Internacional

Christian Wulff recibe más presión tras polémico mensaje

El mandatario alemán es acusado de amenazar a un periódico

BERLIN, ALEMANIA (05/ENE/2012).- El presidente alemán, Christian Wulff, rechazó el jueves la publicación de un mensaje de voz que dejó en el teléfono de un editor de un periódico, en medio de un creciente escándalo que podría costarle el puesto y dañar a la canciller Angela Merkel.

Su decisión se conoció un día después de aparecer en la televisión para distender el crítico ambiente generado por el escándalo sobre su aparente intento de presionar al principal periódico alemán, el Bild, el mes pasado para que no publicara una embarazosa historia sobre un préstamo hipotecario que recibió en el 2008.

Medios de comunicación y legisladores de la oposición renovaron sus ataques contra Wulff, luego de que éste dejara en claro en la entrevista televisiva que no tenía planes de renunciar, pero admitió haber cometido un "grave error" refiriéndose al amenazador mensaje dejado en el teléfono del editor de Bild Kai Diekmann.

Merkel apoyó a Wulff para la presidencia en el 2010 y la indignación sobre su conducta amenaza con convertirse en una distracción para la canciller en momentos en que Berlín intenta solucionar una crisis de deuda en la zona euro.

Dispuesta a evitar la distracción de un prolongado y divisivo debate sobre un sucesor, Merkel ha apoyado a Wulff hasta el momento, pese a que crecen los llamados para que el presidente renuncie, sobre todo en los medios germanos.

En la entrevista, Wulff rechazó las acusaciones de que había buscado matar la historia sobre el préstamo, diciendo que sólo quería retrasar su publicación un día para darle tiempo a responder.

Bild cuestiona esa versión y Diekmann escribió a Wulff el jueves pidiéndole su permiso para publicar el mensaje, en el que el presidente amenazó al diario con una "guerra" y consecuencias legales si seguía adelante con la historia, según reportes de medios.

"Mi mensaje, hecho en un inusual contexto emocional, era para usted y nadie más", dijo Wulff en una respuesta al editor divulgada por su despacho.

Bild dijo que lamentaba la decisión de Wulff de mantener el mensaje en secreto y agregó que ello contradecía las promesas del presidente en las últimas semanas de ser totalmente transparente sobre los detalles del escándalo.

Benno Poeppelmann, experto legal en la Asociación Alemana de Periodistas (DJV, por su sigla en alemán) dijo a Reuters que el mensaje podría ser clasificado como no privado por lo que Bild podría divulgar partes sin la aprobación del presidente.

APOYO

A pesar de la amenaza, Bild siguió adelante y publicó la historia el mes pasado.

En ella, el diario afirmó que el presidente había recibido un préstamo hipotecario en el 2008 a intereses más bajos de la esposa de un acaudalado empresario y amigo, Egon Geerkens, cuando era el jefe del Gobierno del estado de Baja Sajonia, en el norte del país.

La historia lo deja en posición de haber engañado supuestamente a la cámara del estado cuando negó tener alguna relación de negocios con Geerkens.

Los alemanes se toman el cargo de presidente muy en serio. La persona que ocupa el puesto debe actuar supuestamente como una autoridad moral de la nación, defendiendo las leyes constitucionales, entre ellas un compromiso con la libertad de prensa.

El apoyo público a Wulff ha caído al 47 por ciento desde el 63 por ciento en cuestión de días, según una encuesta de la cadena de televisión ARD.

Pese a su comparecencia, en la que se presentó a sí mismo como la víctima de medios de comunicación agresivos, no fue suficiente para muchos periódicos, que dijeron que el escándalo no se acababa ahí.

"El asunto no ha terminado con esta entrevista en televisión. El presidente no ha recuperado la autoridad moral que lo faculta para ejercer su cargo", escribió el diario Financial Times Deutschland, en un tono similar a otros periódicos.

Aunque la mayoría de los políticos del partido conservador de Merkel elogiaron la entrevista, miembros de la oposición fueron críticos.

"Todavía hay preguntas pendientes que tienen que resolverse", dijo el legislador del partido Social Demócrata (SPD) Hubertus Heil. "Esto no lo absuelve y no pondrá fin al debate", agregó.

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