Internacional
Fija G8 meta climática; advierte de riesgos económicos
Las principales potencias del mundo apoyaron el martes una meta para reducir a la mitad las emisiones de los gases de invernadero en el 2050 y advirtieron que los altos precios del petróleo y los alimentos amenazan la economía mundial.
El Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo (G-8), que representa casi el 60% de la economía mundial, enfrenta presiones crecientes para emprender acciones decisivas a fin de resolver los problemas financieros más urgentes del mundo y evitar un alza en las temperaturas del planeta, potencialmente catastrófica.
En un comunicado emitido tras el segundo de los tres días de la cumbre, los miembros del G-8 dijeron que apoyan la meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos a la mitad para mediados de este siglo, en un paso para revivir las conversaciones encabezadas por la ONU, las cuales buscan un nuevo pacto en materia del calentamiento global para finales del año próximo.
El G-8 _formado por Estados Unidos, Japón, Rusia, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Canadá e Italia_ convocó también a las principales economías emergentes, como China e India, a que se unan en el esfuerzo para controlar el calentamiento global.
"Este desafío global sólo puede ser enfrentado con una respuesta global, en particular con la contribución de todas las economías principales", señaló el G-8 en un comunicado conjunto de cinco cuartillas sobre el tema climático.
El año pasado, durante la cumbre en Alemania, el G-8 prometió contemplar seriamente la misma meta. Este año, Japón, el anfitrión de la cumbre, esperaba consolidar ese compromiso durante el encuentro en Toyako, en la isla septentrional de Hokkaido.
Estados Unidos y la Unión Europea elogiaron el acuerdo, al considerarlo un progreso para impulsar las conversaciones encabezadas por la ONU. Pero los ambientalistas y algunos países en desarrollo, incluidos México y Brasil, dijeron que el pacto resulta insuficiente, ante la necesidad de que los países ricos fijen plazos más cortos para lograr sus objetivos.
"Es esencial que los países desarrollados asuman el liderazgo para lograr reducciones ambiciosas y absolutas de las emisiones de gases con efecto invernadero", señaló el llamado Grupo de los Cinco países emergentes, integrado además por India, China y Sudáfrica. El G-5 instó a que los países más ricos reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero entre 80 y 90% para 2050, respecto de los niveles de 1990.
En el tema económico, el G-8 se mostró "optimista", pese a los problemas actuales.
Los líderes convocaron a elevar la producción petrolera y las capacidades de refinación en el corto plazo. En el mediano plazo debe aumentarse la inversión y deben diversificarse las fuentes de energía y realizarse más esfuerzos para mejorar la eficiencia energética.
A fin de mejorar la seguridad en el suministro de los energéticos, los líderes propusieron la realización de un foro enfocado en la eficiencia y la nueva tecnología, para mejorar el diálogo entre productores y consumidores. No se dieron detalles de esa iniciativa.
"Seguimos siendo optimistas sobre la resistencia de nuestras economías y el futuro crecimiento global a largo plazo", dijeron los líderes en un comunicado emitido el martes, segundo día de la cumbre del G-8 en el norte de Japón. Destacaron que el crecimiento en los países emergentes sigue siendo fuerte.
"Sin embargo, la economía mundial enfrenta ahora incertidumbre y persisten los riesgos", añadió el documento. "Enfatizamos nuestra seria preocupación por los elevados precios de los productos básicos, especialmente el petróleo y los alimentos, dado que esto representa un desafío serio para un crecimiento estable en el mundo, tiene implicaciones severas para los más vulnerables y agrava las presiones inflacionarias mundiales", señaló el comunicado sobre la economía mundial.
Los miembros del G-8 ratificaron también su promesa, hecha originalmente en el 2005, de elevar la ayuda para Africa en 25.000 millones de dólares anuales para el 2010. Algunos organismos asistenciales habían criticado al grupo, tras señalar que sólo había entregado 3.000 millones de dólares de esa cifra.
Un comunicado señaló que los miembros "están decididos a cumplir plenamente sus compromisos específicos", y prometen establecer un mecanismo de seguimiento a los avances en el cumplimiento de sus metas.
"El objetivo sigue ahí. Las formas de lograrlo no son quizás lo suficientemente claras", señaló Alexander Pankin, miembro de la delegación rusa participante en las conversaciones. "No hubo una revisión de esta meta ni un debilitamiento de nuestra postura".
Síguenos en