Jalisco

Crecen consultas entre niños por los problemas de sueño

Expertos recomiendan a los padres limitar el uso del celular por las noches para evitar una adicción y problemas en el futuro

GUADALAJARA, JALISCO (06/AGO/2016).- El incremento de solicitud de atención por problemas del sueño en adolescentes ha ido en aumento también en el Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”.

De cada 10 menores de edad que llegan a chequeo en la Clínica del Sueño, de tres a cuatro tienen un problema de desfase de sueño, principalmente a causa del uso de tecnología.

La responsable de la clínica, Marisela Durán Gutiérrez, refiere que los principales síntomas con los que llegan los niños y adolescentes son el insomnio, problemas para despertar, somnolencia diurna, lo cual influye en su concentración, así como irritabilidad e intolerancia por la falta de sueño.

Sin embargo, algo que se ha estudiado y que representa un riesgo importante para el paciente es la falta de consolidación de la memoria, que también se realiza en la noche, cuando duerme.

“Lo que estamos viendo es que el uso de las tecnologías están afectando mucho… hace unos 10 años casi no veíamos niños con este problema. Yo creo que tres o cuatro son los que llegan con demora en entrar al sueño: si antes se dormían a las 10 de la noche, ahora se están durmiendo a las 12 o una de la mañana, y al  otro día se quedan dormidos en la escuela, tienen un rendimiento escolar bajo, están muy irritables. Se duermen con el aparato mensajeando muchas horas”.

Cuando llegan a la consulta es porque el problema para conciliar el sueño es severo, no acuden antes.

Desde que comenzaron a llegar pacientes más jóvenes, la pregunta obligada en el cuestionario es si se duermen con el celular en la cama, si revisan sus redes sociales antes de dormir o si utilizan algún cualquier aparato electrónico en la noche.

LA FRASE

"Lo que estamos viendo es que el uso de las tecnologías están afectando mucho… hace unos 10 años casi no veíamos niños con este problema. Si antes se dormían a las 10 de la noche, ahora se están durmiendo a las 12 o una de la mañana."

Marisela Durán Gutiérrez, de la Clínica del Sueño.

Afecta uso nocturno de los celulares

Hace unos años fue la televisión, después los videojuegos y luego el internet. Ahora, el principal enemigo del sueño es el uso del smartphone y las aplicaciones como el WhatsApp hasta entrada la madrugada.

Esto ocurre con personas de todas las edades; sin embargo, los grupos que más preocupan son los niños y adolescentes, pues la falta del sueño les trae daños en su desarrollo, crecimiento y habilidades cognitivas.

De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño (IMMIS), los casos de pacientes adolescentes que llegan a recibir atención por problemas con el sueño a causa del uso del celular o de la tecnología se han incrementado de manera relevante.

En años previos se atendían a cerca de 150 jóvenes mensuales con problemas de sueño, y ahora se atienden hasta 220 casos mensuales, informa el director Reyes Haro Valencia.

“Los jóvenes que no duermen, no lo hacen solamente el fin de semana por asistir a fiestas sino que se desvelan entre semana por estar navegando en Facebook, Instagram y sobre todo en WhatsApp, que es el que más nombran cuando se les pregunta qué es lo que más utilizan”.

Otro dato que arroja el IMMIS es que el 70% de los adolescentes duerme tarde todos los días, y esto muchas veces pasa desapercibido por sus papás, que piensan que sus hijos ya están dormidos desde hace horas.

Lo que llama la atención es que en la mayoría de los casos, los problemas del sueño que presentan son causados, según refieren los mismos pacientes, porque se desvelan chateando con amigos por WhatsApp en su celular.

“Nos llegan jóvenes que han ido desplazando sus horarios de sueño, por estar expuestos a estas nuevas tecnologías de la información… esto ha ido evolucionando: eran primero los videojuegos, luego con el surgimiento de las tabletas, pero ahora está la comunicación por el WhatsApp, y es la aplicación que más usan, según refieren los pacientes”.

Esta “deuda” en el sueño acarrea que los niños y adolescentes tengan  un bajo desempeño durante el día, lo que se verá directamente relacionado en la interacción que tienen con su familia y amigos, en su carácter y su capacidad intelectual.

Estatura baja y falta de habilidad mental, los efectos

En cualquier edad de las personas, no dormir bien trae consecuencias que van agravándose de manera paulatina. Pero en los niños y adolescentes el problema es mayor, ya que sus procesos de desarrollo se ven afectados.

Para ese sector importante sector poblacional, el desvelo es todavía más peligroso. Es durante la noche cuando se secretan diversas hormonas, entre las que está la del crecimiento. El 80% se libera por las noches.

