Internacional
Presidente de Moldavia pide nuevo recuento de votos para calmar protestas
Vladimir Voronin, llamó el viernes a la Corte Constitucional a ordenar un nuevo recuento de los votos de las elecciones legislativas
CHISINAU- El presidente moldavo, Vladimir Voronin, llamó el viernes a la Corte Constitucional a ordenar un nuevo recuento de los votos de las elecciones legislativas, cuyos resultados favorables al Partido Comunista en el poder desencadenaron violentas protestas.
"Estoy convencido de que un recuento completo de los votos será el mejor argumento para mantener la estabilidad política, la paz y la confianza mutua en Moldavia", dijo Voronin en una declaración escrita enviada a la Corte Constitucional.
El anuncio de la abrumadora victoria - con el 50% de los votos - del Partido Comunista, al que pertenece Voronin, en las legislativas del 5 de abril, dio lugar a manifestaciones que el martes degeneraron en disturbios, con el saqueo del parlamento, decenas de heridos y casi 200 personas detenidas.
El movimiento de protesta juvenil pedía ante todo un nuevo escrutinio.
Voronin había culpado a la vecina Rumanía de promover los disturbios y ordenado la expulsión del embajador rumano, lo que provocó una disputa diplomática sin precedentes con el nuevo miembro de la Unión Europea (UE).
Después de una jornada de pausa, se esperaba una nueva manifestación, convocada por grupos juveniles opositores, este viernes a las 10H00 (07H00 GMT). Pero una hora más tarde sólo se veían unas decenas de manifestantes frente a la sede del Gobierno y no había rastro de banderas ni de pancartas, según un periodista de la AFP.
Tras jactarse de haber optado por la moderación frente a las protestas, Voronin prometió que tomaría medidas drásticas si se repiten los disturbios en su país, el más pobre de Europa.
En medio de una latente preocupación por el destino de los detenidos en las manifestaciones, la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional llamó al gobierno a distinguir entre alborotadores y militantes pacifistas.
Dos jóvenes de 17 años que habían hablado con la AFP fueron llevados a comisaría para interrogarlos sobre lo que habían dicho. Uno de ellos quedó en libertad rápidamente pero se desconoce el paradero del otro.
"Se trata de violaciones de los derechos humanos fundamentales. Vi a una docena de madres y padres en una comisaría buscando a sus hijos", dijo el abogado de derechos humanos Vitaly Nagacevski.
Los grupos opositores convocaron a sus simpatizantes enviando mensajes de texto por teléfonos móviles e internet al comienzo de la semana y la asistencia excedió sus expectativas, con lo que al final se les escapó de las manos el control de los acontecimientos.
Los partidos políticos de oposición también dicen haberse visto desbordados por los jóvenes y desconcertados ante la magnitud de la protesta.
Según el diario ruso Kommersant, un avión ruso aterrizó el miércoles en Chisinau procedente de Moscú con gases lacrimógenos a bordo que podrían ser empleados por la policía para controlar a la muchedumbre.
El portavoz del ministerio del Interior moldavo lo negó.
"Puedo decir que el ministerio del Interior moldavo tiene fuerzas suficientes y medios técnicos (...) y tecnología especial para mantener el orden constitucional en Moldavia".
Moldavia, con una población de 4,3 millones de habitantes, formó parte de Rumanía tras la Primera Guerra Mundial hasta que fue anexionada por la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. La lengua oficial es el rumano.
"Estoy convencido de que un recuento completo de los votos será el mejor argumento para mantener la estabilidad política, la paz y la confianza mutua en Moldavia", dijo Voronin en una declaración escrita enviada a la Corte Constitucional.
El anuncio de la abrumadora victoria - con el 50% de los votos - del Partido Comunista, al que pertenece Voronin, en las legislativas del 5 de abril, dio lugar a manifestaciones que el martes degeneraron en disturbios, con el saqueo del parlamento, decenas de heridos y casi 200 personas detenidas.
El movimiento de protesta juvenil pedía ante todo un nuevo escrutinio.
Voronin había culpado a la vecina Rumanía de promover los disturbios y ordenado la expulsión del embajador rumano, lo que provocó una disputa diplomática sin precedentes con el nuevo miembro de la Unión Europea (UE).
Después de una jornada de pausa, se esperaba una nueva manifestación, convocada por grupos juveniles opositores, este viernes a las 10H00 (07H00 GMT). Pero una hora más tarde sólo se veían unas decenas de manifestantes frente a la sede del Gobierno y no había rastro de banderas ni de pancartas, según un periodista de la AFP.
Tras jactarse de haber optado por la moderación frente a las protestas, Voronin prometió que tomaría medidas drásticas si se repiten los disturbios en su país, el más pobre de Europa.
En medio de una latente preocupación por el destino de los detenidos en las manifestaciones, la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional llamó al gobierno a distinguir entre alborotadores y militantes pacifistas.
Dos jóvenes de 17 años que habían hablado con la AFP fueron llevados a comisaría para interrogarlos sobre lo que habían dicho. Uno de ellos quedó en libertad rápidamente pero se desconoce el paradero del otro.
"Se trata de violaciones de los derechos humanos fundamentales. Vi a una docena de madres y padres en una comisaría buscando a sus hijos", dijo el abogado de derechos humanos Vitaly Nagacevski.
Los grupos opositores convocaron a sus simpatizantes enviando mensajes de texto por teléfonos móviles e internet al comienzo de la semana y la asistencia excedió sus expectativas, con lo que al final se les escapó de las manos el control de los acontecimientos.
Los partidos políticos de oposición también dicen haberse visto desbordados por los jóvenes y desconcertados ante la magnitud de la protesta.
Según el diario ruso Kommersant, un avión ruso aterrizó el miércoles en Chisinau procedente de Moscú con gases lacrimógenos a bordo que podrían ser empleados por la policía para controlar a la muchedumbre.
El portavoz del ministerio del Interior moldavo lo negó.
"Puedo decir que el ministerio del Interior moldavo tiene fuerzas suficientes y medios técnicos (...) y tecnología especial para mantener el orden constitucional en Moldavia".
Moldavia, con una población de 4,3 millones de habitantes, formó parte de Rumanía tras la Primera Guerra Mundial hasta que fue anexionada por la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. La lengua oficial es el rumano.
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