Jalisco

Obsesión por adelgazar aumenta entre jóvenes

Hombres y mujeres recurren a dietas extremas y diversas técnicas para reducir su volumen corporal

GUADALAJARA, JALISCO (23/JUL/2013).- Daniela, de 25 años, aún no decide si invertirá sus ahorros en el bisturí o en pagar su título de licenciatura. Está considerando hacerse la lipoescultura y realizarse implantes mamarios. Se da cuenta perfectamente de que es una mujer muy delgada, pero para ella no es suficiente: “La perfección que busco sólo me la dará el bisturí. Ya hice de todo. En los últimos seis años he probado todo tipo de dietas y no consigo los resultados que quiero. Preferiría tener un cuerpo digno de portada de revista, que un título colgado en la pared de mi oficina”.

Sin embargo, acepta también que hasta ahora “me sometí a tratamientos en una clínica de belleza, que lo único que consiguieron fue disminuir mis ahorros”. Daniela acudía a una clínica tres veces por semana. Allí, por 10 mil pesos mensuales, le aplicaban ultrasonido durante 40 minutos, para “romper la grasa” y eliminar la celulitis en las zonas difíciles. Luego pasaba al salón de los electrodos para tonificar sus músculos. “Me convertí en abstemia de carbohidratos y corría hasta siete kilómetros, cuatro veces a la semana”.

Sin embargo, a pesar de todos los sacrificios y tratamientos reconoce: “No he visto los resultados esperados, quizás los aparatos sirvan a otras personas, pero el proceso es muy lento y apenas se deja ver en mi cuerpo. Yo recomendaría el ultrasonido sólo a quienes busquen bajar unos centímetros, pues la celulitis nunca se va”.

En otros casos, la obsesión por verse delgada tiene que ver con todo un proyecto de vida. Brenda, que es modelo profesional, señala que debido a su trabajo “y a la competencia” tiene que estar al pendiente de su físico todo el tiempo: “Entre las modelos nos compartimos las mejores dietas para lucir perfectas, algunas son muy restrictivas, pero son los sacrificios que tenemos que hacer para conseguir más contratos, es como un mal necesario”, señala la rubia modelo de 1.84 metros de estatura y delgada figura.

Brenda explica los efectos que le han traído las dietas milagro: “Me someto al ayuno con líquidos cuando sé que voy a tener una sesión de fotos, o para la grabación de un comercial, pero después de la sesión empiezo a comer compulsivamente, lo cual lo compenso con dos horas de ejercicio y métodos purgativos para no sentir tanta culpa; después regreso a otra dieta y así me mantengo”. Para adelgazar aún más, Brenda decidió ir a una clínica ubicada en la Colonia Chapalita, no con el objetivo de bajar de peso, sino de eliminar la celulitis: “Sólo tenía que ir una vez a l a semana y por 300 pesos me inyectaban un coctel con extractos de cafeína, alcachofa, silicio orgánico, L-Carnitina y procaína. Al menos es creí que me inyectaban”.

La mesoterapia reductiva es una técnica de la llamada “medicina alternativa”, que consiste en la aplicación de inyecciones intradérmicas de medicamento para quemar grasa y mejorar la estética del cuerpo. Brenda explica que acudió a la clínica por recomendación de una amiga: “A ella le fue muy bien, fuera del dolor y el enrojecimiento de la piel. Sin embargo, cuando yo iba a la clínica y les pedía que me mostraran el empaque original del producto siempre ponían pretextos. Primero me dijeron que el producto era importado de España, después pedí hablar con la administradora y descubrí que la fórmula la hacía el mismo dueño de la clínica, por lo que no podían mostrarme el empaque. Cuando yo llegaba por la mañana tenían decenas de inyecciones preparadas para aplicarlas durante el trascurso del día. Les pedí que preparan la mía cuando yo estuviera presente, pero se negaron a hacerlo argumentando que no les daba tiempo”.

En el mundo del modelaje se dan casos de muchachas que atraviesan por peores experiencias: “Conozco chicas que han padecido infecciones y reacciones alérgicas y tardan mucho más tiempo en recuperarse”.

En 2011, el gobierno de Francia prohibió varias técnicas estéticas no quirúrgicas, entre ellas la mencionada mesoterapia por ser un riesgo para la salud, tras detectarse casos graves de infección, que requirieron semanas de tratamiento antibiótico. Necrosis de la piel, hematomas, lesiones subcutáneas, úlceras y trombosis fueron las complicaciones graves detectadas en pacientes por el Ministerio de Salud galo.

En algunos casos, la obsesión por verse delgada tiene que ver con un proyecto de vida. En el mundo del modelaje hay mujeres que atraviesan por amargas experiencias

LOS HOMBRES METROSEXUALES


La obsesión por tener una tener una figura similar a la de los modelos televisivos, como actores o superhéroes, lleva cada vez más a hombres a someterse a dietas riesgosas y extenuantes jordanas de ejercicio. Alejandro, entrenador personal de crossfit, señala que día a día se suman más hombres a esta nueva disciplina, que es también el principal programa de entrenamiento de academias de policía de élite y equipos de operaciones tácticas, unidades militares y campeones de artes marciales.

El novio de Fernanda se unió al creciente grupo de hombres que hacen dietas: “Cuando comencé a salir con Javier todo era perfecto, podíamos disfrutar de una buena pizza el viernes por la noche sin remordimiento, pero de unos meses para acá se ha obsesionado con el abdomen del actor William Levy”.

Javier dejó de comer carbohidratos, pasa dos horas al día en el gimnasio y se ha vuelto un obsesionado en contar calorías, se queja Fernanda: “Antes solíamos ir al cine, comer palomitas y disfrutar un helado. Hoy sólo vamos a restaurantes donde haya comida saludable y de ser posible orgánica”.

La ortorexia es uno de los nuevos desórdenes alimenticios que describe a las personas obsesionadas con la comida saludable. Un estudio publicado en marzo pasado en el Journal of Eating Disorders reveló que un número creciente de hombres sufre de vigorexia: obsesión por verse musculoso. Otro estudio publicado en 2010 por el Eating Behaviors, reveló un gran número de hombres con desórdenes alimenticios: 31% dijo hacer ejercicio excesivo; 24% dijo abstenerse de comer por lo menos ocho horas para perder peso; 25% señaló haber sufrido de un episodio compulsivo de comida, mientras que 3% reveló haberse provocado vómito.

La generalización de la obesidad que afecta a los habitantes del Jalisco ha orillado a que miles de mujeres y hombres a buscar métodos para adelgazar invasivos y agresivos. La obsesión por conseguir una delgadez perfecta juega un importante papel, especialmente entre los jóvenes.

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