Internacional
Gobierno y oposición de Zimbabwe inician negociaciones para formar gabinete
Mugabe, que gobierna ininterrumpidamente en Zimbabwe desde la independencia del país en 1980, acusa a Tsvangirai de conjurar con el Reino Unido, la antigua metrópoli colonial, para derrocarlo.
Zimbabwe iniciaron hoy, con la mediación sudafricana, negociaciones para formar un gabinete de unidad nacional que permita al país salir de la crisis política en que está sumido.
El presidente zimbabuense, Robert Mugabe, y los líderes de las dos facciones del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), Morgan Tsvangirai y Arthur Mutambara, firmaron ayer, lunes, en Harare un documento de entendimiento que permitirá negociar la formación de un nuevo Gobierno en Zimbabwe.
Ninguno de los tres líderes participará directamente en las negociaciones en la capital de Sudáfrica, que se prevé durarán dos semanas.
"Las conversaciones se llevan a cabo en un lugar no identificado de Pretoria", confirmó a Efe un portavoz del gobierno sudafricano que solicitó permanecer en el anonimato y que subrayó que el acuerdo firmado por las partes zimbabwenses establece un "embargo total de prensa" durante todas las negociaciones.
Durante el período del diálogo, ninguna de las partes comunicará, directa o indirectamente, a la prensa, el contenido de las discusiones, establece el documento en su punto 8 referido a Comunicación con los medios.
Esta cláusula del documento desarrolla el concepto diciendo que "Las partes se abstendrán de negociar a través de la prensa, ya sea mediante sus representantes en el Diálogo o cualquiera de los funcionarios de sus (respectivos) partidos".
La firma del acuerdo se hizo en presencia del presidente sudafricano, Thabo Mbeki, mediador designado por la Comunidad Para el Desarrollo de África Meridional (SADC) para las negociaciones, y quien, aparentemente, tampoco participó en la primera sesión de conversaciones, según fuentes allegadas a las mismas.
Mugabe y Tsvangirai comenzaron el diálogo tras una intensa presión de la comunidad internacional y la Unión Africana para que encuentren la manera de compartir el poder, pero los analistas anticipan que las conversaciones serán muy difíciles pues ambos afirman ser el legitimo presidente de Zimbabwe.
El mandatario zimbabwense fue derrotado por Tsvangirai en la primera vuelta de las presidenciales celebradas el paado 29 de marzo.
La Comisión Electoral Nacional (ZEC), organismo nombrado por Mugabe, determinó, sin embargo, que Tsvangirai no había obtenido el número de votos suficiente para obtener una mayoría directa y ordenó la celebración de una segunda ronda.
Esta segunda vuelta se celebró el 27 de junio y en ella Mugabe obtuvo más del 80 por ciento de los votos, según la ZEC.
No obstante, la comunidad internacional no reconoció este resultado ya que Mugabe participó en solitario, pues Tsvangirai se retiró debido a la oleada de ataques y asesinatos lanzada contra sus seguidores por las milicias leales al Gobierno con la anuencia de las fuerzas de seguridad.
El comienzo de las negociaciones ha sido posible gracias a la inclusión de un grupo de referencia de la ONU, la Unión Africana y la Comunidad para el Desarrollo Económico de África Meridional (SADC) que apoyará la mediación de Mbeki.
Tsvangirai propugnaba desde el año pasado un fortalecimiento de la intervención de la Unión Africana en las conversaciones del MDC con la gubernamental Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF), pues considera que Mbeki ha favorecido hasta ahora a Mugabe.
El líder del MDC advirtió hoy a sus seguidores que las conversaciones del partido con la ZANU-PF son bienvenidas pero que, por si solas, no garantizan el fin de la crisis en que esta inmerso Zimbabwe y que fracasarán si se celebran mientras sigue la violencia contra la oposición política en el país.
"Este es sólo el primer paso de una travesía cuya duración y éxito depende de la sinceridad y la buena fe de todas las partes involucradas", puntualizó Tsvangirai en un comunicado distribuido a la prensa.
