Internacional
Tras rebelión cambia el poder en Kirguistán
La ex ministra de Exteriores, Rosa Otunbáyeva, afirma que la oposición asume el Gobierno del país ubicado en Asia Central
BISKEK, KIRGUISTÁN.- La pobreza, el aumento de precios y la corrupción de funcionarios fue el coctel molotov que detonó con una serie de manifestaciones que ayer tuvieron su clímax en Kirguistán, al morir bajo el fuego de la Policía de elite gubernamental decenas de opositores al régimen del presidente Kurmanbek Bakiyev, quien huyó de la capital Biskek tras la masacre. La dirigente opositora Rosa Otunbáyeva asumió el poder tras la rebelión.
El descontento contra las políticas de Bakiyev, quien precisamente llegó a la silla presidencial mediante la revuelta llamada “Revolución de los Tulipanes” en 2005, se encendió hace tres años, se recrudeció en marzo pasado y ayer desencadenó una serie de protestas que terminaron con la oposición al mando de esta nación de Asia Central, vecina de Kazajstán, Uzbekistán, Tayikistán y China.
“El poder de la república lo controla la oposición. El presidente se encuentra no se sabe dónde”, señaló a la agencia rusa Interfax, Otunbáyeva, ex ministra de Exteriores y jefa del Gobierno de confianza popular formado por la oposición.
Se desconoce el paradero del mandatario (podría haber escapado a Osh, segunda ciudad del país) y, ante los hechos violentos, dimitió el primer ministro Daniyar Usenov. “Firmó su renuncia y me la entregó. Nos distribuiremos las principales carteras y cumpliremos con nuestras funciones para garantizar la estabilidad del país”, dijo Otunbáyeva.
Confusión sobre las víctimas
El Ministerio de Salud dijo que 40 personas murieron y más de 400 resultaron heridas en los choques con la Policía. El activista opositor, Toktoim Umetalieva, había dicho previamente que un centenar de personas perecieron cuando la Policía abrió fuego.
En uno de los hospitales de Biskek, decenas de manifestantes heridos ocupaban los corredores, a una cuadra de la plaza principal. Los médicos no se daban abasto con la multitud de pacientes. Algunas enfermeras se inclinaban llorando sobre los cadáveres, los médicos se hablaban a los gritos y los pisos estaban cubiertos de sangre.
La oposición y sus simpatizantes parecían estar en ventaja ante el Gobierno después de que anocheció. El líder de los opositores, Keneshbek Duishebayev, estaba sentado en la oficina del jefe de la Agencia de Seguridad Nacional, sucesora de la KGB en Kirguistán.
La gota que derramó el vaso
El reciente aumento de 200% en los precios de servicios públicos como electricidad y combustible de calefacción resultaron aditivos para exacerbar los ánimos de los ciudadanos de un país cuya economía es la 184 del mundo, pues en contraparte vieron cómo se enriqueció el mandatario Kurmanbek Bakiyev y su familia, dando rienda suelta a la impunidad y a la corrupción.
El Gobierno derrocado siguió una política de represión contra los opositores, con intimidaciones y encarcelamiento para quienes se expresaban diferente, así como represalias contra los medios libres.
A ello, hay que sumarle la inconformidad de los kirguisos por la base aérea estadounidense, ubicada en Manas, a las afueras de la capital Biskek, ya que desde ahí se intenta frenar la extensión de los militantes islamitas procedentes de Afganistán.
De ahí la alarma de potencias como Estados Unidos, Rusia y China, ante la inestabilidad en Kirguistán, ya que podría tener consecuencias imprevisibles para la región entera, coinciden analistas internacionales.
El país, hoy
Nombre Oficial: República Kirguisa
Capital: Bishkek
Población: Cinco millones 431 mil 747 habitantes (estimado hasta julio 2009)
Área Geográfica: Es un país montañoso de Asia Central, sin salida al mar. Sus habitantes están distribuidos en 198 mil 500 kilómetros cuadrados.
Forma de Gobierno: Kirguistán es una república democrática de carácter laico, según lo descrito en la Constitución de 1993.
Actual mandatario: El presidente electo Kurmanbek Bakiyev, por golpe de Estado, el presidente de facto es Rosa Otunbáyeva.
Datos económicos: Su Producto Interno Bruto es de dos mil 100 dólares (estimado a 2009) y su economía tiene el lugar 184 a nivel mundial.
Su producción agrícola: abarca tabaco, algodón, papas, verduras, uvas, frutas y bayas, ovejas, cabras, ganado vacuno y lana.
Industria: La exportación de oro, carbón, antimonio y uranio, entre otros, ha supuesto un importante acicate para la rápida industrialización, así como depósitos de petróleo y gas natural.
Perfiles
Revolucionarios por la presidencia
Kurmanbek Saliyevich Bakiyev
Nacido el primero de agosto de 1949 en Masadan, llegó a presidente de Kirguistán en 2005, tras la revuelta llamada “Revolución de los Tulipanes” que determinó la salida del entonces mandatario Askar Akayev.
En 1972 se graduó en el Instituto Politécnico de Kuybyshev como ingeniero eléctrico; y de 1974 a 1976 sirvió en el Ejército Rojo soviético.
