Jalisco

Cirqueros defienden evolución de su espectáculo en México

Sostienen que han tenido que cambiar para armonizar su convivencia con los animales

GUADALAJARA, JALISCO (19/OCT/2014).- En fila india, tres dromedarios salen a la pista, con su paso lento y pausado.  El maestro de ceremonias afirma: “Los dromedarios nacieron en México y están en su hábitat. Son mexicanos y están donde habitan”.

Walter “El Rey de los Payasos” es su “entrenador” y con zanahorias en la mano logra que lo sigan y salten un pequeño obstáculo. “Con premios se entrenan, como los niños cuando sacan 10 en la escuela”.

También se aclara que no es un acto circense, sino una exhibición de cómo son entrenados los animales en el circo. Dos niñas pasan a la pista y premian a los  dromedarios con una zanahoria. “¿En qué otro espectáculo los niños pueden convivir con los animales?”, pregunta el maestro de ceremonias.

Éste fue uno de los últimos esfuerzos que el Circo Unión hizo en Guadalajara, en defensa de su espectáculo, que en caso de mantener los animales entre sus atractivos ya no se podrá presentar  otra vez en su propiedad conocida como “La Normal, La Normal,  La Normal”.

Walter “El Rey de los Payasos”, es la tercera generación de la familia Fuentes Gasca. Es nieto de Jesús Fuentes y María Luisa Gasca, fundadores de esta empresa circense, e hijo de Walter Fuentes, propietario actual del circo.

A los 15 años, el joven se sumó al elenco y aprendió a “entrenar” tigres, caballos y camellos. También se formó como trapecista y acróbata.

Walter junior dice que el circo mexicano evolucionó y que cambió los golpes por premios para lograr que animales salvajes obedezcan. Afirma que ya no se doma, sino que se “entrena”.

“Cuando un animal sale a la pista, el público se da cuenta si es maltratado, el público es el mejor juez, el mismo público es el que reclama, ¿por qué? No son tontos,  saben cuándo un animal está gordo, está bien comido, está bonito, tiene su pelaje bien”.

El cirquero de 24 años señala que los cambios que han hecho para armonizar su convivencia alargaron el proceso para montar un acto. “Si antes un tigre duraba uno o dos años, ahora dura tres años ¿por qué es más lento? Porque es con base en premios, tampoco se estresa el animal”.

La señora Patricia Rodríguez Pérez asistió a una de las últimas funciones que el Circo Unión dio en Guadalajara con animales. En su niñez le gustó este espectáculo, pero aclara: “La verdad por lo que han sacado en la televisión que maltrataban a los animales y todo eso, ya no me gusta”.

Aclara que regresó a un circo sólo porque su pequeña  hija quería conocer uno.

Tlaquepaque también analiza restricción

Tlaquepaque  podría ser el quinto municipio de la metrópoli que prohíba los circos con animales.

Desde agosto de 2013, la regidora del Partido Verde Ecologista, Érika Lizbeth Ramírez, presentó una iniciativa en ese sentido. Después de más de un año de estar en la congeladora, se prevé  que en un mes sea sometida a votación por el Ayuntamiento.

La autora de la propuesta aclara que se ha tardado su discusión en Tlaquepaque debido a que harán una reforma “integral”, aunque reconoce que todavía no contemplarán la prohibición de la tauromaquia, peleas de gallos, jaripeos y charreadas en este municipio.

En cambio, Tonalá no contempla  discutir este  tema en un corto plazo y, en caso de hacerlo, se abordarían todas las aristas, incluso el futuro de los animales de los circos, asegura su alcalde, Jorge Arana Arana.

De igual forma,  Juanacatlán e Ixtlahuacán de los Membrillos no tienen en su agenda continuar con esta tendencia.

LA VOZ DEL EXPERTO

El maltrato animal se convirtió en botín político

Mario López Amezcua
(académico de la UdeG)

“No se necesita golpear para que sea maltrato animal”, aclara Mario López Amezcua,  director del Hospital Veterinario de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

El zootecnista señala que basta con sacar a los animales salvajes de su hábitat natural para impactar negativamente su vida y cometer una “barbarie”.

A pesar de ello, el académico considera que el “maltrato animal” se ha tomado como un botín político en busca de simpatías en las próximas elecciones.

“Viene un año de elecciones, hay que ganar votos con los verdaderamente protectores y amantes de los animales,  que es donde está ahorita el voto político fuerte. Si quieren hablar de seguridad y economía la van a perder, estamos para el arrastre”.

Las reformas hechas en los municipios de Zapopan, Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga y El Salto  para prohibir el uso de animales en los circos no abordan esta problemática de forma global, dijo.

Aun cuando las reformas tienen fines políticos y no sociales, aclara que no  exime de responsabilidad a los cirqueros. No hay técnica para domar a un animal  que no evite  que se estresen, insiste.
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