Jalisco
Arcediano cancelado, pero en obra
La presa ya no es un proyecto oficial, pero en el fondo de la barranca continúan los trabajos. Argumentan que “no les han notificado”
CEA) trabaja todavía en la zona donde se construiría la Presa de Arcediano, en el fondo de la Barranca de Huentitán, porque la Comisión Nacional del Agua (
Conagua) no les ha notificado oficialmente que el proyecto está cancelado.
Ayer, los accesos —en auto o a pie— a la barranca eran cerrados por policías contratados por la CEA. Argumentan que es peligroso entrar porque “siguen dinamitando”; señalaron que —aunque se ha dicho en los medios de comunicación que el embalse está cancelado— en la CEA se rumora que hasta diciembre trabajarán, en tanto el Gobierno federal anuncia el nuevo proyecto sustituto.
“Las personas del área ejecutora (de la CEA) siguen trabajando en el proyecto, porque estamos en las mismas: no hay ninguna notificación oficial de que la presa no se hará y por lo tanto no han parado los trabajos. Supongo que trabajan porque tienen que entregar lo que se ha hecho a quien vaya a encabezar el proyecto en la Conagua”, explicaron en la CEA, donde no informaron cuánta gente sigue laborando ni qué es lo que están haciendo. Se especuló que las obras tienen que ver con el desvío del río, sin embargo, hasta hoy darán detalles.
El titular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, declaró el 29 de octubre, en Puerto Vallarta, que la Presa de Arcediano se cancelaba por el alto costo de la cortina compactada con rodillo (de 15 mil millones de pesos) que planteó la CEA. En su lugar, se haría una presa derivadora en el Río Verde.
Atletas y comerciantes mostraron su rechazo al proyecto y la posterior cancelación del mismo, “por el puro gastadero del gobierno en sus cochinadas”, porque “está muy mal que ya hasta sacaron a la gente del pueblo y quitaron el puente que tenía mucho valor histórico”.
En tanto, el diputado panista Jorge Salinas recordó ayer que el Gobierno estatal debe solicitar autorización al Congreso, para modificar el decreto que desde la administración estatal pasada prevé la edificación de la Presa de Arcediano y para ello, un crédito millonario. Advirtió que ante la apuesta de El Zapotillo para distribuir agua a la ciudad, el gobernador Emilio González debe presentar ante los diputados un cambio en el decreto que autoriza la construcción de la Presa de Arcediano y el ejercicio de un préstamo para este fin. “No hay recursos ni federales ni estatales para este proyecto (...), no lo digo yo, primero lo dijo el gobernador, luego el director de la CNA y el único que no acepta que ya se modificó (es César Coll). Es un desorden y una pérdida de dinero; es muy costoso en todos los sentidos”.
El Gobierno debe restituir el Puente de Arcediano en sitio original: INAH
El Gobierno del Estado tiene la obligación de restituir el Puente de Arcediano en el sitio donde fue desmantelado, dice el arquitecto Ignacio Gómez Arriola, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Jalisco, quien supervisó la obra cuando se quitó piedra por piedra. El especialista se siente “engañado” por la cancelación del proyecto.
“Cuando se permitió el traslado del puente, se supone que estaba todo listo para que se realizaran las obras. El INAH no es responsable de que no se haya hecho (el proyecto de Arcediano) y mínimo se les tiene que pedir que lo restituyan, es lo mínimo que tienen que hacer: la restitución del entorno, tanto de lo patrimonial como de lo ambiental. Lo que hicieron es un engaño público, sucedió lo mismo que con la Villa Panamericana”.
Gómez Arriola y la arquitecta Liza Nohemí Tapia García (quien también ejecuta las obras de restauración de la Isla de Mezcala y del Panteón de Belén) realizaron la investigación histórica del Puente de Arcediano y plantearon al Gobierno del Estado la posibilidad de trasladar el monumento 500 metros aguas debajo de su sitio original, proyecto que nunca se concluyó. “Si no cumplieron con eso y ahora la presa está cancelada, el compromiso moral es que lo reconstruyan en el sitio original”.
En 2005, la entonces Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) y el INAH firmaron un convenio que incluía la recuperación de lo arquitectónico y lo arqueológico. El Gobierno del Estado se comprometió a restituir y financiar todos los trabajos.
