Jalisco

Allá en La Fuente

“Hice cola” desde las seis de la mañana, nomás para pagar el refrendo y aprovechar que me quedan algunos centavos del aguinaldo

El refrendo del vocho

– ¡Ah, qué caray! Un día del año que madrugo y otra vez “me dieron cuello”.

Don Alberto estaba echando pestes... el “¡ah qué caray!” era un despliegue de elegancia, entre tantas vociferaciones que lanzaba al aire.

– ¡Tranquilo don Beto! ¿Quién lo hizo enojar tanto?

– ¡¿Quién más?! ¡El gobierno malhadado que tenemos!

– ¿Y ahora qué?

– Te digo que un día del año que madrugo... ¡y para pagar impuestos! Fui a la recaudadora, “hice cola” desde las seis de la mañana, nomás para pagar el refrendo y aprovechar que todavía me quedan algunos centavos del aguinaldo. Yo quería aprovechar el descuento que le dan a los que pagan primero, pero como no llevaba yo ningún papel para demostrar que ya le hice la verificación a mi vocho, no me hicieron el descuento.

– ¿Cómo que la verificación vehicular? ¿Qué tiene que ver eso con el refrendo, y además, si su vocho es del ‘año del caldo’, todavía tiene que pagar el refrendo?

– ¡Sí hombre! La única manera de que mi carrito y yo dejemos de pagar impuestos es hasta que estemos tres metros bajo tierra... y quién sabe. También en los panteones pagan impuestos.

– ¡Cierto y positivo! – le dije – quieeeeen sabe.
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