“En una etapa de sueño profundo se produce la hormona del crecimiento, entre otras hormonas, entonces, al tener menos sueño, hay menos cantidad de esta hormona y se afecta este proceso”, indica Reyes Haro Valencia.

El mal dormir acarrea problemas como la dificultad para levantarse, retardos en la escuela, ausentismo, disminución de sus habilidades físicas y mentales, ejecución de actividades académicas o familiares. Hasta dejan de hacer deporte porque se sienten cansados todo el día, por el desgaste de no haber dormido bien.

También se refleja en el carácter del menor de edad, quien presenta mayor irritabilidad, ansiedad y flojera durante el día, por lo que le cuesta más trabajo hacer las tareas escolares o de la casa.

El cerebro humano se desarrolla y continúa creciendo hasta alcanzar su madurez, que se estima ocurre hasta a los 21 años de edad, por lo que la niñez y la adolescencia son cruciales para el desarrollo mental de la persona.

Haro Valencia admite que el tema de tener malos hábitos al dormir no es tomado con la seriedad necesaria y los papás dejan pasar tiempo valioso antes de llevar a sus hijos para que los atiendan.

El problema con el que llegan los adolescentes o niños es un supuesto insomnio, que finalmente no es más que un desfase del sueño por ir moviendo sus horarios al dormirse y despertarse. Se duermen tarde, pero deben despertarse temprano para la escuela. Hay casos de niños de sexto de primaria o de secundaria que se duermen después de las dos de la mañana y deben despertarse a las seis o siete de la mañana, por lo que duermen menos de la mitad de horas recomendadas para su edad, que son entre nueve y 10 horas.

“Los padres minimizan consecuencias”

El problema de que los niños o adolescentes no duerman lo suficiente no sólo es responsabilidad de ellos sino de sus padres, quienes no ven grave que su hijo se desvele.

Sin embargo, los padres tampoco saben las consecuencias que podría tener su hijo al no tener un sueño reparador, por lo que es importante que se informen y que no minimicen la situación, comenta la coordinadora del Centro de Servicios de Psicología Clínica para niños en Salud Mental del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara, María Guadalupe Covarrubias de la Torre. “Neurológica y fisiológicamente, el sueño reparador es indispensable para el desarrollo del sistema nervioso, del sistema inmune, del sistema cardiovascular, neurológico… además es parte de nuestro antioxidante natural, entonces, carecer de esta información nos hace trivializar el hecho de que el niño no duerma”.

Según la especialista, los padres refieren situaciones de mala conducta de sus hijos cuando no duermen bien, pero desconocen completamente lo que puede estar sucediendo de manera interna, a nivel orgánico, por ese desfase de sueño que quizá ya tenga meses en el niño.

Incluso, afirma que los efectos determinantes en el desarrollo madurativo del niño se ven afectados con un mal sueño y, de no atenderse, es seguro que llegarán consecuencias a largo plazo.

Una de las recomendaciones de Covarrubias de la Torre es que los padres pregunten a sus hijos cómo durmieron, si amanecieron descansados, si les falta dormir más, para entonces tomar decisiones en torno a horarios de acostarse y el uso racionado de las tecnologías.

Avanza estudio para medir impacto de la tecnología

En el Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme) iniciaron este año un estudio en seis escuelas de la zona metropolitana donde se mide a niños y adolescentes en el uso de tecnologías y aparatos electrónicos, bajo la hipótesis de que abusar de la tecnología afecta en su interacción social y peso.

Este estudio comenzó en el mes de abril en niños de ocho a 14 años, después de meses invertidos en la realización del protocolo de estudio para el muestreo, el cual contempla trabajo de campo en las escuelas, con un consentimiento firmado de parte de los padres de familia.  

Los resultados del estudio se analizarán por expertos, para después llevarlos a la Secretaría de Educación Jalisco, con el fin de que se hagan políticas públicas en el tema y se tengan mejores abordajes con el abuso de la tecnología en estudiantes de educación básica.

BUENAS PRÁCTICAS
Horas irrecuperables

Si los padres se dan cuenta a tiempo y llevan a sus hijos con algún especialista en el temas de sueño, puede darse un tratamiento que ayude en mejorar la condición de sueño delineo o adolescente. Sin embargo, tienen que saber que las horas perdidas de sueño ya son irrecuperables.

Este tratamiento es basado en mejorar los hábitos y horarios de manera paulatina, poner límites para la hora de usar los aparatos electrónicos, horarios para dormir y despertarse, así como mantener los teléfonos, computadora o tabletas fuera de las recámaras para evitar tentaciones.

En ocasiones, el especialista puede administrar la melatonina, que es útil para re-sincronizar los ritmos del sueño y, en caso necesario, recetar un inductor ligero del sueño para que puedan empezar a dormir temprano.

