Internacional

Fukushima eleva gravedad de vertido radiactivo de 2013

Los tanques dejaron escapar 300 toneladas de líquido altamente radiactivo, parte del cual se cree que fue a parar al océano Pacífico

TOKIO, JAPÓN (11/ABR/2014).- La operadora de la accidentada central nuclear de Fukushima ha anunciado que el nivel de radiactividad de un grave vertido de agua contaminada que se produjo en las instalaciones en 2013 resultó ser 3.5 veces mayor que lo estimado inicialmente.

Tras reanalizar las muestras de líquido, "Tokyo Electric Power" (TEPCO) confirmó que contenía 280 millones de becquereles de sustancias emisoras de rayos beta, como el estroncio, en lugar de los 80 millones estimados en verano del año pasado.

La empresa eléctrica ha tenido que volver a analizar el agua y otros cientos de muestras tras descubrir el pasado octubre que muchos de sus equipos de medición sufrían problemas técnicos que impedían un calculo preciso.

El vertido en cuestión, que tuvo lugar en agosto de 2013, se produjo en los contenedores que se emplean para almacenar el agua que se usa para enfriar los reactores dañados por el terremoto y tsunami que golpeó la central el 11 de marzo de 2011.

Los tanques dejaron escapar 300 toneladas de este líquido altamente radiactivo, parte del cual se cree que fue a parar al océano Pacífico a través de los desagües y el muelle de la central.

La gravedad del incidente llevó a la Autoridad de Regulación Nuclear japonesa (NRA) y al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a catalogar el suceso con el grado 3 de la Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos (INES), que tiene un total de 8 niveles.

Contener y gestionar el ingente volumen de agua contaminada que se acumula en estos contenedores y en los sótanos de los reactores afectados constituye uno de los principales desafíos a los que se enfrentan los miles de técnicos que trabajan a diario en Fukushima con el objetivo de desmantelar la central en las próximas décadas.

Los vertidos al mar y las emisiones radiactivas al aire provocadas por el accidente en la central, el peor desde el de Chernóbil en 1986, aún mantiene evacuadas a unas 50 mil personas que vivían junto a la planta y ha afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.
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