Internacional
Eleva China a 184 la cifra de muertos en Urumqi y culpa a uigures
Hay 137 Han muertos, entre ellos 111 hombres y 26 mujeres, mientras que 46 víctimas son uigures
'Hay 137 Han muertos, entre ellos 111 hombres y 26 mujeres, mientras que 46 víctimas son uigures, y de ellas todas excepto una son hombres. También hay un fallecido de la minoría Hui', indicó la agencia de noticias Xinhua, que citó fuentes del gobierno provincial.
El anterior balance, que no precisó las etnias de los muertos, informaba del fallecimiento de 156 personas, mientras la disidencia uigur en el exilio evocaba por su parte la muerte de miles de los suyos.
En tanto, la casi totalidad de las mezquitas de Urumqi permanecieron cerradas pese a ser el día de oración más importante para los musulmanes, mientras la ciudad recuperaba su ritmo natural con comercios abiertos y tráfico restablecido.
Las autoridades indicaron que han cerrado los principales templos para evitar reuniones entre los uigures que pueda degenerar en incidentes, indicó Xinhua.
Algunos templos menores sí fueron abiertos en la capital provincial, escenario desde el domingo por la noche de violencias interétnicas entre la minoría musulmana uigur y la mayoría étnica de los Han.
La medida fue complementada con la extensión del toque de queda, que entró en vigor a las 19:00 horas locales (13:00 GMT), según oficiales del gobierno provincial.
Los responsables de los asuntos religiosos de la provincia de Xinjiang pidieron a los creyentes que recen en sus hogares.
'Esto es algo normal cuando hay plagas o disturbios sociales', indicó la prensa oficial china.
Urumqi recobraba paulatinamente la normalidad con la apertura de comercios y el restablecimiento del tráfico, aunque en los barrios musulmanes la presencia del Ejército y de la policía era todavía muy importante.
El Gran Bazar, en el corazón de la zona uigur, permanecía cerrado y miles de fuerzas del orden estaban estacionadas con vehículos blindados.
En tanto, las estaciones de trenes y de autobuses estaban tomadas por miles de Han y uigures que habían decidido abandonar la ciudad por temor a nuevos incidentes.
Urumqi vivió los últimos días el peor brote de violencia registrado en China en los últimos 20 años, desde la revuelta estudiantil de la Plaza de Tiananmen, en 1989.
Pekín, que el miércoles advirtió que aplicará la pena de muerte a todo aquel que sea culpable de asesinato, prometió un 'castigo severo' a los instigadores de la revuelta.
El Comité Permanente del Buró Político del Partido Comunista de China –la mayor instancia política del país- se reunió de urgencia el miércoles por la noche.
Esto tras la llegada del presidente Hu Jintao, quien abandonó apresuradamente Italia, donde debía participar en la cumbre del Grupo de los Ocho.
Los especialistas calculan que una tercera parte de las reservas de petróleo chino se encuentran en esta zona, fronteriza con Asia Central.
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