ya no tiene un costo, sí se tiene que pagar el documento que acredita el registro; es decir, las copias. Si se suma a este costo el de traslado por la distancia (…) para llegar a un registro civil (que frecuentemente se encuentra alejado o es de difícil acceso), se aprecia una barrera que enfrentan sobre todo quienes habitan zonas rurales y poseen un patrimonio económico escaso”.

Pero la problemática de acceso al nombre no se circunscribe únicamente al registro del recién nacido. Hay otros sectores de la población que padecen serias trabas para acceder al registro civil y realizar trámites que les permitan, por ejemplo, modificar su acta de nacimiento.

Es el caso de personas de la tercera edad y de comunidades indígenas. El Conapred refiere en su estudio que, al ser una práctica habitual en años pasados el llenado de actas de nacimiento a mano, los errores eran constantes; y hoy, corregir las imperfecciones (tan obvias como adjudicar el sexo masculino a una mujer) demanda hacer frente a la burocracia mexicana.

En las conclusiones de su estudio, publicado en octubre del año pasado, el Conapred defiende que “el nombre, parte fundamental de la identidad, debe poder ser revisado o corregido a través de trámites sencillos para que no se incurra en actos de discriminación relacionados con la identidad sexual o el derecho a utilizar el nombre de preferencia (…) Como su nombre lo indica, se trata de un registro, no de una instancia que toma decisiones en sustitución de las personas”.

Una sola oficina inaugurada en 2012


En Jalisco existen 440 oficinas de Registro Civil, de las cuales sólo una fue inaugurada el año pasado; la nueva unidad está ubicada en Zapopan.

“Si el municipio considera que hace falta una oficina de registro civil, ellos nos hacen la petición para su registro”, explica el director general del Registro Civil de Jalisco, Ricardo Sainz.

También ocurre que los municipios deciden cerrar las unidades de atención por falta de presupuesto, como es el caso de Tonalá, que a lo largo de 2012 llegó a tres.

Aunque es una obligación municipal contar con, como mínimo, una oficina de registro civil, según explica el director general del Registro Civil de Jalisco, Ricardo Sainz, en el directorio estatal no están incluidos 18 comunidades, lo cual no significa la desatención de la población, ya que el presidente municipal podrá desempeñar las funciones de oficial, como lo marca el Artículo 18 de la Ley de Registro Civil del Estado.

Algunas de las comunidades que no están en el directorio web de la dependencia son Teocaltiche, Jesús María, San Miguel El Alto, Mezquitic, Gómez Farías, Chiquilistlán, Tecolotlán, Cocula, Mixtlán, San Martín Hidalgo y  Villa Purificación.

Para el director general del Registro Civil, que las oficinas no estén en el directorio virtual no implica necesariamente que los municipios carezcan de una unidad de atención: “Todos los municipios tienen registro civil, aunque no estén en el directorio”.

En el país hay Códigos Civiles que incluyen medidas correctivas a través de sanciones económicas a quienes no cumplan con registrar a sus hijos, lo que “no es una medida adecuada”, pues además de ser contraproducente porque la cuota sube y es más inaccesible a la familia, es “rediscriminación”, por poner una segunda barrera al derecho, señala Sonia Río.

Añade que “hay que cambiar los Códigos Civiles que establezcan ese tipo de multas; hay que cambiarlo en los congresos locales y hay que facilitarle a las personas el registro, hay que ir a donde están: las zonas rurales, indígenas, donde transitan los migrantes”.

En un marco legal adecuado ni siquiera debe existir una sanción para quien no cumpla con el registro de sus hijos, pues en primera instancia el nombre debe ser un derecho con cobertura total, asegura Sonia Río.

"SANCIONAN NO SOLUCIONA EL PROBLEMA, LO AGUDIZAN"
Multas por niños sin nombre, “rediscriminación”

Tener un nombre ante la ley es un derecho universal, pero no está garantizado para todos los nacidos en México. Esta desigualdad es una forma de discriminación, explica la directora general adjunta de Estudios, Legislación y Políticas Públicas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Sonia Río Freije.

En el país, 20% de la población padece discriminación por desigualdad al acceso a un nombre, según datos del Conapred. El principal rezago está en que para algunos los registros civiles, donde se otorga el acta de nacimiento, son inaccesibles, por ejemplo en las comunidades rurales, indígenas y migrantes o en zonas con desventaja socioeconómica.

“El derecho al nombre es indispensable para la identidad, para existir y para obtener así otros derechos como ir a la escuela o acceder a un trabajo”, comenta la especialista del Conapred.

Además de la discriminación por la desigualdad de acceso al registro civil, hay casos en que el trámite está lejano a los ciudadanos como le ocurre a los grupos indígenas, a las personas que no pueden hacer el gasto, a la comunidad transexual y transgénero.

Para garantizar que los mexicanos tengan un nombre registrado, las autoridades locales tienen en sus manos dos acciones: la primera es colocar este tema en la agenda pública y difundir que existe el derecho a la identidad; y la segunda, acercar el servicio a las personas para quienes es inviable obtenerlo, por ejemplo, con unidades de registro civil móviles.

CRÓNICA
Nunca supo su nombre oficial


No tiene una acta de nacimiento que indique su nombre. Tampoco sabe dónde nació, sus padres nunca le dijeron. Don Nachito, sólo de escuchar que así le decían desde niño sabe que se llama Ignacio. Los apellidos él se los acomoda según el recuerdo que tiene de los de sus papás: Alonso, de padre, y Alvarado, de madre.

Fue durante la Cristiada, el 31 de julio de 1926, cuando nació Nachito. Posiblemente en aquella persecución religiosa quedó su acta de nacimiento, “porque dicen que se quemaron muchos papeles”, relata Don Nachito como quien desea encontrar una explicación.

“Sin acta de nacimiento no puedo ni siquiera decir que soy mexicano. No tengo realidad si nací en Michoacán o nací en Guanajuato, porque mi padre nos trajo a La Barca, Jalisco, y yo apenas me acuerdo”.

Don Nachito nunca tuvo la urgencia del acta hasta 2012, cuando a los 86 años de edad tuvo dificultades para recibir su pensión: le pedían ese documento. Mientras no acredite su nacimiento en este país, sigue sin recibir un peso.

Sergio Villa lleva el proceso legal del paradero de la identidad de Don Nachito. Visitó ya la dirección General del Registro Civil de Guanajuato y tras no encontrar rastro, solicitó una acta de inexistencia.

Sin acta de nacimiento y sin saber su nombre oficial Don Nachito tiene credencial de elector y acta de matrimonio, ¿cómo llegó a estos documentos secundarios sin uno que lo acredite como mexicano? Su experiencia en tiempos pasados le dan la respuesta: “Antes no te andaban pidiendo requisitos de nada”.

De niño nunca necesitó un documento así; no fue a la escuela porque la economía familiar no lo permitió. De adulto, un cura le hizo el favor de darle una acta eclesiástica y esa le sirvió para algunos trámites.

Don Nacho vivió durante años en Estados Unidos. Cuando volvió postergó el trámite porque no quería hacer el gasto.

 Ahora, además de las facilidades de recibir su pensión con una acta de nacimiento en la mano, le preocupa tenerla para que al morir no lo vayan a echar a la fosa común, dice.
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