Internacional
El sol deja al descubierto la tragedia en El Salvador
Inician labores de limpieza, reconstrucción y búsqueda de cuerpos
SAN SALVADOR, EL SALVADOR.- El sol que volvió a brillar hoy en El Salvador puso al descubierto la magnitud de los efectos de las lluvias que azotaron a cinco de los catorce departamentos de este país centroamericano, que hoy está de luto por la muerte de 130 personas.
"Esto fue tremendo, nunca se había visto", relató a Efe en medio de sus enseres destruidos Dina, una mujer de casi 40 años que reside en la colonia Nicaragua de San Salvador, que sucumbió ante la crecida de un río cercano tras las lluvias del sábado y el domingo.
Al igual que sus vecinos, Dina debió abandonar su casa para no ser arrastrada por la corriente, que se llevó un muro trasero e hizo aún más pequeño el espacio en el que vive junto a su hijo y esposo.
Este lunes, con un sol brillante y sin rastros de nubes, trataba de sacar el lodo que aún quedaba en su vivienda por unas lluvias que de acuerdo a cifras oficiales han dejado 130 muertos y 13 mil 680 personas albergadas en 118 refugios temporales en El Salvador.
Unos metros más adelante se encontraba María, quien, entre lágrimas narró cómo las aguas le arrancaron no sólo un pedazo de su vivienda, sino "20 años de tanto trabajar".
"Hace una semana me quedé sin trabajo y ahora esto. ¿Qué vamos a hacer si mi esposo tampoco trabaja y no tenemos cómo mantenernos?", se preguntó esta mujer, mientras observaba con tristeza muebles, colchones y prendas de ropa apiladas junto a una mesa en la que habían servido tortillas y fríjoles.
Mientras tanto José Romero, quien permanecía en uno de los albergues instalado por la Alcaldía de San Salvador para socorrer a los damnificados, pidió, además de atención, que no se "politice este asunto".
"Si es como dicen todos los de arriba de la Asamblea (Legislativa) que están trabajando para el pueblo, pues este es el momento de poner a prueba si están trabajando por el pueblo", añadió Romero.
En Verapaz, poblado situado a 48 kilómetros al este de San Salvador devastado entre el sábado y la madrugada del domingo por un río de lodo y piedras, los sobrevivientes enterraron a sus muertos y recibieron la visita del presidente Mauricio Funes y su esposa, Vanda Pignato.
"Hoy por hoy quiero un techo, quiero víveres y una colchoneta para dormir en el suelo y dos cobijitas para mí, mi compañero de vida y mis hijos", dijo a Efe Mercedes Portillo, quien a sus 55 años lamenta la pérdida de su "casita".
"Lo que he perdido es todo (...) Yo había sembrado fríjoles, maíz, todo se fue", añadió Mercedes, que agradeció a Dios porque sus nueve hijos resultaron sanos y salvos.
Verapaz fue escenario hoy del sepelio de al menos doce víctimas de las lluvias, y de los intentos de sus habitantes por recuperar la normalidad.
Familiares de los residentes llevaban colchonetas, víveres, ropa a los afectados, al tiempo que cuadrillas y lugareños quitaban escombros, lodo y recogían las escasas pertenencias que les dejó el deslizamiento de tierras que bajó desde el volcán San Vicente o "Chinchontepec", que, según la leyenda, tiene la forma de una mujer acostada.
El sol salió este lunes después que el sistema de baja presión que se encontraba en el Pacífico empezó a disiparse, a medida que se alejaba el huracán "Ida".
Por ahora, el Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) ha pronosticado el ingreso de un frente frío al país, por lo que se espera que las temperaturas disminuyan levemente.
"Esto fue tremendo, nunca se había visto", relató a Efe en medio de sus enseres destruidos Dina, una mujer de casi 40 años que reside en la colonia Nicaragua de San Salvador, que sucumbió ante la crecida de un río cercano tras las lluvias del sábado y el domingo.
Al igual que sus vecinos, Dina debió abandonar su casa para no ser arrastrada por la corriente, que se llevó un muro trasero e hizo aún más pequeño el espacio en el que vive junto a su hijo y esposo.
Este lunes, con un sol brillante y sin rastros de nubes, trataba de sacar el lodo que aún quedaba en su vivienda por unas lluvias que de acuerdo a cifras oficiales han dejado 130 muertos y 13 mil 680 personas albergadas en 118 refugios temporales en El Salvador.
Unos metros más adelante se encontraba María, quien, entre lágrimas narró cómo las aguas le arrancaron no sólo un pedazo de su vivienda, sino "20 años de tanto trabajar".
"Hace una semana me quedé sin trabajo y ahora esto. ¿Qué vamos a hacer si mi esposo tampoco trabaja y no tenemos cómo mantenernos?", se preguntó esta mujer, mientras observaba con tristeza muebles, colchones y prendas de ropa apiladas junto a una mesa en la que habían servido tortillas y fríjoles.
Mientras tanto José Romero, quien permanecía en uno de los albergues instalado por la Alcaldía de San Salvador para socorrer a los damnificados, pidió, además de atención, que no se "politice este asunto".
"Si es como dicen todos los de arriba de la Asamblea (Legislativa) que están trabajando para el pueblo, pues este es el momento de poner a prueba si están trabajando por el pueblo", añadió Romero.
En Verapaz, poblado situado a 48 kilómetros al este de San Salvador devastado entre el sábado y la madrugada del domingo por un río de lodo y piedras, los sobrevivientes enterraron a sus muertos y recibieron la visita del presidente Mauricio Funes y su esposa, Vanda Pignato.
"Hoy por hoy quiero un techo, quiero víveres y una colchoneta para dormir en el suelo y dos cobijitas para mí, mi compañero de vida y mis hijos", dijo a Efe Mercedes Portillo, quien a sus 55 años lamenta la pérdida de su "casita".
"Lo que he perdido es todo (...) Yo había sembrado fríjoles, maíz, todo se fue", añadió Mercedes, que agradeció a Dios porque sus nueve hijos resultaron sanos y salvos.
Verapaz fue escenario hoy del sepelio de al menos doce víctimas de las lluvias, y de los intentos de sus habitantes por recuperar la normalidad.
Familiares de los residentes llevaban colchonetas, víveres, ropa a los afectados, al tiempo que cuadrillas y lugareños quitaban escombros, lodo y recogían las escasas pertenencias que les dejó el deslizamiento de tierras que bajó desde el volcán San Vicente o "Chinchontepec", que, según la leyenda, tiene la forma de una mujer acostada.
El sol salió este lunes después que el sistema de baja presión que se encontraba en el Pacífico empezó a disiparse, a medida que se alejaba el huracán "Ida".
Por ahora, el Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) ha pronosticado el ingreso de un frente frío al país, por lo que se espera que las temperaturas disminuyan levemente.