Internacional

Oficialistas se disputan el poder en Birmania

Con unos 50 millones de birmanos, gran parte de sus habitantes vive en zonas montañosas y aisladas

Oficialistas se disputan el poder en Birmania
MANDALAY, BIRMANIA (09/NOV/2010).- Los partidos fieles a la Junta Militar birmana (Gobierno) en el poder parecían tener asegurada la victoria en las elecciones legislativas del domingo, las primeras en 20 años, criticadas por los países occidentales y deslucidas por violentos combates con rebeldes de la etnia karen.

Estados Unidos y Europa, Japón y Australia fustigaron los comicios, debido a la ausencia de la líder opositora Aung San Suu Kyi, en arresto domiciliario. Pero la prensa local se congratulaba por la consulta y publicaba fotos de altos responsables encabezados por el general Than Shwe, cuando emitían su voto.

Aunque aún se desconocen datos oficiales, una fuente birmana reveló, desde el anonimato, que “el índice de participación se estima en alrededor de 60%” y que los resultados podrían conocerse dentro de una semana.

En medio del clima electoral, violentos combates estallaron entre rebeldes karen y el Ejército birmano en la ciudad de Miawaddy, en la frontera con Tailandia, con un saldo de al menos siete muertos y decenas de heridos, según diversas fuentes.

Los enfrentamientos obligaron a 20 mil personas, en su mayoría mujeres y niños, a refugiarse en Tailandia. Según analistas, estos incidentes muestran el grado de tensión entre el poder central y las minorías étnicas, excluidas de los comicios, que hace temer  una reactivación de focos de guerra civil.

Mientras la violencia azotaba varias regiones, el cotidiano gubernamental “New Light of Myanmar” publicó listas de “vencedores” de las elecciones en 57 circunscripciones, de las cuales 55 no tenían más que un solo candidato, a menudo del Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP, partidario de la Junta).

Aung San Suu Kyi, quien durante 15 de los últimos 21 años ha estado en arresto domiciliario, permanece en esa situación desde 2003. Su actual pena finaliza el 13 de noviembre, lo que ha suscitado esperanzas de que la Nobel de  la Paz pueda ser liberada en breve.
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