Mugabe, que gobierna ininterrumpidamente en Zimbabwe desde la independencia del país en 1980, acusa a Tsvangirai de conjurar con el Reino Unido, la antigua metrópoli colonial, para derrocarlo y ha declarado que éste o el MDC no ocuparán el poder mientras él y los veteranos de guerra de la ZANU-PF estén vivos.
JOHANNESBURGO.- El Gobierno y la oposición de
El presidente zimbabuense, Robert Mugabe, y los líderes de las dos facciones del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), Morgan Tsvangirai y Arthur Mutambara, firmaron ayer, lunes, en Harare un documento de entendimiento que permitirá negociar la formación de un nuevo Gobierno en Zimbabwe.
Ninguno de los tres líderes participará directamente en las negociaciones en la capital de Sudáfrica, que se prevé durarán dos semanas.
"Las conversaciones se llevan a cabo en un lugar no identificado de Pretoria", confirmó a Efe un portavoz del gobierno sudafricano que solicitó permanecer en el anonimato y que subrayó que el acuerdo firmado por las partes zimbabwenses establece un "embargo total de prensa" durante todas las negociaciones.
Durante el período del diálogo, ninguna de las partes comunicará, directa o indirectamente, a la prensa, el contenido de las discusiones, establece el documento en su punto 8 referido a Comunicación con los medios.
Esta cláusula del documento desarrolla el concepto diciendo que "Las partes se abstendrán de negociar a través de la prensa, ya sea mediante sus representantes en el Diálogo o cualquiera de los funcionarios de sus (respectivos) partidos".
La firma del acuerdo se hizo en presencia del presidente sudafricano, Thabo Mbeki, mediador designado por la Comunidad Para el Desarrollo de África Meridional (SADC) para las negociaciones, y quien, aparentemente, tampoco participó en la primera sesión de conversaciones, según fuentes allegadas a las mismas.
Mugabe y Tsvangirai comenzaron el diálogo tras una intensa presión de la comunidad internacional y la Unión Africana para que encuentren la manera de compartir el poder, pero los analistas anticipan que las conversaciones serán muy difíciles pues ambos afirman ser el legitimo presidente de Zimbabwe.
El mandatario zimbabwense fue derrotado por Tsvangirai en la primera vuelta de las presidenciales celebradas el paado 29 de marzo.
La Comisión Electoral Nacional (ZEC), organismo nombrado por Mugabe, determinó, sin embargo, que Tsvangirai no había obtenido el número de votos suficiente para obtener una mayoría directa y ordenó la celebración de una segunda ronda.
Esta segunda vuelta se celebró el 27 de junio y en ella Mugabe obtuvo más del 80 por ciento de los votos, según la ZEC.
No obstante, la comunidad internacional no reconoció este resultado ya que Mugabe participó en solitario, pues Tsvangirai se retiró debido a la oleada de ataques y asesinatos lanzada contra sus seguidores por las milicias leales al Gobierno con la anuencia de las fuerzas de seguridad.
El comienzo de las negociaciones ha sido posible gracias a la inclusión de un grupo de referencia de la ONU, la Unión Africana y la Comunidad para el Desarrollo Económico de África Meridional (SADC) que apoyará la mediación de Mbeki.
Tsvangirai propugnaba desde el año pasado un fortalecimiento de la intervención de la Unión Africana en las conversaciones del MDC con la gubernamental Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF), pues considera que Mbeki ha favorecido hasta ahora a Mugabe.
El líder del MDC advirtió hoy a sus seguidores que las conversaciones del partido con la ZANU-PF son bienvenidas pero que, por si solas, no garantizan el fin de la crisis en que esta inmerso Zimbabwe y que fracasarán si se celebran mientras sigue la violencia contra la oposición política en el país.
"Este es sólo el primer paso de una travesía cuya duración y éxito depende de la sinceridad y la buena fe de todas las partes involucradas", puntualizó Tsvangirai en un comunicado distribuido a la prensa.
Mugabe, que gobierna ininterrumpidamente en Zimbabwe desde la independencia del país en 1980, acusa a Tsvangirai de conjurar con el Reino Unido, la antigua metrópoli colonial, para derrocarlo y ha declarado que éste o el MDC no ocuparán el poder mientras él y los veteranos de guerra de la ZANU-PF estén vivos.
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