La dependencia estatal pagó a la arquitecta Liza Nohemí Tapia 114 mil 281 pesos por concepto del “Levantamiento y reubicación de monumento histórico ubicado en el área de afectación por el proyecto Presa Arcediano”, y 36 mil 699 pesos por “estudios estructurales complementarios del monumento histórico”. También se le pagó al INAH 333 mil pesos por el proyecto de Salvamento arqueológico en la zona a inundarse, pero nunca se concluyó porque la actual administración desconoce que se hayan hecho estos trabajos cuando Enrique Dau Flores era el director de la CEAS.
Para la arquitecta Martha Leticia Ulloa, del INAH Jalisco, en el Puente de Arcediano no hay “vuelta atrás”, pues hay elementos originales que no se pueden recuperar.
“De la estructura antigua realmente ya no queda nada. Solamente las pilastras, la parte inferior, porque no se pudo quitar. Parte de la piedra se reutilizó y otras están en el nuevo museo, en el nuevo puente que quedó inconcluso. Prácticamente sólo lo empezaron y luego dijeron que no había recursos. Nosotros pedimos año con año a la CEA que lo termine (este mes se les acaba la última prórroga que solicitaron al INAH)”.
La obra debería haberse terminado hace tres años, pero únicamente se inició con los estribos. La CEA tuvo problemas con la constructora y hasta el momento no ha dado entrevista para explicar qué sucederá con este monumento histórico.
El puente es del siglo XIX. En 1950, durante la administración de Jesús González Gallo, fue modificado. Por ello, la petición debe ser que se restituya conforme al proyecto original del ingeniero Salvador Collado Jasso, quien se inspiró en los puentes suspendidos europeos y en el vanguardista Puente de Brooklyn, Nueva York, realizado en 1883.
En cuanto a la justificación de que no hay recursos, Gómez Arriola considera que la obra no es muy cara porque las cuatro pilastras de cantera y el herraje ya existen.
“En lo que yo me quedé es que habían comprado el cable, la madera nueva… así que no sería muy cara la restitución. Tienen la obligación moral de restituir el daño al patrimonio”.
En su opinión, lo que sucede con este tipo de proyectos es que en Guadalajara hay “amnesia” porque se olvidan rápidamente los compromisos.
“Tienen que restituir el puente y el camino de empedrado de acceso como estaban originalmente, y tienen que hacer el parque ecológico que prometieron porque las tierras ya están compradas, al menos que las utilicen ahora que no habrá presa”.
Lo importante es recuperar este símbolo que tiene valor en el imaginario colectivo y que representaba la meta para todos los deportistas que bajan la Barranca de Huentitán.
¿En qué quedaron las obras del nuevo puente? Martha Leticia Ulloa refiere que “todo quedó apenas empezado. Se hizo el museo de sitio, la construcción al menos de los muros, donde se supone que guardan todo lo del viejo puente. Se hizo la explanada y se levantó parte de la pilastra, pero fue muy poco”.
Agrega que al desmontar el viejo, se perdió toda la madera y los cables porque ya estaban viejos y a la vez detectaron el testimonio de un puente virreinal anterior.
“Solo queda la base, debajo del cimiento; se puede apreciar que hubo otra estructura”.
El desmantelamiento del Puente del siglo XIX comenzó en mayo de 2007 y para diciembre estaba suspendida la obra.
“Volvimos en 2008 y estaba todo con hierbas. Pidieron prórroga que ya se les vence este mes”.
Condicionantes del INAH desde 2006
Que el nuevo emplazamiento garantice la utilización plena y disfrute del puente por la comunidad.
Que continúe vinculado al colonial “Camino de Herradura”, que baja de Huentitán el Alto rumbo a Mazuala.
Que el nuevo emplazamiento contenga las condiciones paisajísticas y topográficas que le dieron origen.
Que la nueva ubicación del puente garantice su fácil accesibilidad y mantenimiento constante y conservación.
La historia
El Puente de Arcediano unía, desde tiempos coloniales, a las poblaciones de la ciudad de Zacatecas y del Norte del Estado con Guadalajara, y se ubicaba 500 metros debajo de donde se unen los ríos Verde y Santiago.
