Internacional

Mubarak hace oídos sordos ante cientos de miles que exigen su renuncia

Termina sin reacción gubernamental la jornada denominada 'Día de la salida'

Mubarak hace oídos sordos ante cientos de miles que exigen su renuncia
Decenas de miles de egipcios
salen a las calles en 'El día de la salida'


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Egipto se hunde en la anarquía


EL CAIRO, EGIPTO (04/FEB/2011).-
Cientos de miles de personas se concentraron  el viernes en Egipto con ocasión de una nueva jornada de protestas bautizada  "Día de la salida", convocada para forzar la renuncia del presidente Hosni  Mubarak, que seguía haciendo oídos sordos a los reclamos internos e  internacionales.

En El Cairo, una multitud se concentró en la céntrica plaza Tahrir (de la liberación), donde  los opositores, atrincherados desde el 25 de enero, resistieron el miércoles a  una violenta tentativa de desalojo llevada a cabo por los partidarios de  Mubarak, en una batalla campal que dejó ocho muertos.

"No me asusta estar aquí con mi hijo. Nunca lo expondría a un verdadero  peligro", explicó  Inji, de 34 años, mientras hacía fila con su hijo  Abdalá, de 11 años, para entrar en la plaza. "Quiero enseñarle la democracia.  Es hoy o nunca", afirmó.

Los militares establecieron controles escrupulosos alrededor de la plaza y  dejaban pasar a la gente con cuentagotas.

La ONU evalúa que desde el inicio de las protestas hubo unos 300 muertos y  miles de heridos. Según un balance oficial del Ministerio de Salud, cinco mil  personas resultaron heridas desde el pasado viernes.

Otras ciudades fueron escenario de masivas protestas durante este "Día de la Salida", que se celebró en coincidencia con la tradicional jornada de oración  de los musulmanes.

Decenas de miles de personas se concentraron en Alejandría, la  segunda ciudad del país, al grito de "¡Abajo Mubarak! ¡Abajo el régimen!".

En El Cairo, el jefe de la Liga Árabe, Amr Musa, que fue canciller de  Mubarak y ya no disimula su intención de presentarse a las elecciones para  sucederle, se acercó a la plaza "como gesto de apaciguamiento", indicó su  oficina.

En declaraciones al canal Al Jazeera, el opositor y premio Nobel de la Paz  Mohamed ElBaradei, tampoco descartó presentarse a la sucesión de Mubarak.

El ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantaui, acudió personalmente a la  plaza para examinar la situación y hablar a la muchedumbre, rodeado por  soldados.

Mubarak "les ha dicho que no volvería a presentarse" en la próxima elección  de septiembre, recordó el ministro a los manifestantes, antes de instarlos a  aceptar la propuesta de diálogo del gobierno.

El presidente, que anunció el martes que no se presentaría a las elecciones  de septiembre, también se halla bajo fuerte presión externa, pues sus aliados  occidentales le exigen acelerar la transición que prometió el martes, al  asegurar que se abstendría de buscar un nuevo mandato.

Pero el presidente no da el brazo a torcer y advirtió que su salida dejaría  paso al "caos".

Según The New York Times, Estados Unidos está discutiendo con funcionarios  egipcios un plan para que Mubarak entregue inmediatamente el poder a un  gobierno de transición encabezado por el vicepresidente Omar Suleimán, ex jefe  de los servicios de inteligencia del país.

El plan busca respaldo del ejército egipcio, dice la nota del diario, que  cita a funcionarios estadounidenses y árabes, pero el primer ministro, Ahmad  Shafiq, descartó que el mandatario deje el poder a Suleimán.

En Bruselas, los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) pidieron  que la transición democrática en Egipto se inicie "ahora".

En Ginebra, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi  Pillay, exhortó a las autoridades egipcias a efectuar investigaciones  "transparentes e imparciales" sobre las recientes violencias.

Pillay estimó que en Egipto "un cambio está en curso, como ocurrió en  Túnez", donde una rebelión popular derrocó el mes pasado al presidente Zine El  Abidine Ben Alí, quien gobernaba el país desde hacía 23 años.

El ayatolá Alí Jamenei, guía supremo de Irán, ofreció una lectura diferente  de lo que ocurre en Oriente Medio, al asegurar que las sublevaciones de Egipto  y de Túnez son una "señal del despertar islámico" en el mundo.

Egipto es el más poblado de los países árabes, con 80 millones de  habitantes, y uno de los únicos dos que firmó un tratado de paz con Israel (el  otro es Jordania). Controla además el canal de Suez, por donde pasa la mayor  parte del abastecimiento petrolero de los países industrializados.
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