Jalisco
La eterna pelea por el pasaje
El aumento de las infracciones es porque falta una política preventiva más que de sanción; también falta una posición más firme a la hora de aplicar las sanciones
GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2012).- El aumento de las infracciones es porque falta una política preventiva más que de sanción; también falta una posición más firme a la hora de aplicar las sanciones.
Aunque las multas tienen un significado económico, no evitarán los modelos de operación irregular de los camioneros ni la lucha por el pasaje o las carreras de las unidades para tener más ingresos. Así no cambiarán sus modelos de operación. Aquí lo importante es que el aumento en las infracciones del transporte no tiene como consecuencia la mejora en el servicio. No es una garantía.
Lo cuestionable es que siempre se sanciona a los conductores, nunca se toca al propietario o a la concesión. Cuando ocurre una muerte en la que se involucra al transporte público solamente se sanciona al chofer, nunca se elimina la concesión… tampoco pasa nada contra el propietario, siempre se mantiene a la sombra.
El exceso de velocidad y pasarse el alto son infracciones que se observan a diario. Si la autoridad verdaderamente tuviera el control de la operación del transporte, estoy seguro de que las infracciones se quintuplicarían.
La operación irregular de los conductores es por la misma saturación de las rutas, una lucha por ganar el pasaje, porque de allí dependen los ingresos del concesionario y del chofer. En esa lucha aumentan la velocidad, se pasan los altos, provocan accidentes y muertes… las jornadas ponen un estrés enorme en los conductores y prácticamente les genera un cambio de personalidad bastante fuerte respecto a los demás conductores que transitamos en la ciudad.
Aunque las multas tienen un significado económico, no evitarán los modelos de operación irregular de los camioneros ni la lucha por el pasaje o las carreras de las unidades para tener más ingresos. Así no cambiarán sus modelos de operación. Aquí lo importante es que el aumento en las infracciones del transporte no tiene como consecuencia la mejora en el servicio. No es una garantía.
Lo cuestionable es que siempre se sanciona a los conductores, nunca se toca al propietario o a la concesión. Cuando ocurre una muerte en la que se involucra al transporte público solamente se sanciona al chofer, nunca se elimina la concesión… tampoco pasa nada contra el propietario, siempre se mantiene a la sombra.
El exceso de velocidad y pasarse el alto son infracciones que se observan a diario. Si la autoridad verdaderamente tuviera el control de la operación del transporte, estoy seguro de que las infracciones se quintuplicarían.
La operación irregular de los conductores es por la misma saturación de las rutas, una lucha por ganar el pasaje, porque de allí dependen los ingresos del concesionario y del chofer. En esa lucha aumentan la velocidad, se pasan los altos, provocan accidentes y muertes… las jornadas ponen un estrés enorme en los conductores y prácticamente les genera un cambio de personalidad bastante fuerte respecto a los demás conductores que transitamos en la ciudad.
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