Internacional
Segundo escrutinio confirma la victoria electoral de los comunistas
Los comicios parlamentarios moldavos del 5 de abril confirmó la victoria
El recuento confirmó los resultados iniciales tanto de los comunistas como de las tres formaciones opositoras que acceden al Parlamento, con la única excepción de que el Partido Liberal perdió una centésima porcentual, comunicó desde Chisinau, la capital moldava, la agencia rusa RIA-Nóvosti.
Los comunistas recibieron el 49.48 por ciento de los votos; el Partido Liberal, el 13.13 por ciento; el Partido Democrático Liberal, el 12.43 por ciento, y la alianza Nuestra Moldavia, el 9.77 por ciento, explicó Ciocan.
Precisó que por los comunistas votaron 760,551 electores; por el Partido Liberal, 201.879; por el Democrático Liberal, 191,113, y por Nuestra Moldavia, 150,155 personas.
Participaron en las elecciones 1.556.083 electores, casi un 60 por ciento del censo, que incluía a 2.564.710 personas con derecho al voto.
El secretario de la CEC indicó que durante el segundo escrutinio cada partido recibió entre varias decenas y varios centenares de votos más a costa de papeletas inicialmente consideradas por error inválidas, pero que "esto no cambia la distribución de los escaños".
De esta forma, el Partido de los Comunistas obtiene 60 de los 101 escaños parlamentarios; el Liberal y el Democrático Liberal, 15 cada uno, y nuestra Moldavia, 11 escaños.
Ese resultado permite a los comunistas controlar la Cámara, elegir su dirección y formar el Gobierno, pero no les da la mayoría cualificada de tres quintos (61 de los 101 escaños) para elegir al presidente del país en solitario.
Los partidos de la oposición técnicamente tendrán la posibilidad de bloquear la elección del candidato comunista a la Presidencia, y, en caso de fracasar esa votación tres veces seguidas, la Carta Magna dispone la disolución del Legislativo.
El recuento de votos fue ordenado por el Tribunal Constitucional a petición del líder comunista y presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, después de que la oposición impugnara los resultados del primer cómputo, pese a que los comicios fueron validados por los observadores internacionales.
Ya al día siguiente de los comicios, el 6 de abril, la oposición sacó a miles de personas a las calles de Chisinau, la capital moldava, manifestaciones que el día siguiente degeneraron en violentos disturbios.
Los manifestantes, algunos de los cuales enarbolaban banderas rumanas y coreaban lemas en favor de la reunificación de Moldavia con Rumanía, saquearon las sedes de Parlamento y la Presidencia y protagonizaron choques con la policía, que se saldaron con centenares de heridos y detenidos.
Después de que las fuerzas de seguridad moldavas retomaran el control del centro de Chisinau, el jefe del Estado convocó a una rueda de prensa en la que acusó a Rumanía de estar detrás de los desórdenes.
Voronin declaró persona "non grata" al embajador rumano en Chisinau y ordenó la implantación de visados para los ciudadanos rumanos que quieran viajar a Moldavia.
Los opositores se negaron a participar en el segundo escrutinio con el argumento de que el recuento no cambiaría los resultados, pues el fraude, según ellos, consistió en la falsificación de las listas del censo electoral.
La semana pasada, recién terminado el segundo escrutinio, Ciocan había adelantado que el recuento no modificaría los resultados inicialmente anunciados y que las diferencias entre ambos escrutinios eran ínfimas.
Hoy mismo, la CEC moldava entregará los resultados del nuevo escrutinio al Tribunal Constitucional, que deberá ratificarlos en el curso de dos días.
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