Una de las técnicas para eliminar el desfase de las horas de sueño es que cada semana se vayan disminuyendo 30 minutos de la hora de dormir, así como del despertar. Es decir, si el paciente acostumbra dormirse a las 02:00 horas y levantarse tarde, se pide que una semana se duerma a las 01:30, y así sucesivamente, hasta llegar a una hora adecuada en la que se pueda cumplir con una buena jornada de sueño.

Además, si se hace siesta vespertina, esta no debe exceder más de media hora, de lo contrario, el sueño tendrá más cambios.

Lo más importante es que en todo el tratamiento haya disciplina del joven y de sus padres y hermanos, para crear hábitos saludables de sueño en toda la familia.

HISTORIAS
Mariana, la desvelada

Mariana tiene 15 años de edad y todos los días se duerme alrededor de las 01:30 horas. Ya se le hizo costumbre ese horario, debido a que va a la preparatoria en el turno vespertino.

Es común que se le descubra en su cuarto con el teléfono en la mano, revisando su Facebook o platicando con alguien en el WhatsApp, cuenta su hermana mayor.

Su mamá ya comenzó a ver que esos horarios le afectan en su rendimiento, pues Mariana se levanta muy tarde, no ayuda en la casa y tampoco rinde en la escuela.

Anteriormente iba a las clases de inglés en la mañana, pero a veces no podía levantarse temprano y reprobó dos módulos, por lo que mejor desertó y ahora su única responsabilidad es ir a la prepa.

“Mis papás se pusieron en plan más estricto y le quitaron el celular a las 12 de la noche… ella lloró y pataleó, pero la obligaban a dormirse más temprano y a exigirle que cumpliera con obligaciones en casa. Últimamente ya no le quitan el celular porque son vacaciones, así que anda otra vez desvelándose y despertándose no antes de las 11:30 de la mañana”.

Esto le ha traído problemas con su familia, porque siempre tiene flojera y no le rinde la mañana para colaborar en la casa, pues apenas se despierta cuando tiene que hacer tareas y arreglarse para ir a la escuela.

Sin embargo, lo que más les preocupa es que a la larga esto repercuta en la salud de Mariana y su rendimiento diario, pues es imposible que duerma temprano.

“Se levantan geniosos”

Para Brenda y su esposo, el que sus hijos de 14 y 16 años puedan dormir temprano es prácticamente imposible.

Ambos se levantan alrededor de las 06:15 de la mañana para entrar a la escuela a las 07:00. Pero les cuesta trabajo despertar porque en las noches se duermen tarde por estar usando su teléfono celular.

Los padres han intentado de todo para que dejen el “vicio” del celular, como ellos le nombran, pero a pesar de los castigos siguen acostándose tarde.

“En tiempo de clases se levantan de súper mal humor, geniosos… se van y yo creo que no rinden allá. Cuando regresan de la escuela, el más grande llega y se duerme; el otro no puede porque entrena y llega hasta en la tarde a comer y hacer tarea, creo que es el que menos vicio tiene del aparato, pero como tiene novia y todo día está en el WhatsApp”.

La peor parte es en vacaciones, como actualmente, porque a los dos les puede dar la una o las dos de la mañana y siguen despiertos, con su celular en la mano.

Sus padres se desesperan porque ya no saben qué hacer, y tienen conciencia de que la falta de sueño puede repercutir en la salud de ambos, aunque ahora ellos no lo entiendan así. Es un problema serio.

Sus intentos de castigarlos con el Wifi de la casa, quitarles el celular o los aparatos electrónicos, tienen un resultado inmediato pero no duradero, pues finalmente se los devuelven para estar comunicados con ellos cuando están fuera de casa.

EL DATO
20 años

A lo largo de su vida, una persona de 60 años pasó 20 años durmiendo, lo que ayudó para que los mecanismos de reparación del organismo se llevaran a cabo de manera correcta y su sistema inmunológico respondiera de la mejor forma.

GUÍA
Horas recomendadas de sueño

• Niño en edad escolar: 10-12 horas.
• Adolescente: 9-10 horas.
 
Otros problemas por no dormir bien

• Pesadillas.
• Terrores nocturnos.
• Sonambulismo.
• Hablar dormidos.
• Epilepsias nocturnas.
• Insomnio.

Higiene del sueño

Para que los niños y adolescentes tengan una mejor higiene de sueño es recomendable que hagan ejercicio durante el día, que no consuman chocolate, refrescos negros o café en la noche y eviten utilizar aparatos electrónicos cuando ya están acostados.

También que duerman siempre a la misma hora, al menos entre semana, y que cuando estén de vacaciones no se abuse en los desvelos, para que no tengan problemas para levantarse cuando regresen a la escuela.

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