Los otros pasos eran el de Puente Grande, en Tolotlán, que era el paso hacia la Ciudad de México, y el paso de San Cristóbal de la Barranca, rumbo a Colotlán y las minas de Bolaños.
El puente se construyó porque era un punto estratégico para unir las dos laderas, ya que la infraestructura más próxima para cruzar ganado y mercancías era la de Tolotlán.
En la época colonial se intentó construir un puente rudimentario. Esto se determina porque se encontró un pilastrón de mampostería de piedra que enfrenta la corriente.
En el siglo XIX, este puente era muy práctico porque de ahí se cruzaba rumbo a Zacatecas. En 1844 se colocan cinco grandes muros de mampostería de piedra que soportaban una estructura de madera. Pero ésta se arruinó por las crecidas del Río Santiago.
La obra fue pionera por ser el primer puente suspendido en México. Se utilizaron materiales como piedra y madera extraídas de zonas aledañas.
Desde su origen fue concebido para el paso de “recuas” de burros con mercancía y para el paso de animales destinados al Rastro de Guadalajara.
El puente fue testigo de escaramuzas armadas durante la Revolución Mexicana y durante la Cristiada.
En 1950, el puente sucumbe por el paso de una manada de vacas y el gobernador Jesús González Gallo lo reconstruye en 1952.
En 2007, la CEA desmantela el Monumento Histórico y comienza a construir el nuevo puente 500 metros aguas abajo del Río Santiago, que nunca se concluyó.
El arquitecto Ignacio Gómez Arriola afirma que las autoridades consumaron “un engaño público… sucedió lo mismo que con la Villa Panamericana”
El constructor, Salvador Collado Jasso, se inspiró en los puentes suspendidos europeos y en el vanguardista Puente de Brooklyn, Nueva York.
Hace dos años, autoridades estatales desmantelaron el monumento histórico.
El puente sería reubicado 500 metros aguas abajo del Río Santiago, pero nunca se concluyó.
FRASES
Veo mal que se haya cancelado porque ya sacaron a la gente y quitaron el puente, María del Rocío Borras.
Está muy mal que hayan quitado el puente; ahí pasábamos para el otro lado y ya no hay acceso, Manuel Goché.
Fue puro desperdicio de dinero, Fernando Jacobo.
GUADALAJARA, JALISCO.- La Comisión Estatal del Agua (
Ayer, los accesos —en auto o a pie— a la barranca eran cerrados por policías contratados por la CEA. Argumentan que es peligroso entrar porque “siguen dinamitando”; señalaron que —aunque se ha dicho en los medios de comunicación que el embalse está cancelado— en la CEA se rumora que hasta diciembre trabajarán, en tanto el Gobierno federal anuncia el nuevo proyecto sustituto.
“Las personas del área ejecutora (de la CEA) siguen trabajando en el proyecto, porque estamos en las mismas: no hay ninguna notificación oficial de que la presa no se hará y por lo tanto no han parado los trabajos. Supongo que trabajan porque tienen que entregar lo que se ha hecho a quien vaya a encabezar el proyecto en la Conagua”, explicaron en la CEA, donde no informaron cuánta gente sigue laborando ni qué es lo que están haciendo. Se especuló que las obras tienen que ver con el desvío del río, sin embargo, hasta hoy darán detalles.
El titular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, declaró el 29 de octubre, en Puerto Vallarta, que la Presa de Arcediano se cancelaba por el alto costo de la cortina compactada con rodillo (de 15 mil millones de pesos) que planteó la CEA. En su lugar, se haría una presa derivadora en el Río Verde.
Atletas y comerciantes mostraron su rechazo al proyecto y la posterior cancelación del mismo, “por el puro gastadero del gobierno en sus cochinadas”, porque “está muy mal que ya hasta sacaron a la gente del pueblo y quitaron el puente que tenía mucho valor histórico”.
