Jalisco
Libran 'calvario' con divorcio exprés
El divorcio administrativo es una opción para un sector de matrimonios 'jóvenes' que desean separarse sin argumentar una causa, y sin abogados
La pareja reunió los requisitos necesarios, validó que no tenía hijos y acudió a unas pláticas en el DIF Guadalajara. Luego llevaron sus documentos al Registro Civil en el que contrajeron matrimonio y pagaron poco más de 500 pesos por el trámite. Un mes y medio después se les notificó que estaban divorciados. ¿Y lo mejor? Sin un solo peso gastado en abogados.
Una amiga suya le habló del divorcio administrativo, aunque el éxito de su historia se debe a que “tanto él como yo accedimos (a separarnos); si no, imagínate la broncota”.
En 2015, las personas que buscaban divorciarse debían no sólo exponer una de las causales para concretar el trámite, sino argumentarla y probarla. Pero la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya avaló que cualquier persona que desee divorciarse comience su proceso sin justificar el motivo. Es suficiente solicitarlo por una de las partes.
En ese contexto, entre enero de 2009 y octubre de 2015 (último corte del Registro Civil), en Jalisco se han divorciado 38 mil 898 parejas. Esto es: una constante de 15 separaciones por día. Por su parte, la cifra de matrimonios en ese periodo es de 273 mil 638: siete veces más.
Los jaliscienses han mantenido las cifras de matrimonios por año en promedio, pero se han incrementado los divorcios.
“Sí hay aumento, pero a lo mejor tiene mucho que ver con que la gente está conociendo más el divorcio administrativo… se pueden divorciar en menos de un mes”, dice el director del Registro Civil de Jalisco, Roberto Delgadillo González, quien acentúa que muchas personas, por desconocimiento, prefieren contratar a un abogado e irse ante un juez familiar.
En el Congreso del Estado se discute flexibilizar más los requisitos para solicitar una separación por esta vía (permitiendo que la existencia de hijos no detenga el trámite), lo que además reduciría la carga a los juzgados.
Ivonne, por ejemplo, es la contraparte de Sandra y está viviendo un “infierno” para separarse de su marido. Lleva tres años intentando disolver el vínculo matrimonial y no importa cuántas veces se ha visto con su abogado: el trámite no avanza.
Norberto es otra historia. Ya pagó desde 2013 cinco mil pesos a su abogada y el “calvario” sigue.
Síguenos en