Bakiyev es el líder del Movimiento Popular de Kirguistán
Rosa Otunbáyeva
De 59 años, nació en la ciudad de Osh. Es licenciada por la facultad de filosofía de la Universidad de Moscú, y fue la primera representante diplomática de Kirguistán en Londres, y una de las principales figuras de la rebelión de 2005 que acabó con el primer presidente del país tras la caída de la URSS, Askar Akayev.
Sostiene que esa revuelta fue una lucha del pueblo contra la corrupción de los gobernantes.
El descontento contra las políticas de Bakiyev, quien precisamente llegó a la silla presidencial mediante la revuelta llamada “Revolución de los Tulipanes” en 2005, se encendió hace tres años, se recrudeció en marzo pasado y ayer desencadenó una serie de protestas que terminaron con la oposición al mando de esta nación de Asia Central, vecina de Kazajstán, Uzbekistán, Tayikistán y China.
“El poder de la república lo controla la oposición. El presidente se encuentra no se sabe dónde”, señaló a la agencia rusa Interfax, Otunbáyeva, ex ministra de Exteriores y jefa del Gobierno de confianza popular formado por la oposición.
Se desconoce el paradero del mandatario (podría haber escapado a Osh, segunda ciudad del país) y, ante los hechos violentos, dimitió el primer ministro Daniyar Usenov. “Firmó su renuncia y me la entregó. Nos distribuiremos las principales carteras y cumpliremos con nuestras funciones para garantizar la estabilidad del país”, dijo Otunbáyeva.
Confusión sobre las víctimas
El Ministerio de Salud dijo que 40 personas murieron y más de 400 resultaron heridas en los choques con la Policía. El activista opositor, Toktoim Umetalieva, había dicho previamente que un centenar de personas perecieron cuando la Policía abrió fuego.
En uno de los hospitales de Biskek, decenas de manifestantes heridos ocupaban los corredores, a una cuadra de la plaza principal. Los médicos no se daban abasto con la multitud de pacientes. Algunas enfermeras se inclinaban llorando sobre los cadáveres, los médicos se hablaban a los gritos y los pisos estaban cubiertos de sangre.
La oposición y sus simpatizantes parecían estar en ventaja ante el Gobierno después de que anocheció. El líder de los opositores, Keneshbek Duishebayev, estaba sentado en la oficina del jefe de la Agencia de Seguridad Nacional, sucesora de la KGB en Kirguistán.
La gota que derramó el vaso
El reciente aumento de 200% en los precios de servicios públicos como electricidad y combustible de calefacción resultaron aditivos para exacerbar los ánimos de los ciudadanos de un país cuya economía es la 184 del mundo, pues en contraparte vieron cómo se enriqueció el mandatario Kurmanbek Bakiyev y su familia, dando rienda suelta a la impunidad y a la corrupción.
El Gobierno derrocado siguió una política de represión contra los opositores, con intimidaciones y encarcelamiento para quienes se expresaban diferente, así como represalias contra los medios libres.
A ello, hay que sumarle la inconformidad de los kirguisos por la base aérea estadounidense, ubicada en Manas, a las afueras de la capital Biskek, ya que desde ahí se intenta frenar la extensión de los militantes islamitas procedentes de Afganistán.
De ahí la alarma de potencias como Estados Unidos, Rusia y China, ante la inestabilidad en Kirguistán, ya que podría tener consecuencias imprevisibles para la región entera, coinciden analistas internacionales.
El país, hoy
Nombre Oficial: República Kirguisa
Capital: Bishkek
Población: Cinco millones 431 mil 747 habitantes (estimado hasta julio 2009)
Área Geográfica: Es un país montañoso de Asia Central, sin salida al mar. Sus habitantes están distribuidos en 198 mil 500 kilómetros cuadrados.
Forma de Gobierno: Kirguistán es una república democrática de carácter laico, según lo descrito en la Constitución de 1993.
Actual mandatario: El presidente electo Kurmanbek Bakiyev, por golpe de Estado, el presidente de facto es Rosa Otunbáyeva.
Datos económicos: Su Producto Interno Bruto es de dos mil 100 dólares (estimado a 2009) y su economía tiene el lugar 184 a nivel mundial.
Su producción agrícola: abarca tabaco, algodón, papas, verduras, uvas, frutas y bayas, ovejas, cabras, ganado vacuno y lana.
Industria: La exportación de oro, carbón, antimonio y uranio, entre otros, ha supuesto un importante acicate para la rápida industrialización, así como depósitos de petróleo y gas natural.
Perfiles
Revolucionarios por la presidencia
Kurmanbek Saliyevich Bakiyev
Nacido el primero de agosto de 1949 en Masadan, llegó a presidente de Kirguistán en 2005, tras la revuelta llamada “Revolución de los Tulipanes” que determinó la salida del entonces mandatario Askar Akayev.
En 1972 se graduó en el Instituto Politécnico de Kuybyshev como ingeniero eléctrico; y de 1974 a 1976 sirvió en el Ejército Rojo soviético.
Bakiyev es el líder del Movimiento Popular de Kirguistán
Rosa Otunbáyeva
De 59 años, nació en la ciudad de Osh. Es licenciada por la facultad de filosofía de la Universidad de Moscú, y fue la primera representante diplomática de Kirguistán en Londres, y una de las principales figuras de la rebelión de 2005 que acabó con el primer presidente del país tras la caída de la URSS, Askar Akayev.
Sostiene que esa revuelta fue una lucha del pueblo contra la corrupción de los gobernantes.
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