Jalisco
Instan a dar título de universidades a las que lo merezcan
Durante la sesión plenaria se debatieron temas como la actualización, las barreras y el alcance de la educación superior
GUADALAJARA, JALISCO (31/MAY/2010).- El investigador emérito de la UNAM, Miguel León- Portilla, criticó a quienes miran la educación superior como un lucro, por lo que instó a otorgar el rango de universidad sólo a las instituciones que lo merezcan por sus niveles de docencia e investigación.
Durante la Sesión Plenaria del II Encuentro Internacional de Rectores Universia 2010 que tiene como sede esta ciudad, lamentó la existencia de las 'universidades patito', además de que se mantenga la baja inversión estatal y el gasto público para las casas de estudio.
“Expreso esto -aclaró León-Portilla- porque hay entre nosotros no pocos negocios con supuestos propósitos educativos cuyo interés primordial es el lucro. Me refiero a las que en México son conocidas como ‘universidades patito’, diminutivo irónico muy elocuente”.
La universidad para Iberoamérica es como un “gran espejo” en el que se reflejan los requerimientos y las posibilidades de la sociedad a la que pertenece, aseguró León- Portilla.
“Y es ella (la universidad), como un caleidoscopio en el que se contemplan imágenes múltiples y cambiantes figuras multicolores que llevan a imaginar un mundo que puede concebirse de muchas formas”.
Y es que, para las naciones iberoamericanas, dijo el académico, la universidad, más que cualquier otra institución creada por el hombre, puede llegar a ser “un ámbito de movilidad social, propicio para superar las desigualdades lacerantes que son tan recurrentes en nuestros países”.
Debido a que en ella se conjuntan todos los campos del conocimiento que han sido concebidos por el ser humano, la universidad está siempre en proceso de cambio. “Por ello –dijo el académico-, es expresión frecuente hablar de reforma universitaria”.
No obstante, adujo León- Portilla, así como las universidades deben renovarse continuamente, tampoco están “libres de peligros” a causa tanto de intereses ajenos como de embates que esta ha tenido en su contra “que incluso pueden paralizarla”.
Después de hacer un recuento del establecimiento de las primeras instituciones educativas en Latinoamérica, el académico criticó que el porcentaje del Producto Interno Bruto que las naciones de esta región del mundo destinan a la educación, se halle “lejos” recomendado por los organismos internacionales:
“Puede concluirse que en una década el incremento fue de sólo 0.22 por ciento del PIB, sin que en ninguno de los 10 años alcanzara siquiera el uno por ciento del PIB, que se considera el mínimo deseable”.
León-Portilla también lamentó el bajo porcentaje de cobertura de educación superior que impera entre las naciones iberoamericanas, las “grandes diferencias” que se presentan entre estas naciones con algunas de Europa, Asia y Norteamérica en relación al número de investigadores por cada mil personas de la población económicamente activa y de graduandos doctorales.
Es “doloroso y muy adverso” para el desarrollo de un país, abundó, el que sus centros de educación superior estén incapacitados para satisfacer las demandas de ingreso. Si no es posible que una universidad incremente indefinidamente el número de sus estudiantes, indicó, “habrá que promover otras acciones”.
En ese sentido, propuso la creación “paralela” de otros centros de docencia e investigación como el caso en México de la creación de la Universidad Autónoma Metropolitana o Estados Unidos, el sistema universitario de California “con sus varias unidades o campos desde San Diego hasta Berkeley”.
Finalmente, el intelectual pidió aprovechar el acercamiento logrado entre las universidades. España y Portugal, comentó, “pueden jugar un papel muy significativo” para dialogar con la Unión Europea “con dichos países importa cultivar fortalecer y difundir la lengua y elementos culturales más significativos”.
En ese sentido reconoció en trabajo de Brasil para integrar la comunidad cultural iberoamericana que traerá beneficios a la región, al difundir el español a través de su sistema educativo.
Durante la Sesión Plenaria del II Encuentro Internacional de Rectores Universia 2010 que tiene como sede esta ciudad, lamentó la existencia de las 'universidades patito', además de que se mantenga la baja inversión estatal y el gasto público para las casas de estudio.
“Expreso esto -aclaró León-Portilla- porque hay entre nosotros no pocos negocios con supuestos propósitos educativos cuyo interés primordial es el lucro. Me refiero a las que en México son conocidas como ‘universidades patito’, diminutivo irónico muy elocuente”.
La universidad para Iberoamérica es como un “gran espejo” en el que se reflejan los requerimientos y las posibilidades de la sociedad a la que pertenece, aseguró León- Portilla.
“Y es ella (la universidad), como un caleidoscopio en el que se contemplan imágenes múltiples y cambiantes figuras multicolores que llevan a imaginar un mundo que puede concebirse de muchas formas”.
Y es que, para las naciones iberoamericanas, dijo el académico, la universidad, más que cualquier otra institución creada por el hombre, puede llegar a ser “un ámbito de movilidad social, propicio para superar las desigualdades lacerantes que son tan recurrentes en nuestros países”.
Debido a que en ella se conjuntan todos los campos del conocimiento que han sido concebidos por el ser humano, la universidad está siempre en proceso de cambio. “Por ello –dijo el académico-, es expresión frecuente hablar de reforma universitaria”.
No obstante, adujo León- Portilla, así como las universidades deben renovarse continuamente, tampoco están “libres de peligros” a causa tanto de intereses ajenos como de embates que esta ha tenido en su contra “que incluso pueden paralizarla”.
Después de hacer un recuento del establecimiento de las primeras instituciones educativas en Latinoamérica, el académico criticó que el porcentaje del Producto Interno Bruto que las naciones de esta región del mundo destinan a la educación, se halle “lejos” recomendado por los organismos internacionales:
“Puede concluirse que en una década el incremento fue de sólo 0.22 por ciento del PIB, sin que en ninguno de los 10 años alcanzara siquiera el uno por ciento del PIB, que se considera el mínimo deseable”.
León-Portilla también lamentó el bajo porcentaje de cobertura de educación superior que impera entre las naciones iberoamericanas, las “grandes diferencias” que se presentan entre estas naciones con algunas de Europa, Asia y Norteamérica en relación al número de investigadores por cada mil personas de la población económicamente activa y de graduandos doctorales.
Es “doloroso y muy adverso” para el desarrollo de un país, abundó, el que sus centros de educación superior estén incapacitados para satisfacer las demandas de ingreso. Si no es posible que una universidad incremente indefinidamente el número de sus estudiantes, indicó, “habrá que promover otras acciones”.
En ese sentido, propuso la creación “paralela” de otros centros de docencia e investigación como el caso en México de la creación de la Universidad Autónoma Metropolitana o Estados Unidos, el sistema universitario de California “con sus varias unidades o campos desde San Diego hasta Berkeley”.
Finalmente, el intelectual pidió aprovechar el acercamiento logrado entre las universidades. España y Portugal, comentó, “pueden jugar un papel muy significativo” para dialogar con la Unión Europea “con dichos países importa cultivar fortalecer y difundir la lengua y elementos culturales más significativos”.
En ese sentido reconoció en trabajo de Brasil para integrar la comunidad cultural iberoamericana que traerá beneficios a la región, al difundir el español a través de su sistema educativo.
EL INFORMADOR / RAFAEL ZAPATA
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