Jalisco

David Castorena, del buen estudiante al acusado de multihomicidio

Sus aspiraciones por la Federación de Estudiantes de Guadalajara cambiaron repentinamente su vida. Con ''El Tatuado'', entre otros cómplices, consumó uno de los crímenes más impactantes en Jalisco

GUADALAJARA, JALISCO (11/FEB/2012).- David creía más que nadie en el mundo en la filosofía del “Che” Guevara. Por eso utilizó la imagen del ícono de la Revolución Cubana en su campaña para ser presidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG). Pero el 9 de diciembre le cambió la vida a David Enrique Castorena Peña. Se alocó ese día. Cuando dejó de contestar el teléfono, cerró su página de Facebook y mandó decir por medio de Israel Mariscal (ex presidente) que la Federación de Estudiantes de Guadalajara no mataba gente. Pero cometió un grave error.

Ya era funcionario de la Secretaría de Educación  Jalisco cuando decidió ser candidato a presidente de la FEG, cobraba cinco mil pesos quincenales como prefecto de la Secundaria 61 Mixta en Zapopan, una escuela en la que nadie lo recuerda o, por lo menos, se niegan a hacerlo tras la matanza de cuatro estudiantes y un padre de ellos.

David no tenía más de 25 años. Y si vive, hoy tendrá en su cara los mismos ojos brillosos con los que tomó las instalaciones de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Jalisco. Era común que el candidato único de la FEG hiciera alguna actividad para llamar la atención: Alejandro Buenrostro (periodo 2006-2009) se puso en ayuno para pedir más lugares en la UdeG cuando fue candidato en 2005. Israel Mariscal (2009-2012) intentó, como aspirante al organismo, tomar Rectoría General durante una conferencia de Denise Dresser en 2008, pero Carlos Briseño lo detuvo (hay quien dice que fue un espectáculo montado por el ex rector). Y él no se quería quedar atrás.

Ese 31 de agosto de 2011, cuando el reloj marcó el mediodía, un grupo de 50 personas tomaron la escuela localizada a unos metros de la sede fegista. Pedían más espacios para estudiantes en las normales y, frente a los micrófonos, en su primer acto público, Castorena Peña se pregunto: “¿Cómo quieren tener un mejor país si no se procura una mejor educación primero para los maestros?”.

Castorena Peña siempre llevó en su sonrisa unos dientes afilados tratando de ser corregidos por unos brackets, tez morena y con una estatura de poco más de 180 centímetros. De voz aguardentosa, tenía gustos de nuevo rico: le gustaba usar relojes de caratula grande y brillosa, jeans entubados, zapatos oscuros y puntiagudos, camisas en colores pasteles (sus favoritas eran las rosas) y un par de anillos en los dedos.

Hijo de otro profesor de secundaria, estudió la Normal de Jalisco porque sabía que ahí podría entrar a la Federación de Estudiantes de Guadalajara. Una vez dentro podría ganarse la vida con una plaza en el sector educativo, como lo han hecho todos los ex presidentes de la FEG desde que, en 1991, fueron desterrados de la Universidad de Guadalajara, pero cobijados por el entonces secretario de Educación y Cultura (y ex presidente de la FEG de 1973-1975), José Manuel Correa Ceseña, quien hoy se desempeña como secretario general del Congreso del Estado.

Pero David quizá ni siquiera lo pensaba. Como estudiante en la Escuela Normal Superior de Jalisco no dio problemas. Incluso hasta podría decirse que fue un estudiante fuera de lo normal: acudía puntual a sus clases, entregaba completos sus trabajos, participaba y mostraba interés, señala uno de sus maestros.

“Nunca fue el líder gandaya, así de ‘estoy en el comité, páseme de grado’. Siempre asistía, era humilde (en el sentido de que su cargo en la FEG no le hacía suponer que era superior al resto de sus compañeros y maestros), inteligente, siempre cumplía bien con los trabajos. Además, no se veía con malicia”.

Entonces tendría entre 21 y 22 años. “Me parece que salió hace tres años, debió haber sido mi alumno en 2008 o 2009”, lo cual significa que era de la generación 2004-2008 o 2005-2009.

¿Cómo llegó a la FEG?

Los únicos que pueden contestarlo están detenidos o prófugos. Pero volvamos. Ese viernes 9 de diciembre fue el día que terminó todo. Si la FEG estaba con vida luego de que en 1991, la UdeG los expulsó de sus terrenos, si entre sus presidentes hoy vemos a políticos como Jorge Enrique Zambrano Villa (presidente de los Leones Negros y titular de la FEG en 1965-1967), José Manuel Correa Ceseña (1973-1975), Félix Flores Gómez (1975-1977), Raúl Padilla López (1977-1979), Gilberto Parra Rodríguez (1981-1983), Trinidad Padilla López (1983-1986), Tonatiuh Bravo Padilla (1986-1989)… todo eso se terminó la tarde de ese 9 de diciembre.

Alrededor de las cinco de la tarde, afuera del edificio de la FEG localizado en la Colonia Miraflores (inaugurado el 12 de octubre de 1970 por Luis Echeverría, como premio por la destrucción que hizo la FEG de la Casa del Estudiante de la FESO, otra agrupación estudiantil de aquel entonces, llegaron cinco personas buscando a Gerardo Flores Gómez, alias “El Tatuado”.

