Jalisco

Caravana de Madres centroamericanas sigue su paso por México

Comparten sus historias, aún con esperanza de hallar a sus hijos en el país

GUADALAJARA, JALISCO (07/DIC/2013).- La búsqueda del sueño americano tiene en México el mayor obstáculo a sortear. Para muchos de sudamericanos, dejar atrás el pago mínimo en sus países requiere hacerse del valor suficiente para atravesar la red ferroviaria del territorio nacional, esquivando tanto a la delincuencia organizada como a las autoridades, de cuyo operar malsano se sabe muy bien en los países del Sur del continente.
 
Todos saben que abordar " La Bestia" y dar inicio así a la aventura que se busca concluir con dólares en el bolsillo es "un suicidio". Para los familiares de centroamericanos que han probado la aventura de viajar al Norte, y cuyo destino hoy es incógnita, no hay duda alguna: México es un "cementerio de migrantes".
 
Y el Estado de Jalisco no es excepción. El reciente hallazgo de 84 cuerpos, pendientes de ser reconocidos, en fosas localizadas en los municipios de La Barca y Zapopan, es tema entre la comunidad extranjera.
 
Ana Enamorado, de origen hondureño, truena contra las autoridades mexicanas que no han resuelto el paradero de su hijo Óscar Antonio López. Acompaña a la Caravana de Madres Migrantes que recorren el territorio nacional, en búsqueda de familiares que desaparecieron tras anunciar un recorrido causado por escasez de oportunidades en sus respectivos países.
 
Le duele. Así lo siente.
 
Lamenta que en su paso por este país, día a día conozca más historias con "tanta tragedia" y poca respuesta de las autoridades. Le molesta la bienvenida que México le dio en un letrero cuando cruzó la frontera, pues tal abrazo le fue negado a su hijo, quien quizá tuvo qué esconderse de la delincuencia avanzando por "zonas aisladas", o tal vez fue "juzgado" por policías que escucharon un acento extraño al que respondieron con xenofobia.
 
A Ana, las autoridades a las que logró acercarse le pidieron resignación, pues para ellos la deducción más lógica es que su familiar ya había abandonado este plano. En una investigación exprés que inició y concluyó el mismo día, sobre un escritorio, se trató de ahuyentar su ánimo por abrazar nuevamente a Óscar. Pero la fuerza de Ana es mayor, y "sólo una prueba de ADN" puede corroborarle el deceso.
 
Y aunque ese fuera el caso. Y aunque su paso por Jalisco va acompañado con la noticia del hallazgo de fosas con cadáveres en dos puntos e identidades no confirmadas, saber qué exactamente ocurrió con su hijo aplacará la incertidumbre que la ahoga.
 
Su duda final: "¿Por qué las organizaciones, con los escasos recursos que tienen, logran encontrar a nuestros desaparecidos con vida? ¿Y por qué las autoridades no lo hacen? En el caso mío yo levanté la denuncia. Lo que han hecho es quererme tener engañada, pero a mí no me engañan: yo sé que no lo hacen, que no trabajan".
 
Un hermano que se fue
 
Aunque la caravana por los migrantes desaparecidos es de madres, también los padres que desconocen el paradero de su hijo tienen representatividad en el movimiento. Javier López, quien también reconoce a México como un "cementerio de migrantes", afirma que en este país "sólo por ser migrante" se detiene a las personas y se les lleva a la cárcel.
 
Ese es sitio en el que cree se encuentra su hermano Juan Carlos, originario de El Salvador.
 
Su lamento está en el actuar de la autoridad, que mantiene encarcelados a viajeros extranjeros y, asegura, impide que éstos tengan comunicación alguna con su familia. "Yo pido que abran esas cárceles. Dennos acceso a las organizaciones para saber quiénes están detenidos".
 
Llama a la conciencia de los guardias o incluso miembros del crimen organizado que gustan de extorsionar y maltratar a sus hermanos centroamericanos. "Si los papeles se invirtieran, ¿les gustaría que los violaran, que los secuestraran o que los asesinaran?".
 
Para saber:

Las asociaciones FM4 Paso Libre, Amnistía Internacional y el programa de Asuntos Migratorios del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), solicitan a los tres niveles de Gobierno vincular a instituciones como el Ministerio Público, el Instituto Nacional de Migración (INM), Províctima y la Comisión de Derechos Humanos, para garantizar no solo el acceso a la justicia, sino que se siga "el debido proceso".
 
Cifras
 
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, hay 24 mil 800 casos de migrantes extraviados en el país, pero la Caravana, que gracias al apoyo de organizaciones civiles ha logrado crear una base de datos a partir de pruebas de ADN, ha generado un registro que rebasa los 70 mil.
 
Datos del Sistema de Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas sitúan a Jalisco en el cuarto lugar nacional, con dos mil 230 casos. A la cima de la estadística se encuentran el Distrito Federal, el Estado de México y Tamaulipas.
 
En octubre pasado, FM4 Paso Libre presentó un informe que ubica a Jalisco como la Entidad donde se generan más agresiones contra migrantes que deciden perseguir el sueño americano por la ruta del Pacífico.
 
177 de los mil 813 casos documentados se han registrado en Jalisco. Los estados que siguen son el Estado de México, Sinaloa y Guerrero. Los centroamericanos son quienes más abusos padecen en su trayecto a los Estados Unidos.
 
Los hondureños liberan la estadística; a ellos siguen los guatemaltecos, los salvadoreños y, por último, los ciudadanos originarios de Nicaragua. Y los delitos que más padecen son: robo, lesiones, extorsión, secuestro y violación.
 
¿Qué es la caravana?
 
La Caravana de Madres Migrantes realiza un recorrido por 22 ciudades de 15 estados en el territorio mexicano, para buscar a familiares desaparecidos durante su recorrido al Norte. Eso, además de que ha logrado reunir a cinco migrantes con sus respectivos familiares, busca "hacer frente a la indiferencia y olvido de las autoridades" a la situación que atraviesan los migrantes en su paso por México. 
 
Este año con más de 40 madres las que salieron a las calles para hacer público su deseo por reunirse con sus familiares. También se rinde un homenaje a Emeteria Ramírez, una de las fundadoras del movimiento, y quien buscó durante 20 años a su hija, hasta que la encontró en 2010. Estaba en el Estado de México.
 
Este sábado se concretó la reunión entre Narcisa Gómez y su hijo Eugenio Juárez Gómez, quien desde 2005 abandonó Nicaragua para viajar a los Estados Unidos. Durante sus casi nueve años fuera de su hogar, Eugenio procreó una hija a la que visita constantemente; confía que su primogénita facilite su proceso de nacionalización.
 
Pero Narcisa, quien agradeció la posibilidad de volver a ver a su hijo, entre bromas aseguró que una vez en su país, "ataría por las patas" a su hijo, para que permanezca ahí. "Siempre comíamos una comida sabrosa el 24 de diciembre en la casa, pero sabía que él no estaba ahí. Pero esta Navidad la vamos a pasar feliz".

EL INFORMADOR/ ISAACK DE LOZA
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