Internacional
Irlandeses castigan en las urnas al gobierno que pidió el rescate
El partido ganador, Fine Gael, deberá gobernar en coalición al no lograr la mayoría absoluta
"Aceptamos el resultado como demócratas que somos", dijo Cowen a la televisión pública RTE cuando los primeros resultados confirmaban el varapalo de su partido, el Fianna Fáil, anunciado desde primera hora de la mañana por un sondeo a boca de urna.
Según esta encuesta, el Fine Gael (centro), primera fuerza de la oposición, obtendría 36.1% de los votos en los comicios celebrados el viernes, su mejor resultado desde 1982.
Los irlandeses dieron "a mi partido un apoyo masivo", estimó Enda Kenny, el ex maestro de 59 años que lidera el Fine Gael y será primer ministro.
El Fianna Fáil, en cambio, sólo lograría el 15.1% de los sufragios, el peor resultado de su historia. Este partido, también de centro, perdería más de dos tercios de sus diputados y sólo salvaría una veintena de sus 73 escaños.
"Es un día muy, muy difícil para el partido", reconoció Cowen. Su sucesor al frente de la formación, Micheal Martin, también concedió la derrota, felicitando al Fine Gael por esta "gran victoria".
Los primeros resultados oficiales todavía parciales, con un 30% de las circunscripciones escrutadas hacia las 21HOO GMT, parecían confirmar el sondeo de la RTE: el Fine Gael obtiene 36% de los votos, los Laboristas 19% y el Fianna Fáil 17%. Los resultados definitivos se conocerán en las próximas horas.
Según proyecciones de Michael Marsh, politólogo del Trinity College de Dublín, el Fine Gael obtendría "al menos" 72 diputados, contra 51 en la cámara saliente, lejos de la mayoría absoluta de 84 escaños entre un total de 166.
El partido liderado por Kenny estará por tanto obligado a tejer alianzas con los independientes o -lo más probable- a formar una coalición con el Partido Laborista, con el que ya gobernó en los años 1990.
Esta formación de izquierdas obtendría el 20.5% de los votos, según el sondeo de RTE, lo que equivaldría a "al menos" 38 diputados, contra 20 actualmente, según los pronósticos de Marsh en RTE.
El líder laborista, Eamon Gilmore, confirmó que "el resultado más probable" será "una coalición".
"Si terminamos con entre 70 y 75 escaños, un gobierno estable no puede formarse más que con una coalición Fine Gael/Laboristas", señaló por su parte Michael Noonan, uno de los portavoces del Fine Gael.
Kenny supo capitalizar la crisis y el descontento provocado por el plan de rescate de 85.000 millones de euros (115 mil millones de dólares) firmado en noviembre pasado con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El primer ministro Brian Cowen aceptó este rescate a regañadientes, obligado por un déficit público que alcanzó el 32% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2010. Pero el recurso a la ayuda exterior hirió el orgullo nacional en el otrora "Tigre Celta".
Las elecciones se transformaron por tanto en un referéndum sobre el plan de rescate. Kenny prometió durante la campaña que exigiría una revisión a la baja de una tasa de interés que considera "punitiva".
Este sábado, el futuro primer ministro declaró que quiere abrir una renegociación sobre el plan de rescate de su país "la próxima semana".
"Vamos a movernos rápidamente", dijo Kenny a la RTE. "Veo un margen de maniobra respecto a la tasa de interés y el coste de la reestructuración de los bancos", agregó.
El voto castigo al gobierno también parece beneficiar al partido nacionalista Sinn Féin, que con 10,1% y una decena de escaños lograría el mejor resultado de su historia. Su líder, Gerry Adams, que se presentaba por primera vez en Irlanda, fue elegido en Loth (norte), pese a acusaciones sobre sus vínculos con el Ejército Republicano Irlandés (IRA).
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