En tanto, el diputado panista Jorge Salinas recordó ayer que el Gobierno estatal debe solicitar autorización al Congreso, para modificar el decreto que desde la administración estatal pasada prevé la edificación de la Presa de Arcediano y para ello, un crédito millonario. Advirtió que ante la apuesta de El Zapotillo para distribuir agua a la ciudad, el gobernador Emilio González debe presentar ante los diputados un cambio en el decreto que autoriza la construcción de la Presa de Arcediano y el ejercicio de un préstamo para este fin. “No hay recursos ni federales ni estatales para este proyecto (...), no lo digo yo, primero lo dijo el gobernador, luego el director de la CNA y el único que no acepta que ya se modificó (es César Coll). Es un desorden y una pérdida de dinero; es muy costoso en todos los sentidos”.
El Gobierno debe restituir el Puente de Arcediano en sitio original: INAH
El Gobierno del Estado tiene la obligación de restituir el Puente de Arcediano en el sitio donde fue desmantelado, dice el arquitecto Ignacio Gómez Arriola, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Jalisco, quien supervisó la obra cuando se quitó piedra por piedra. El especialista se siente “engañado” por la cancelación del proyecto.
“Cuando se permitió el traslado del puente, se supone que estaba todo listo para que se realizaran las obras. El INAH no es responsable de que no se haya hecho (el proyecto de Arcediano) y mínimo se les tiene que pedir que lo restituyan, es lo mínimo que tienen que hacer: la restitución del entorno, tanto de lo patrimonial como de lo ambiental. Lo que hicieron es un engaño público, sucedió lo mismo que con la Villa Panamericana”.
Gómez Arriola y la arquitecta Liza Nohemí Tapia García (quien también ejecuta las obras de restauración de la Isla de Mezcala y del Panteón de Belén) realizaron la investigación histórica del Puente de Arcediano y plantearon al Gobierno del Estado la posibilidad de trasladar el monumento 500 metros aguas debajo de su sitio original, proyecto que nunca se concluyó. “Si no cumplieron con eso y ahora la presa está cancelada, el compromiso moral es que lo reconstruyan en el sitio original”.
En 2005, la entonces Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) y el INAH firmaron un convenio que incluía la recuperación de lo arquitectónico y lo arqueológico. El Gobierno del Estado se comprometió a restituir y financiar todos los trabajos.
La dependencia estatal pagó a la arquitecta Liza Nohemí Tapia 114 mil 281 pesos por concepto del “Levantamiento y reubicación de monumento histórico ubicado en el área de afectación por el proyecto Presa Arcediano”, y 36 mil 699 pesos por “estudios estructurales complementarios del monumento histórico”. También se le pagó al INAH 333 mil pesos por el proyecto de Salvamento arqueológico en la zona a inundarse, pero nunca se concluyó porque la actual administración desconoce que se hayan hecho estos trabajos cuando Enrique Dau Flores era el director de la CEAS.
Para la arquitecta Martha Leticia Ulloa, del INAH Jalisco, en el Puente de Arcediano no hay “vuelta atrás”, pues hay elementos originales que no se pueden recuperar.
“De la estructura antigua realmente ya no queda nada. Solamente las pilastras, la parte inferior, porque no se pudo quitar. Parte de la piedra se reutilizó y otras están en el nuevo museo, en el nuevo puente que quedó inconcluso. Prácticamente sólo lo empezaron y luego dijeron que no había recursos. Nosotros pedimos año con año a la CEA que lo termine (este mes se les acaba la última prórroga que solicitaron al INAH)”.
La obra debería haberse terminado hace tres años, pero únicamente se inició con los estribos. La CEA tuvo problemas con la constructora y hasta el momento no ha dado entrevista para explicar qué sucederá con este monumento histórico.
El puente es del siglo XIX. En 1950, durante la administración de Jesús González Gallo, fue modificado. Por ello, la petición debe ser que se restituya conforme al proyecto original del ingeniero Salvador Collado Jasso, quien se inspiró en los puentes suspendidos europeos y en el vanguardista Puente de Brooklyn, Nueva York, realizado en 1883.
En cuanto a la justificación de que no hay recursos, Gómez Arriola considera que la obra no es muy cara porque las cuatro pilastras de cantera y el herraje ya existen.
“En lo que yo me quedé es que habían comprado el cable, la madera nueva… así que no sería muy cara la restitución. Tienen la obligación moral de restituir el daño al patrimonio”.
En su opinión, lo que sucede con este tipo de proyectos es que en Guadalajara hay “amnesia” porque se olvidan rápidamente los compromisos.
