Internacional
Pastelero de Irlanda, culpable por discriminar a gays
Se negó a hacer un pastel en apoyo al matrimonio homosexual
DUBLIN, IRLANDA (19/MAY/2015).- Un pastelero de Belfast fue hallado culpable de discriminación por negarse a
preparar una tarta que incorporase el lema "Apoyo al
matrimonio homosexual", fallo celebrado por activistas de derechos humanos pero denunciado por católicos conservadores en ese territorio británico.
En un fallo emitido el martes, la jueza de Belfast Isobel Brownlie, calificó la cancelación del pedido como una "discriminación directa para la que no puede haber justificación". La magistrada dijo que la pastelería era un negocio, no una organización religiosa, y que por lo tanto no tenía fundamento legal para rechazar el encargo de un cliente en base a la orientación sexual o creencias de este.
Agregó que los dueños de la panadería sabían que el cliente, Gareth Lee, era homosexual y que deberían haberle suministrado el producto con el mensaje solicitado. Ordenó a Ashers Bakery pagar a Lee 500 libras (775 dólares) y los costos legales, que ascienden a decenas de miles de dólares.
La Comisión de Igualdad de Irlanda del Norte presentó una demanda en nombre de Lee, quien encargó el pastel para un evento por los derechos de los homosexuales. Los matrimonios entre parejas del mismo sexo son legales en el resto de Gran Bretaña, pero en Irlanda del Norte siguen sin estar reconocidos.
"Esto no tiene que ver con el pastel", afirmó Michael Wardlow, comisionado de la Comisión por la Igualdad. "Se trata de que alguien como Gareth entre en un comercio o un hotel o un restaurante y se pregunte si lo atenderán por tener una opinión diferente a la suya".
Ashers Bakery aceptó inicialmente el encargo de Lee pero dos días después lo llamó para decirle que lo cancelaba debido a las convicciones cristianas evangélicas del dueño.
Las encuestas de opinión indican que la mayoría se opone al casamiento homosexual en Irlanda del Norte. En marzo, millares de personas se manifestaron en apoyo de Ashers Bakery.
El hijo del propietario, Daniel McArthur, dijo que su familia se negará a preparar la tarta si se lo vuelven a pedir.
"Solo queremos vivir y trabajar de acuerdo con nuestras creencias religiosas", afirmó. "Sabemos que hemos adoptado la decisión correcta ante Dios, y no nos arrepentimos en absoluto por lo que hemos hecho".
En un fallo emitido el martes, la jueza de Belfast Isobel Brownlie, calificó la cancelación del pedido como una "discriminación directa para la que no puede haber justificación". La magistrada dijo que la pastelería era un negocio, no una organización religiosa, y que por lo tanto no tenía fundamento legal para rechazar el encargo de un cliente en base a la orientación sexual o creencias de este.
Agregó que los dueños de la panadería sabían que el cliente, Gareth Lee, era homosexual y que deberían haberle suministrado el producto con el mensaje solicitado. Ordenó a Ashers Bakery pagar a Lee 500 libras (775 dólares) y los costos legales, que ascienden a decenas de miles de dólares.
La Comisión de Igualdad de Irlanda del Norte presentó una demanda en nombre de Lee, quien encargó el pastel para un evento por los derechos de los homosexuales. Los matrimonios entre parejas del mismo sexo son legales en el resto de Gran Bretaña, pero en Irlanda del Norte siguen sin estar reconocidos.
"Esto no tiene que ver con el pastel", afirmó Michael Wardlow, comisionado de la Comisión por la Igualdad. "Se trata de que alguien como Gareth entre en un comercio o un hotel o un restaurante y se pregunte si lo atenderán por tener una opinión diferente a la suya".
Ashers Bakery aceptó inicialmente el encargo de Lee pero dos días después lo llamó para decirle que lo cancelaba debido a las convicciones cristianas evangélicas del dueño.
Las encuestas de opinión indican que la mayoría se opone al casamiento homosexual en Irlanda del Norte. En marzo, millares de personas se manifestaron en apoyo de Ashers Bakery.
El hijo del propietario, Daniel McArthur, dijo que su familia se negará a preparar la tarta si se lo vuelven a pedir.
"Solo queremos vivir y trabajar de acuerdo con nuestras creencias religiosas", afirmó. "Sabemos que hemos adoptado la decisión correcta ante Dios, y no nos arrepentimos en absoluto por lo que hemos hecho".
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