Internacional
La ONU no podría impedir un potencial genocidio en Burundi
El organismo advierte que sus fuerzas pacificadoras estarían mal equipadas para hacer frente a violaciones a los DH
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (13/ENE/2016).- La Organización de las Naciones Unidas dijo que sus fuerzas pacificadoras deberían ser desplegadas
en Burundi sólo como último recurso si empeora la violencia. El organismo advirtió que sus tropas estarían "mal equipadas" para hacer frente a violaciones generalizadas a los derechos humanos con potencial de convertirse en genocidio.
Un reporte confidencial del departamento de pacificación de la ONU dirigido al Consejo de Seguridad del organismo deja en claro que la mejor opción en caso de que aumente la violencia sería la intervención de un país o de una coalición de naciones.
El documento indica que el enfoque ahora debería estar en tratar de promover el diálogo político y el despliegue de una misión de la Unión Africana, lo cual no ha aceptado Burundi. Esos dos objetivos serán el centro de una visita planeada por el Consejo de Seguridad a Burundi del 21 al 24 de enero, después de una escala en Adís Abeba, Etiopía.
La decisión del presidente Pierre Nkurunziza de buscar reelegirse el año pasado ha dejado a Burundi al borde de una guerra civil.
Bujumbura, la capital, ha estado asolada por la violencia con opositores y partidarios de Nkurunziza enfrentándose con armas de fuego, cohetes y granadas. La violencia además se ha extendido a las provincias. Ha habido una oleada de ejecuciones extrajudiciales que activistas defensores de los derechos humanos atribuyen a las fuerzas de seguridad.
El reporte retrata un panorama sombrío de una deteriorada situación política y de seguridad que incluye una tendencia al asesinato de personas muy conocidas, la muerte de al menos 400 personas desde abril de 2015 y más de 230 mil personas que han huido del país. Burundi es una de las naciones más pobres y con mayor hambruna en el mundo, donde 60% de los menores de cinco años sufren atrofia de crecimiento, y la crisis actual ha motivado que varios donantes hayan amenazado con retirar su ayuda o que lo hayan hecho ya, agrega el documento.
Un reporte confidencial del departamento de pacificación de la ONU dirigido al Consejo de Seguridad del organismo deja en claro que la mejor opción en caso de que aumente la violencia sería la intervención de un país o de una coalición de naciones.
El documento indica que el enfoque ahora debería estar en tratar de promover el diálogo político y el despliegue de una misión de la Unión Africana, lo cual no ha aceptado Burundi. Esos dos objetivos serán el centro de una visita planeada por el Consejo de Seguridad a Burundi del 21 al 24 de enero, después de una escala en Adís Abeba, Etiopía.
La decisión del presidente Pierre Nkurunziza de buscar reelegirse el año pasado ha dejado a Burundi al borde de una guerra civil.
Bujumbura, la capital, ha estado asolada por la violencia con opositores y partidarios de Nkurunziza enfrentándose con armas de fuego, cohetes y granadas. La violencia además se ha extendido a las provincias. Ha habido una oleada de ejecuciones extrajudiciales que activistas defensores de los derechos humanos atribuyen a las fuerzas de seguridad.
El reporte retrata un panorama sombrío de una deteriorada situación política y de seguridad que incluye una tendencia al asesinato de personas muy conocidas, la muerte de al menos 400 personas desde abril de 2015 y más de 230 mil personas que han huido del país. Burundi es una de las naciones más pobres y con mayor hambruna en el mundo, donde 60% de los menores de cinco años sufren atrofia de crecimiento, y la crisis actual ha motivado que varios donantes hayan amenazado con retirar su ayuda o que lo hayan hecho ya, agrega el documento.
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