Internacional
Duterte anuncia un alto al fuego con la rebelión comunista
Las guerrillas que integran el Frente Democrático Nacional de Filipinas mantienen un conflicto armado desde hace 48 años
"No vamos a ninguna parte con el conflicto y cada vez es más sangriento. Hay que frenar la violencia sobre el terreno, restaurar la paz en las comunidades y volver a las negociaciones de paz", dijo Duterte en su primer discurso sobre el estado de la nación ante el Parlamento.
"Por ello, anuncio un alto al fuego unilateral con el NDFP, el CPP (Partido Comunistas de Filipinas) y el NPA (Nuevo Ejército del Pueblo) efectivo de forma inmediata", añadió el mandatario, investido el 30 de junio pasado.
El jefe de Estado, vencedor de las presidenciales del 9 de mayo, también llamó además a la paz a las comunidades musulmanas del sur de Filipinas, con las que existe otro conflicto armado.
"Ni el dinero ni las medallas puede compensar la perdida de la vida humana. Afecta a todos los extractos de la sociedad. Por eso es nuestra responsabilidad, hermanos musulmanes, poner fin a siglos de desconfianza", indicó Duterte.
"Todos queremos paz. Pero no la paz de los muertos, sino la paz de los vivos", aseveró el dirigente.
El Gobierno de Filipinas inició en junio contactos exploratorios con el NDFP en Oslo y se acordó retomar las negociaciones de paz formales del 20 al 27 de agosto, también en la capital de Noruega.
Durante las conversaciones, está previsto tratar la declaración de un alto el fuego, la amnistía para los presos comunistas, la confirmación de acuerdos previos y formas de acelerar el proceso de paz.
El nombramiento de Duterte para un mandato único de seis años ha dado un impulso al diálogo con la rebelión comunista a través de declaraciones conciliadoras y su disposición a ordenar la liberación de algunos rebeldes como acto de "buena fe".
El diálogo con el NDFP se cortó en abril de 2013, después de que el Gobierno del entonces presidente Benigno Aquino (2010-16) se negara a excarcelar a algunos rebeldes que los insurgentes había elegido para tomar parte en las conversaciones de paz.
El Partido Comunista de Filipinas fue creado en 1968 como una organización política clandestina con el objetivo principal de derrocar al Gobierno.
El Nuevo Ejército del Pueblo nació ese mismo año como su brazo armado y cuenta en la actualidad con unos seis mil combatientes.
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