Internacional

Familia de Morsi acusa a ejército egipcio de secuestro del ex mandatario

Descartan haber tenido contacto con el derrocado presidente desde el golpe de Estado en Egipto

EL CAIRO, EGIPTO (22/JUL/2013).- La familia del derrocado presidente islamista Mohamed Morsi anunció que denunciará ante la justicia  al jefe del ejército, el general Abdel Fatah al Sisi, al que acusan del "secuestro" del destituido mandatario quien se encuentra detenido por el ejército desde el pasado 3 de julio.

"Estamos iniciando diligencias legales local e internacionalmente contra  Abdel Fatah al Sisi, jefe del sangriento golpe de Estado militar, y su grupo  golpista", declaró Shaimaa Mursi, hija del presidente derrocado, en rueda de  prensa.

"Consideramos que el jefe del golpe de Estado y su grupo son totalmente  responsables de la salud y la integridad del presidente Morsi", agregó.  

"Ninguno de nosotros tuvo ningún contacto con nuestro padre desde la tarde  del golpe de Estado", indicó un hijo del jefe de Estado depuesto, Usama Morsi.  

Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) reunidos en  Bruselas pidieron "el fin de las detenciones políticas y la liberación de todos  los detenidos políticos, entre ellos Mohamed Mursi", según un comunicado.  

La UE insistió en su "profunda preocupación" por la situación y reconoció  que "muchos egipcios manifestándose expresaron preocupaciones legítimas",  refiriéndose a la movilización masiva para la marcha de Mursi.  

Sin embargo, la UE subrayó que "las fuerzas armadas no deberían jugar un  papel político en una democracia.  

Varios países, entre ellos Estados Unidos y Alemania, exigieron la  liberación de Morsi

Las nuevas autoridades desestimaron las demandas, pero afirmaron el 10 de  julio que Morsi se encuentra "en lugar seguro" y está siendo "tratado  dignamente", sin proporcionar información sobre el lugar y las condiciones de  detención.  

Según fuentes judiciales, Mursi fue interrogado el 14 de julio por la  justicia sobre las circunstancias de su evasión de la cárcel en 2011 durante la  revolución que provocó la caída de Hosni Mubarak, tras tres décadas en el poder.

Los partidarios de Mursi seguían manifestándose  para reclamar su regreso a  la presidencia. Cientos de ellos se manifestaron ante la sede de la fiscalía,  en El Cairo y pusieron en las puertas fotos de Mursi, al grito de "¡Sisi  asesino!".

Cientos más se congregaron en las inmediaciones del ministerio de Defensa  para homenajear a tres manifestantes favorables al presidente derrocado  ultimados el viernes en Mansura (norte), con fotos de Mursi y banderolas en las  que rezaba: "Abajo el régimen militar".

Por otro lado, cuatro personas murieron este lunes  en Egipto en choques entre partidarios y opositores del derrocado presidente  islamista Mohamed Mursi.

Dos personas murieron en enfrentamientos en la ciudad de Qaliub, al norte  de El Cairo, y una tercera falleció aplastada por un tren cuando trataba de  huir, informaron fuentes de seguridad.  

En la capital, un hombre de 20 años falleció por heridas de bala en los  alrededores de la plaza Tahrir, donde partidarios de ambos bandos se  enfrentaron a pedradas y con perdigones.

Otras 26 personas resultaron heridas en estos enfrentamientos,  principalmente por disparos de perdigones, según los servicios de urgencias. La  policía intervino lanzando granadas lacrimógenas.  

Por otro lado, un civil falleció y cuatro militares fueron heridos en una  serie de ataques en el norte del Sinaí, informaron fuentes de seguridad. Desde  la caída del presidente islamista Mohamed Mursi, se registran hechos violentos  casi a diario en la península.  

El lunes por la noche, el presidente interino, Adli Mansur, defendió la  "reconciliación" nacional durante una breve alocución televisada, la víspera  del aniversario del golpe de Estado de los Oficiales Libres liderados por Gamal  Abdel Naser en 1952.

"Queremos iniciar una nueva página para nuestra nación: ni rencor ni odio  ni confrontación ni ofensa a los que dieron su vida por la patria", declaró.  

Las autoridades de transición seguían adelante con su programa, brindando  al público la posibilidad de proponer enmiendas para revisar la Constitución y  con el juramento de dos nuevos ministros, Abdel Abdelhamid Abdalá en la cartera  de Justicia e Ibrahim al Dumeiri en la de Transportes.

Por su parte, los miembros de los Hermanos Musulmanes, el movimiento de  Mursi, que formaban parte del Consejo Consultivo, que ejercía la totalidad del  poder legislativo hasta su disolución por las nuevas autoridades, se reunieron  en su bastión del nordeste de El Cairo.

Durante una sesión improvisada en la mezquita Raba al Adawiya, donde varios  miles de partidarios de Mursi están instalados en tiendas, los parlamentarios  reclamaron el restablecimiento del presidente y de la Constitución, así como  "el fin inmediato de la desaparición forzada" de Mursi.
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