Internacional

Dimite segundo presidente en la administración de Merkel

Las acusaciones contra el ahora ex mandatario ponen en riesgo los progresos del Gobierno en la crisis de la Zona Euro

Dimite segundo presidente en la administración de Merkel
PANAMÁ (18/FEB/2012).- El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, dijo que, si bien la dimisión de Christian Wulff de la jefatura del Estado alemán es una “situación extraordinaria, en poco tiempo” se contará con nuevo presidente.

Westerwelle, que llegó a Panamá para una visita oficial, señaló en una conferencia de prensa junto con el canciller panameño, Roberto Henríquez, que la dimisión de Wulff es un hecho que “hay que respetar” y que igualmente “afecta a la gente en Alemania”.

Sin embargo, consideró que las instituciones democráticas en Alemania “han acrisolado su eficacia”, por lo que, indicó, ante la “situación extraordinaria” que se presentó con la dimisión, “en un espacio de tiempo muy corto se va contar con un nuevo presidente federal, según lo estipulado en nuestra Constitución”.

Westerwelle aclaró que en Alemania opera una democracia parlamentaria, no presidencial, con un poder ejecutivo que emana del Gobierno y no del presidente, por lo cual, señaló: “No está afectado por esta dimisión y menos aun hay consecuencias sobre la política exterior”.

Recalcó que el de presidente federal es un cargo “prácticamente de índole representativa solamente”, para enseguida matizar en tono de broma que espera que esto “no se difunda (en Alemania) de tal manera”.

Afectaciones nacionales

La renuncia del político elegido por Angela Merkel— que dimitió por supuesta corrupción y por haber aceptado favores durante su cargo presidencial— da un golpe a la canciller en medio de la crisis de la Zona Euro.

En un breve comunicado en el palacio presidencial Bellevue, Wulff dijo que había perdido la confianza del pueblo alemán, lo que hacía imposible continuar en un rol que se supone debe servir como una brújula moral de la nación.    

“Por esta razón ya no me es posible ejercer el cargo de presidente en el país y en el exterior como es debido”, declaró, parado al lado de su esposa Bettina.    

La búsqueda de un sucesor podría convertirse en una distracción para Merkel, justo cuando su Gobierno está inmerso en duras negociaciones por un segundo paquete de rescate para Grecia, aunque los analistas pronosticaron que cualquier impacto en el proceso será limitado.    

Merkel pospuso un viaje a Roma, donde iba a dialogar con el primer ministro italiano, Mario Monti, e hizo un breve comunicado luego de las declaraciones de Wulff, diciendo que lamentaba su partida y que conversaría con los partidos de la oposición para encontrar un reemplazo.    

La canciller está disfrutando un momento de popularidad por su manejo de la crisis, pero la renuncia podría poner en duda su criterio, ya que Merkel nombró a Wulff en 2010 a pesar de que había un fuerte candidato de la oposición que según los sondeos tenía el apoyo de la mayoría de los alemanes.    

Es el segundo presidente en dimitir en dos años. Su antecesor, el ex jefe del Fondo Monetario Internacional Horst Koehler, renunció inesperadamente en 2010 luego de las críticas que recibió por comentarios acerca de la misión alemana en Afganistán.

PERFIL
Sonriente y elegante


Christian Wulff nació en Osnabrück, Baja Sajonia, en 1959, y se formó como jurista.

Ingresó en las filas de la CDU en 1975 y se desempeñó como primer ministro de Baja Sajonia entre 2003 y 2010 en coalición con el Partido Liberal (FDP).

Antes de llegar a ese puesto, encajó dos derrotas seguidas en el Estado ante el socialdemócrata Gerhard Schröder, jefe del Gobierno de Baja Sajonia desde 1990 a 1998, año en que arrebató la cancillería federal a Helmut Kohl.

Está casado en segundas nupcias con Bettina, con quien tiene un hijo, y cada uno de ellos tiene una hija de su primer matrimonio.

El más joven de los presidentes de Alemania proyectaba una imagen de conservador moderno y sin problemas hasta que una serie de escándalos lo llevó  al primer plano de los medios.

Elegante, sonriente, Wulff, de 52 años, fue elegido presidente el 30 de  junio de 2010 con gran dificultad, en la tercera vuelta de una votación donde  bastaba la mayoría simple. Fue una humillación para la canciller Angela Merkel, que lo presentaba.

Desde mediados de diciembre es blanco de las críticas de los medios alemanes, que lo acusan de haber aprovechado sus funciones para obtener  ventajas financieras y luego de haber tratado de acallar esos casos.

En 2003 arrebató la presidencia del Land de Baja Sajonia a la izquierda, siendo reelegido en 2008.

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