Jalisco
Los héroes de las lluvias están en guardia
Piden mayor responsabilidad y cuidado a los ciudadanos, que propician accidentes y desastres con conductas rutinarias
Pasa octubre y a los tapatíos se les olvida todo esto hasta el siguiente mayo, cuando las lluvias vuelven a empezar. Ese medio año de paz es sólo medio año de preparación para un puñado de trabajadores en la ciudad encargados de resolver los problemas del agua. A unos los mueve la adrenalina. Otros han sido educados para eso. Curtidos por las lluvias, saben cuál es su trabajo y cuál es el riesgo. Saben que contra una gran tormenta no hay nada que hacer más que reaccionar con profesionalismo, pero también que la irresponsabilidad de muchos tapatíos ha contribuido, a lo largo de los años, a acrecentar los problemas de la ciudad. Por ejemplo, quienes dejan bolsas de basura en las esquinas: ésa es la principal razón de que se tapen las alcantarillas y que haya inundaciones.
Ya llegó octubre, pero en mayo siguiente, cuando los tapatíos vuelvan a quejarse de las molestias que trae el agua, ellos seguirán al pie del cañón. De aquí a mayo, están en guardia.
VOCES
Jorge Humberto Chávez Comandante de la Secretaría de Vialidad y Transporte
El primer problema que ve el comandante del grupo Reacción Inmediata de la Secretaría de Vialidad y Transporte, Jorge Humberto Chávez, es que las vialidades se desquician por las inundaciones, llegan las fallas eléctricas que afectan los semáforos y así se desata la desesperación del tránsito.
“Aquí lo importante sería que el ciudadano, sabiendo que es el tiempo de lluvias, estuviera previsto en sus medidas de seguridad que nos marca la ley en sus artículos 6, 25 y 41 de la ley, así como el 43: debemos utilizar cinturón de seguridad; debemos aminorar nuestra velocidad, pues queremos seguir conduciendo como estamos acostumbrados o como está permitido, pero es imposible por las lluvias; cuando vemos un encharcamiento o estamos en puntos conflictivos, tratar de evitarlos”.
Pide a los ciudadanos que acaten los señalamientos, pues todo es en beneficio de la ciudadanía. Cuando hay un cierre hay que obedecerlo: significa que alguien detectó peligro y por eso bloqueó la arteria, no por cerrarle su paso favorito a los automovilistas. Recomienda a los conductores tomar rutas alternas: López Mateos, Lázaro Cárdenas y Gobernador Curiel, como sabe cualquier tapatío, pueden ser avenidas conflictivas.
El grupo de Reacción Inmediata se encarga de apoyar zonas que registran mayor conflicto vehicular cuando hay problemas originados por la lluvia. Acuden en motocicleta a destrabar el tráfico y restablecer la circulación. Si el problema está en López Mateos y Lázaro Cárdenas, se ubica elementos en Niños Héroes, el Mercado de Abastos, Plaza del Sol…, para que hagan cortes y desvíos.
Miguel Ángel Estrada Paramédico de la Cruz VerdE
Llueve y Miguel Ángel Estrada ya sabe que habrá choques porque algún conductor no guardó su distancia. Este hombre de 53 años de edad dice que los accidentes se vuelven de mayor talante cuando el conductor no se puso el cinturón de seguridad, algo que de ordinario sucede.
También atiende las inundaciones, cuando el agua se mete en las casas y sube. Medio metro. Un metro. A veces porque las casas se construyeron en cauces de arroyos y ríos que en crecen en la temporada de lluvias. Los accidentes en ese tipo de eventos son habituales, según Miguel Ángel.
Con el piso mojado crecen las precauciones pero hay choques, que es para lo que los llaman más. En esos momentos, Miguel Ángel prefiere guardarse sus recomendaciones. “Si les dices las recomendaciones. se enojan porque creen que los estás regañando”. Afuera del hospital, a punto de arrancar su jornada de trabajo que inicia a las 14:00 y termina a las 21:00 horas, Miguel Ángel mira a un hombre sobre una moto acompañado de un niño de alrededor de cinco años y dice: “Sin casco, mira, como ése del niño. Se caen y el afectado muchas veces es el niño”.
