Internacional
Santos aplicará la misma fórmula; Mockus, por los abstencionistas
El jefe de campaña del candidato del Partido de la U asegura que no debe haber triunfalismo, pese ser favorito en encuestas
El politólogo Fernando Rojas dijo que Santos demostró en primera vuelta, el 30 de mayo pasado, que la fórmula “le funcionó” y la aplicará de nuevo en la segunda ronda, el 20 de junio, para garantizar el triunfo.
“Las maquinarias partidistas están aceitadas, el movimiento de dinero ha sido bastante y el ofrecimiento de puestos burocráticos también, por lo que no le quedará difícil obtener una alta votación”.
Santos, abanderado del Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U), ganó en la primera vuelta con 46.5% de los votos y deberá medirse en una segunda ronda con Mockus, del centrista Partido Verde, quien logró 21.5% de los sufragios en los comicios del 30 de mayo.
Pese a la amplia ventaja, Santos tendrá que disputar la Presidencia en segunda ronda con el ex alcalde de Bogotá, el segundo más votado, debido a que ninguno de los nueve candidatos a la Presidencia alcanzó la mayoría absoluta.
Rojas, profesor de Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Javeriana, consideró difícil que Mockus gane en segunda vuelta, con tan sólo el apoyo de agrupaciones civiles y de los abstencionistas. “Hay mucho entusiasmo pero poca disciplina en los movimientos ciudadanos, y tendría que pasar algo impresionante para moverlos en masa a las urnas el 20 de junio próximo”.
Según el analista político, “mientras las maquinarias partidistas saben qué hacer, cómo funcionar, a las alianzas ciudadanas les es difícil articularlas y garantizar que van a ejercer el derecho a sufragar”.
Pese a la diferencia de más de tres millones de votos que Santos le sacó a Mockus, su jefe de debate, Carlos Rodado Noriega, cree que todavía no se ha ganado la Presidencia y “no debe haber triunfalismo”.
Sondeo
Difícil para el Partido Verde
66.5% en la preferencia del voto para el candidato presidencial oficialista, Juan Manuel Santos, arroja una medición de la privada firma Invamer Gallup.
27.4% de los votos tendría el Partido Verde y su abanderado, Antanas Mockus, según la encuesta para un grupo de 14 medios de comunicación colombianos.
6.2% de los encuestados sufragará en blanco, según la encuesta que tiene un margen de error de 3.2%, y que consultó “cara a cara” a mil 200 personas.
Análisis
Sin novedad en el frente
Orestes E. Díaz Rodríguez
Doce años después, las elecciones presidenciales en Colombia vuelven a tener segunda vuelta. El apoyo del votante a la continuidad del uribismo, aunque notable, carece del carácter arrollador que llevó al propio presidente a ganar dos elecciones presidenciales en primera vuelta con 53 y 62% de los votos, respectivamente. Sólo en esos aspectos acertaron las encuestas.
Si no hubo manipulación de los resultados electorales, algo de lo que no pudieron librarse las elecciones legislativas de marzo, entonces la inesperada diferencia entre Antanas Mockus y Juan Manuel Santos habría que atribuirla a la “anticampaña” desarrollada por el primero con su visión de tolerancia cero en muchos temas y el énfasis en el alza de impuestos.
Aun, Mockus conserva esa línea. No le interesa concretar aproximaciones con las fuerzas políticas no uribistas que tuvieron cierta retribución electoral. Paradójicamente quien está haciendo esa labor con relativo éxito es Santos.
La apuesta de Antanas es movilizar a la gran masa abstencionista que predomina en Colombia. Sus cálculos son estrictamente aritméticos. Los que se abstienen tradicionalmente son más de 50% y las estadísticas de segunda vuelta apuntan que a esa cita suelen acudir por lo menos dos millones de nuevos electores que ignoraron la primera convocatoria a las urnas.
Mockus quiere llegar a Nariño, pero sin tomar el camino viejo. Algo así tiene antecedentes regionales, pero nunca se alcanzó contra un oficialismo con los niveles de aprobación de Álvaro Uribe.
En ese contexto Hillary Clinton ha visitado Colombia como parte de una breve gira regional. A Lima, la llevó el interés de normalizar el estatuto, en la OEA, de un importante aliado: Honduras.
En Quito buscó puntos de contacto con el mandatario de un país que es presidente pro tempore de Unasur y, a su vez, miembro de la Alba.
A Bogotá no la impulsaba una agenda especial. Allí todo parece atado y bien atado. El presidente Uribe está de salida y se avizora el triunfo electoral de su delfín. No hay riesgos de vuelco en la relación con Estados Unidos. Pero era una visita protocolar obligada.
Colombia y Uribe han constituido el aliado más importante de Washington en la región y se trataba de ratificar la continuidad de esa perspectiva.
Al menos de forma momentánea, no hay novedad en el frente.
Orestes E. Díaz Rodríguez
maestro de la UdeG.
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