En la entrada del inmueble, Francisco Ismael Gómez Saucedo, de 21 años, estudiante de la Prepa 8 de la UdeG, y su padre Armando Gómez Gallardo, un comerciante de 56 años que vendía churros en las inmediaciones de La Normal, discutieron con “El Tatuado” y, junto con éste, ingresaron a la oficina de David Castorena, quien se encontraba dentro hablando por teléfono.

“Entonces se escucharon disparos de arma de fuego, luego de los cuales salió David Castorena”, afirmó en días recientes el procurador Tomás Coronado en una de las conferencias para dar detalles del homicidio. Añadió que tras David Castorena salió “El Tatuado”, quien ordenó a varias personas que ahí se encontraban a que metieran por la fuerza a la oficina de Castorena a los tres jóvenes que acompañaban al padre e hijo.

Luego se dio la orden de que el edificio de la FEG fuera desalojado, ya que aún había actividades en el inmueble. Una vez que sucedió esto fue cerrado el edificio y entre varias personas comenzaron a cavar dos fosas, en una de las cuales fueron depositados los cadáveres del padre e hijo, mientras que en la otra fueron puestos los tres jóvenes que los acompañaban, quienes murieron por heridas de arma blanca.

“Yo los apuñalé”, así confesó “El Tatuado” en un video que ya se puede ver en Youtube.

Ese 9 de diciembre le cambió la vida al presidente electo de la FEG, David Castorena Peña. Apenas dos semanas antes había asistido a 52 escuelas secundarias para que lo legitimaran porque él ya había sido elegido desde antes.

Álvaro Ramírez Ladewig cuenta en su libro Historia de una traición, que las órdenes al interior de la FEG se decidían en grupo. “Esta forma pudiera parecer que no es democrática, pero si nos vamos al fondo, no es así. Bajo esta forma poco ortodoxa, si se quiere llamar así, es como en la mayoría de los casos se elegía o se elige al presidente de la FEG”.

Los últimos 15 días

David Castorena Peña se alocó en 15 días. Fue hasta el 13 de diciembre, cuatro días después de los hechos, cuando agentes del Ministerio Público encontraron rastros de sangre en el área de las oficinas del edificio. “Se supo que la alfombra de la oficina de David Castorena fue retirada y llevada a otro lugar, fuera del edificio, en donde fue quemada. Para entonces el poder ya había corrompido a “un buen estudiante” y de nuevo se incumplía la filosofía del “Che” Guevara.

FRASE

''
Siempre asistía (a la Normal), era humilde, inteligente… cumplía bien con los trabajos. Además, no se veía con malicia ''

Maestro de David Enrique Castorena Peña.


TELÓN DE FONDO
Historia


En 1989, el entonces rector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López, comenzó una operación política al interior de la institución para sacar a la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG).

Álvaro Ramírez Ladewig, quien relevara en el liderazgo del grupo político de la UdeG a su hermano Carlos, asesinado en 1975 en Guadalajara, narra en su libro Historia de una traición (2000) que la FEG fue desarticulada y sacada definitivamente de la UdeG en 1991, con la creación de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU).

En ese entonces, el secretario de Educación y Cultura era José Manuel Correa Ceseña (actual secretario general del Congreso del Estado), quien había sido presidente de la FEG en el periodo 1973-1975.

Es en la administración de Guillermo Cosío Vidaurri (1988-1992) cuando a la FEG le dan la oportunidad de operar políticamente en las secundarias adscritas a la Secretaría de Educación Jalisco.

Apenas en noviembre pasado se contabilizaron 52 escuelas donde la FEG tenía presencia y se desarrollaron los comicios electorales, resultando como ganador David Castorena Peña, quien hoy está prófugo.

Las ganancias
Ex directores de la FEG que cobran en Educación Jalisco


Oliverio Ramos Ramos (periodo 1989-1992)

Subdirector de la Secundaria Mixta 32.

Dos millones 148 mil 951 pesos ha ganado desde marzo 2007.

Mayo Ramírez Gutiérrez (1992-1995)

Profesor de la Secundaria Mixta 11.

436 mil 025 pesos ha ganado desde marzo de 2007.

El último cheque que cobró es del 16 de diciembre de 2011; actualmente es regidor de Tonalá.

Jaime Navarro Martínez (1995-1998)

Prefecto de la Secundaria Mixta 22.

536 mil 615 pesos ha ganado desde marzo 2007. No cobró el primer semestre de 2011.

Leonicio Aguilar Betancurt (1998-2001)

Tecnólogo de la Secundaria 65 Mixta.

481 mil 971 pesos ha ganado desde marzo 2007.

Gustavo Orozco Morales (2001-2004)

Profesor de adiestramiento de la Secundaria Mixta 11.

139 mil 996 pesos ha ganado desde marzo 2007.

Ismael Olague Valdez (2004-2007)

Oficial mayor de la Secundaria Mixta 67.

418 mil 477 pesos ha ganado desde marzo 2007.

Alejandro Buenrostro Hernández (2004-2007)

Profesor de la Secundaria 25.

768 mil 899 pesos ha cobrado desde marzo de 2007.

Israel Mariscal Quezada (2009-2012)

Ayudante administrativo en la Secundaria 61.

298 mil 593 pesos ha recibido desde marzo de 2007.

David Castorena Peña (2012-2015)

Prefecto de la Secundaria 61.

454 mil 252 pesos recibió desde marzo 2007.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando