Jalisco dirige expansión de berries al Norte
El objetivo es que la producción de este fruto pueda crecer sin generar daños al medio ambiente
La Asociación Nacional de Exportadores de Berries (Aneberries) planea cultivar berries en el Norte del Estado, como parte de una estrategia de combate al efecto por la producción de frutos rojos en el Sur de la Entidad.
Aneberries comunicó que la zona cuenta con tierras adecuadas, agua, buen clima y mano de obra para el cultivo de fresa, arándano, frambuesa y zarzamora. El proyecto piloto, que se podría concretar el próximo verano, se trabaja en colaboración con el Gobierno de Jalisco.
Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), dijo que trabaja en el desarrollo de una política pública “que permita regular el crecimiento descontrolado de la producción de berries en el Estado, principalmente en el Paisaje Agavero y el municipio de Tapalpa”.
“Lo que se busca no es limitar la producción de berries, sino encontrar el mejor lugar para la siembra del producto sin generar daños ambientales”, explicó la dependencia a esta casa editorial.
Empresarios y académicos consideraron que la regulación del cultivo de berries en Jalisco es una medida adecuada ante el impacto ecológico y las condiciones laborales que existen en este mercado, luego de la expansión que ha tenido en los últimos años.
El gobernador Enrique Alfaro anunció durante una visita a Juanacatlán, en febrero pasado, que está en marcha un plan para regular estos frutos. Con la estrategia se busca reducir la deforestación que los productores de berries realizan en la Sierra Sur. A principios de este mes, Alberto Esquer Gutiérrez, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco (Sader), confirmó que se trabaja en el ordenamiento.
Alejandro Macías, investigador especializado en producción agroalimentaria de la Universidad de Guadalajara, comentó que se requiere un proyecto de ordenamiento territorial que tome en cuenta la opinión de los productores y que le dé un margen de crecimiento al mercado sin afectar otros bienes territoriales.
“Vemos con buenos ojos la propuesta que hace el gobernador de revisar la situación de esta agroindustria”, indicó.
El alto nivel de consumo de agua, el uso de agroquímicos y la utilización excesiva de plásticos son tres grandes factores que generan problemas ambientales, explicó el académico.
Preparan registro para productores de berries
La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) informó que elaborará un padrón único de productores de berries, con el objetivo de conocer el nivel de cumplimiento de normas ambientales de cada uno. Asimismo, realizarán un mapeo para delimitar las zonas de producción agrícola, que servirá como base para el proyecto regulatorio.
Desde la anterior administración comenzaron los esfuerzos para ordenar el cultivo de berries, tras señalamientos ambientales y de cuidado al paisaje, sin embargo las propuestas no se concretaron. Por ejemplo, la pasada Dirección General de Planeación y Ordenamiento Territorial propuso al municipio un convenio para llevar a cabo un estudio de impacto ambiental, el cual brindaría lineamientos en el tema.
La anterior gestión estatal también realizó un análisis al respecto, en el que propusieron que en el reglamento de zonificación, construcción, o el que se considere necesario, se pidiera un estudio de impacto y riesgo ambiental a toda aquella actividad de agricultura protegida. Una de las principales estrategias era obligar a que los productores informaran sobre las sustancias a utilizar en sus cultivos, con el objetivo de dar preferencia a abonos orgánicos, y la elaboración de un programa de vigilancia epidemiológica para trabajadores agrícolas.
Asimismo se planteó la creación de una zona de protección de un radio de cinco kilómetros al límite del polígono que integra la cabecera municipal. “Deberán de integrar una evaluación paisajística de al menos tres metodologías distintas para mostrar que el valor del paisaje no se verá afectado”, se indicó en el documento.
De acuerdo con el artículo 15 de la Ley Estatal del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, el ordenamiento ecológico regional del Estado será formulado por la Secretaría, considerando las diferentes regiones del territorio estatal, en escalas que permitan a los gobiernos municipales, la elaboración y expedición de los ordenamientos locales, así como de sus planes de desarrollo. Uno de esos criterios incluye el impacto ambiental de nuevos asentamientos humanos, “obras o actividades agropecuarias, industriales, comerciales o de servicios”.
Por otro lado, el artículo 30 del reglamento de Ecología y Protección Ambiental de Tapalpa indica que la realización de obras y actividades públicas o privadas que puedan causar desequilibrio ecológico o afectaciones, deberán sujetarse a la autorización previa de la Dirección de Ecología Municipal.
“Siempre que no se trate de obras o actividades de la Federación o Estado”, la legislación marca que será una obligación cumplir con los lineamientos que se impongan una vez que se revise el impacto ambiental, sin perjuicio de otras autorizaciones.
Crecen cultivos en 2018
El mercado de las berries ha tenido un crecimiento importante. En el último informe presentado por el Gobierno del Estado, se indicó que en 2013 se cultivaban poco más de dos mil hectáreas de fresas, zarzamoras, frambuesas y arándanos. La cifra se triplicó en 2018. A finales del año pasado, se informó que registraron las siete mil hectáreas en cultivo de berries.
El éxito de las berries en Jalisco se debe a varios factores. Uno de los principales motivos es que se trata de un negocio con alta rentabilidad, pues los especialistas mencionan que al segundo año de producción se puede recuperar la inversión, además de que la oferta mexicana suple el desabasto en los mercados de Estados Unidos y Canadá, en los meses que no hay producción local.
Esto ha propiciado que los productores de la zona opten por producir frutos rojos en lugar de otros productos, como el maíz.
De acuerdo con dos investigaciones de uso de suelo realizadas en Ciudad Guzmán y Tapalpa, la presencia de invernaderos ha aumentado en estos municipios, en áreas que solían ser para cultivos a campo abierto. En el año 2000, los invernaderos eran prácticamente inexistentes en Tapalpa; sin embargo, para 2015 pasaron a ocupar 902 hectáreas. Un fenómeno similar ocurre en Ciudad Guzmán, donde los invernaderos pasaron a representar mil 200 hectáreas en el mismo periodo de tiempo.
Según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2016 se sembraron 33.6 mil hectáreas de berries a nivel nacional, de las cuales se obtuvieron 858 mil toneladas del producto, que tuvieron un valor total de 22 mil 651 millones de pesos.
“En los últimos cinco años, 46% de la superficie sembrada de berries correspondió a zarzamora; no obstante, la fresa fue la más importante en términos de volumen, debido a que la mayoría del fruto que se cultiva en nuestro país es bajo agricultura protegida”.
De 21 estados que producen berries, el volumen de producción es cubierto en un 96.8% por Michoacán, Jalisco, Baja California y Guanajuato, de acuerdo con el SIAP.
La Asociación Nacional de Exportadores de Berries (Aneberries) representa a los productores, con el objetivo de “facilitar las exportaciones, garantizar la inocuidad alimentaria, fomentar, promover y defender el comercio y la apertura de nuevos mercados e incentivar el perfeccionamiento profesional de sus asociados, asumiendo una postura socialmente responsable y protegiendo el medio ambiente”.
En la ficha hidrológica de Tapalpa, realizada por la Comisión Estatal del Agua, se indica que 8.5 de cada diez litros de agua, ya sea superficial o subterránea, son para uso agrícola.
LA VOZ DEL EXPERTO
Utilizan sustancias que dañan la salud
Jaime Morales (académico del ITESO)
Una de las prácticas poco adecuadas que ocurren en el cultivo de berries es el uso de agroquímicos, como el bromuro de metilo, una sustancia que se encuentra prohibida en tratados internacionales.
“Es peligrosa la utilización de muchos insecticidas, tiene muy alto impacto sobre la salud”, explicó el experto en agroecología.
Destacó que el bromuro es un plaguicida que se encuentra en la lista del Protocolo de Montreal, como una de las sustancias que ocasionan un mayor daño a la capa de ozono. El académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) remarcó que aunque la sustancia no se debería utilizar, su implementación sigue siendo una práctica común en la industria agrícola.
“El bromuro de metilo es usado al comenzar la siembra, ya que prácticamente esteriliza el suelo”, apuntó.
Dijo que los invernaderos representan un problema por el uso de plásticos, pues la instalación de estos ocasiona la destrucción de la vegetación de la zona. Detalló que otro aspecto a señalar es que la producción genera desechos que superan la capacidad de los basureros de los municipios del interior del Estado. Y cada año el aumento de basura es mayor.
Además, la producción de berries requiere mucha agua, en zonas donde el recurso tiene poca disponibilidad, como es el caso de Tapalpa. El agua no siempre se recupera, pues los plásticos impiden que pueda escurrir de manera normal a través del suelo.
Piden mejorar empleos en el sector
A pesar de que la regulación ha estado orientada a disminuir los efectos ambientales que el cultivo de berries ha provocado en los municipios ubicados en la Sierra Sur de Jalisco, académicos y activistas coinciden en que la regulación también debe tomar en cuenta mejorar la situación de los trabajadores.
Anan Nodedt, activista de Tapalpa y expresidente de la asociación Salto del Nogal, mencionó que el problema de las berries en el Estado tiene muchas aristas. Uno de los factores es la situación de desventaja en que se encuentran quienes laboran en el cultivo y producción. Recordó que se han detectado casos en donde los trabajadores, muchos originarios del sur del país, viven en condiciones de hacinamiento.
Alejandro Macías, académico de la Universidad de Guadalajara, coincidió con esta problemática.
“Estos son cultivos intensivos en mano de obra. Los productores o las empresas tienen que hacerse de población que trabaje para ellos. Muchos son jornaleros indígenas que vienen de los estados del sur, a los que las condiciones laborales y de vivienda que se les da no son las mejores”.
Además, el cultivo de berries se realiza en gran medida bajo el esquema de agricultura por contrato, en el cual los productores se comprometen a generar un volumen determinado de producto, el cual es adquirido por las agroempresas que luego las exportan. Por lo general, es la empresa quien invierte en la tecnología necesaria para llevar a cabo la labor.
La tesis de maestría “Estudio de los factores clave de éxito en la cadena alimenticia de algunas frutas: el caso del Estado de Jalisco (México)”, realizada por Luis Eduardo Vallejo, se indica que una vulnerabilidad del mercado de berries es el poco control que tienen los productores sobre sus cultivos, a comparación de las agroempresas.
“El único modo de superar esta condición de vulnerabilidad es que al momento que el productor tenga que decidir para quién producir, tenga al menos dos opciones y entre ellas escoger la más rentable”, se describe en el documento.
Numeralia
Siete mil hectáreas de berries son cultivadas en el Estado.
60 por ciento de las exportaciones de berries se producen en Jalisco.
70 mil empleos directos existen como consecuencia del cultivo.
8.5 litros de agua de cada diez en Tapalpa son utilizados para la industria agrícola.
CLAVES
Plástico. La utilización de plásticos para los invernaderos invade el paisaje y genera gran cantidad de basura.
Agua. El cultivo de berries requiere de mucha agua, la cual no puede volver a infiltrarse en los mantos freáticos.
Valor. El valor de las exportaciones de berries fue de dos mil millones de dólares en 2017.
Cambio. Algunos productores de agave sustituyen sus cultivos por berries. Esto ha generado conflictos en localidades cercanas a Tequila, por la protección del Paisaje Agavero.
TELÓN DE FONDO
Preocupa imagen de Tapalpa
El tema de la agricultura protegida ha sido señalado por habitantes de Tapalpa. Este medio publicó, en octubre del año pasado, que preocupaba una afectación a la imagen de Pueblo Mágico. Según el Reglamento de Construcción y Conservación de Imagen Urbana de Tapalpa, el paisaje es un bien común que no solamente da más calidad a la vida de sus habitantes permanentes, sino que constituye un elemento de suma importancia para el turismo.
Por ese motivo, la Asociación Nacional de Exportadores de Berries (Aneberries) se mostró a favor de un crecimiento ordenado de sus cultivos. La asociación dijo que son respetuosos y trabajan en conjunto con los diferentes sectores. En Tapalpa algunos productores agremiados cambiaron la ubicación de sus cultivos para no causar daños al paisaje del Pueblo Mágico.
A principios de este mes, el presidente de Aneberries, Aldo Mares, afirmó que los cultivos de agricultura protegida no afectan la imagen del Paisaje Agavero ni dejan consecuencias ambientales.
El líder destacó que los problemas señalados fueron ocasionados por productores que no forman parte de la agrupación. Adelantó que en Tequila comenzarán mesas de trabajo para definir criterios y alinear estrategias con los Gobiernos y los sectores involucrados.
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