“Tienen que restituir el puente y el camino de empedrado de acceso como estaban originalmente, y tienen que hacer el parque ecológico que prometieron porque las tierras ya están compradas, al menos que las utilicen ahora que no habrá presa”.
Lo importante es recuperar este símbolo que tiene valor en el imaginario colectivo y que representaba la meta para todos los deportistas que bajan la Barranca de Huentitán.
¿En qué quedaron las obras del nuevo puente? Martha Leticia Ulloa refiere que “todo quedó apenas empezado. Se hizo el museo de sitio, la construcción al menos de los muros, donde se supone que guardan todo lo del viejo puente. Se hizo la explanada y se levantó parte de la pilastra, pero fue muy poco”.
Agrega que al desmontar el viejo, se perdió toda la madera y los cables porque ya estaban viejos y a la vez detectaron el testimonio de un puente virreinal anterior.
“Solo queda la base, debajo del cimiento; se puede apreciar que hubo otra estructura”.
El desmantelamiento del Puente del siglo XIX comenzó en mayo de 2007 y para diciembre estaba suspendida la obra.
“Volvimos en 2008 y estaba todo con hierbas. Pidieron prórroga que ya se les vence este mes”.
Condicionantes del INAH desde 2006
Que el nuevo emplazamiento garantice la utilización plena y disfrute del puente por la comunidad.
Que continúe vinculado al colonial “Camino de Herradura”, que baja de Huentitán el Alto rumbo a Mazuala.
Que el nuevo emplazamiento contenga las condiciones paisajísticas y topográficas que le dieron origen.
Que la nueva ubicación del puente garantice su fácil accesibilidad y mantenimiento constante y conservación.
La historia
El Puente de Arcediano unía, desde tiempos coloniales, a las poblaciones de la ciudad de Zacatecas y del Norte del Estado con Guadalajara, y se ubicaba 500 metros debajo de donde se unen los ríos Verde y Santiago.
Los otros pasos eran el de Puente Grande, en Tolotlán, que era el paso hacia la Ciudad de México, y el paso de San Cristóbal de la Barranca, rumbo a Colotlán y las minas de Bolaños.
El puente se construyó porque era un punto estratégico para unir las dos laderas, ya que la infraestructura más próxima para cruzar ganado y mercancías era la de Tolotlán.
En la época colonial se intentó construir un puente rudimentario. Esto se determina porque se encontró un pilastrón de mampostería de piedra que enfrenta la corriente.
En el siglo XIX, este puente era muy práctico porque de ahí se cruzaba rumbo a Zacatecas. En 1844 se colocan cinco grandes muros de mampostería de piedra que soportaban una estructura de madera. Pero ésta se arruinó por las crecidas del Río Santiago.
La obra fue pionera por ser el primer puente suspendido en México. Se utilizaron materiales como piedra y madera extraídas de zonas aledañas.
Desde su origen fue concebido para el paso de “recuas” de burros con mercancía y para el paso de animales destinados al Rastro de Guadalajara.
El puente fue testigo de escaramuzas armadas durante la Revolución Mexicana y durante la Cristiada.
En 1950, el puente sucumbe por el paso de una manada de vacas y el gobernador Jesús González Gallo lo reconstruye en 1952.
En 2007, la CEA desmantela el Monumento Histórico y comienza a construir el nuevo puente 500 metros aguas abajo del Río Santiago, que nunca se concluyó.
El arquitecto Ignacio Gómez Arriola afirma que las autoridades consumaron “un engaño público… sucedió lo mismo que con la Villa Panamericana”
El constructor, Salvador Collado Jasso, se inspiró en los puentes suspendidos europeos y en el vanguardista Puente de Brooklyn, Nueva York.
Hace dos años, autoridades estatales desmantelaron el monumento histórico.
El puente sería reubicado 500 metros aguas abajo del Río Santiago, pero nunca se concluyó.
FRASES
Veo mal que se haya cancelado porque ya sacaron a la gente y quitaron el puente, María del Rocío Borras.
Está muy mal que hayan quitado el puente; ahí pasábamos para el otro lado y ya no hay acceso, Manuel Goché.
Fue puro desperdicio de dinero, Fernando Jacobo.
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