Cuando se acerca a un problema ocasionado por las lluvias, llega al lugar y valora si la escena es segura o no. A veces la adrenalina le gana y se baja aunque las condiciones no sean las óptimas. “Tienes que entrar, pues son vidas las que estás tratando”.
Luis Carrión Franco Empleado de la Comisión Federal de Electricidad.
Para Luis Carrión Franco, Guadalajara se caracteriza por tener dos o tres tormentas “muy fuertes” durante el temporal. Esos aguaceros dejan sin energía varias zonas de la ciudad que no siempre son las mismas: una casa, parte de un fraccionamiento o hasta “ramales”, que alimentan varios circuitos y originan desperfectos en varias zonas.
Otro factor son los percances automovilísticos. “Los accidentes que se incrementan en las vías de tránsito pegan con algunos postes y estos ocasionan fallas y que se dispare el circuito. Otra de las fallas que tenemos son los árboles: aunque la CFE mantiene un programa de mantenimiento en zonas arboladas con contratos externos para podas en circuitos de media y de baja tensión, pues hay algunos árboles que vuelven a dañar o juntan las redes de baja tensión, las líneas de las redes de baja tensión, y esto origina fallas en el sistema de distribución”.
Carrión cuenta que cuando se cae un árbol en ocasiones se lleva una red de baja tensión, las instalaciones del cliente, del usuario y de parte de la CFE. Los trabajadores van al lugar afectado y reparan la red de baja tensión, el poste; sin embargo, la compañía no puede conectar de nuevo el servicio hasta que el usuario arregle su sistema de alimentación, que está compuesto del tubo, la mufa y donde va a ir el medidor de luz.
Francisco Córdova Bombero tapatío
Dice Francisco que uno de los problemas más frecuentes que observa cuando llega a una región afectada por la lluvia es que la gente destapa las bocas de tormenta o pozos de visita sin pensar en el riesgo que significaría caer en uno de ellos. En colonias como El Dean y Las Conchas pasa cotidianamente. Los vecinos se adelantan a destapar los pozos cuando comprueban la inminencia de un aguacero. “Aguas, ya están destapados”, recuerda Francisco que le dicen los vecinos cuando llegan las unidades de Bomberos de Guadalajara.
Con una guardia de 24 horas y una exclusiva para el temporal, Francisco dice que la dependencia monitorea la ciudad en forma permanente. Si hay novedades, salen las primeras unidades y los grupos de personal. La basura es otro problema: “Si tuviéramos la conciencia de no arrojar la basura a la calle y no dejarla en las esquinas, no pasaría nada de esto”. Reconoce que la ciudad ha crecido “bastante” en los últimos años y que los colectores siguen siendo los mismos, “entonces llega el momento en que se saturan y, por más que nosotros trabajemos, el agua no va a bajar hasta que no empiece a desfogarse sola”.
Cuando se inundan los pasos a desnivel, los bomberos llegan al lugar afectado y acordonan en lo que llegan los elementos de la Secretaría de Vialidad. Le piden a los automovilistas que no pasen, pero siempre hay tapatíos que responden: “Sí paso, cómo no”. Se quedan varados en medio del paso a desnivel y tienen que pedir ayuda a los bomberos. Francisco cuenta que a esos ciudadanos se les da un jalón de orejas: les dicen que van a empujar su auto, pero los invitan a bajarse del coche a ayudar, para que también se mojen.
Córdova recomienda que los ciudadanos no atraviesen arroyos o corrientes fuertes que se nutren de la lluvia. “Lo preferible es no cruzar, y esperar a que los niveles bajen para poder acceder al otro extremo”. Comenta que le gusta que la gente vea a los bomberos no como enemigos, sino como servidores públicos, gente que quiere ayudarlos.
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