Internacional

Presidente de Malí presenta plan contra la crisis

El mandatario Dioncounda Traoré dio un discurso a su nación, en el que expuso su propuesta para intentar sacar al país de la compleja crisis institucional, política y territorial que atraviesa

BAMAKO, MALÍ (30/JUL/2012).- El presidente interino de Malí, Dioncounda Traoré, presentó anoche, en un discurso a la nación, su plan de ruta para intentar sacar al país de la compleja crisis institucional, política y territorial en la que esta sumido desde el golpe de estado del pasado 22 de marzo.

En un emotivo discurso, en el que el presidente comenzó asegurando que perdonaba a las personas que el pasado 21 de mayo irrumpieron en el palacio presidencial y le golpearon, desgranó las prioridades en la nueva etapa a la que se enfrenta Malí tras su larga ausencia de dos meses.

En primer lugar, indicó que se creará un "Consejo Supremo de Estado" que estará presidido por el propio Traoré y que contará con dos vicepresidentes, uno de ellos militar.

Asimismo, velará por la seguridad de la transición, para lo cual indicó que tiene "confianza en las fuerzas de seguridad maliense".

Finalmente, creará una "Comisión Nacional de Negociación" para la reconciliación, en un país donde las fuerzas sociales y sociales se han dividido entre los partidarios de los militares golpistas y quienes defienden el regreso de la legalidad constitucional.

"Es el momento de la unión para reconquistar nuestra integridad. Malí será liberado de narcotraficantes y del terrorismo religioso y no volverá a ser una amenaza para sus vecinos", dijo el presidente en relación a la situación en el norte del país, controlado por el grupo radical islámico Ansar al Din, cuyo descontrol ha hecho saltar las alarmas de la comunidad internacional.

Traoré que se mostró por primera vez como el hombre fuerte dispuesto a dirigir la transición, también se refirió a las elecciones que deberán culminar el proceso de transición y aseguró que ni él, ni el primer ministro, Cheik Modibo Diarra, podrán concurrir.

El pasado 12 de abril, Traoré fue investido presidente transitorio del país, después de que la Junta Militar que derrocó al jefe de Estado, Amado Toumani Touré, acordara con la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEO) el regreso al orden constitucional.

Sin embargo, Traoré fracasó en su misión de organizar unas elecciones en cuarenta días, como determinaba la Carta Magna, por lo que los militares y la CEDEAO decidieron confirmarlo en su cargo como presidente de la transición.

Dicha decisión fue interpretada por los partidarios del golpe como una intromisión de la CEDEAO en los asuntos del país y, el 21 de mayo, un grupo de simpatizantes de la junta militar asaltó la sede de la presidencia y golpeó a Traoré.

El presidente interino viajó tres días después de la agresión a París para someterse a una revisión médica y no regresó hasta el pasado viernes.

En su larga ausencia, la situación permaneció estancada y con la situación en el norte cada vez más confusa, a pesar de los esfuerzos de Burkina Faso, que actúa como mediadora en nombre de la CEDEAO y de los esfuerzos del primer ministro, que fracasó en la formación de un gobierno de unidad nacional.

En el discurso de hoy, en el que también ha llamado al sacrificio, se presentó como el hombre fuerte de una transición, que, según los principales grupos opositores, está siendo torpedeada por los militares golpistas, que rechazan desvincularse del poder político.
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