La ONU trabajará en nuevas sanciones contra Corea del Norte
El país asiático es objeto de cinco tandas de sanciones internacionales
NACIONES UNIDAS (09/SEP/2016).- El Consejo de Seguridad de la ONU condenó este viernes el quinto ensayo nuclear norcoreano y decidió preparar una resolución que impondrá a Pyongyang nuevas sanciones.
En una declaración unánime, sus 15 miembros, entre ellos China, aliada de Pyongyang, indicaron "que comenzarán a trabajar inmediatamente en medidas apropiadas, según el artículo 41 de la Carta de la ONU, y una resolución del Consejo".
El artículo 41 concierne a "medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada".
Estados Unidos, Francia y Japón reclamaron nuevas y fuertes sanciones contra Corea del Norte, que sufre desde marzo severas restricciones económicas, financieras y comerciales, tras su cuarto ensayo nuclear realizado en enero.
Pero el embajador chino, Liu Jieyi, se mostró más prudente este viernes, y estimó que hay que "abstenerse de toda provocación de ambos lados".
"Nos oponemos a los ensayos (nucleares) y creemos que es más urgente que nunca trabajar juntos para garantizar la desnuclearización de la península coreana", dijo el diplomático chino.
Para imponer nuevas sanciones o aplicar estrictamente aquellas existentes, el Consejo tendrá que contar con la buena voluntad de Pekín, de lejos el primer socio económico de Pyongyang.
Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Rusia y China condenaron este quinto ensayo nuclear, el más potente llevado a cabo por el régimen comunista, según Seúl.
Luego de calificar el ensayo de "provocación", el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había exhortado al Consejo a "actuar de manera apropiada".
Las resoluciones de la ONU prohíben a Pyongyang toda actividad nuclear o balística; el país asiático es objeto de cinco tandas de sanciones internacionales desde el primer ensayo nuclear, efectuado en 2006.
El presidente estadounidense Barack Obama indicó que iba a "trabajar con el Consejo de Seguridad" y la comunidad internacional para hacer cumplir "con fuerza" las resoluciones ya adoptadas y "tomar medidas significativas adicionales, sobre todo nuevas sanciones".
Paciencia al "límite"
El ministro estadounidense de Defensa, Ashton Carter, invitó a Pekín a presionar a su aliado norcoreano, estimando que China tenía "una responsabilidad importante".
China había manifestado anteriormente su "firme" oposición al ensayo nuclear de Corea del Norte.
"Nuestra paciencia, como la de la comunidad internacional, ha llegado a su límite", declaró por su parte la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye, quien denunció "la inconsciencia maníaca" del dirigente norcoreano Kim Jong-Un.
Japón condenó un acto "absolutamente inaceptable", Rusia expresó su "extrema preocupación" y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) se refirió a una operación "muy preocupante y lamentable".
Corea del Norte afirmó este viernes haber logrado probar con éxito una cabeza nuclear que, según la prensa oficial norcoreana, permitirá a Pyongyang miniaturizar una ojiva nuclear para poder colocarla en un misil.
Pyongyang 'continuará'
El ensayo fue llevado a cabo el día del aniversario de la fundación de Corea del Norte.
"Esta explosión de 10 kilotones era casi dos veces más potente que el cuarto ensayo nuclear y levemente menor que la bomba de Hiroshima, que tenía unos 15 kilotones", explicó Kim Nam-Wook, de la agencia meteorológica surcoreana.
El ensayo será analizado de cerca por los expertos que intentan determinar si permitió al Norte hacer nuevos progresos y si se trata de una bomba atómica o de una bomba de hidrógeno, mucho más potente.
Los analistas se inclinan, según los datos disponibles, por la hipótesis de que se trata de un artefacto clásico.
Pyongyang había afirmado que su cuarto ensayo, el 6 de enero, había sido con una bomba de hidrógeno, una afirmación puesta en duda por los especialistas.
Si Pyongyang llegase a fabricar una bomba nuclear lo suficientemente pequeña para equipar un misil y reforzar la precisión, el alcance y la capacidad de sus vectores, se acercaría a su finalidad última: alcanzar objetivos estadounidenses.
El análisis será difícil, subrayó Melissa Hanham, experta del Instituto Middlebury de estudios internacionales.
"No es realmente posible verificar que se trate de una ojiva compacta a partir de los datos sísmicos", dijo.
China, el país que las potencias occidentales esperan haga entrar en razón a Pyongyang, "se encontrará en la posición más delicada", estimó Shunji Hiraiwa, profesor de la Universidad Kwansei Gakuin y especialista de Corea.
Pero los márgenes de maniobra son limitados. China espera evitar el derrumbe del régimen norcoreano, que crearía una crisis en su frontera e inclinaría la balanza del lado estadounidense.