Internacional
Bahréin dialogará con la oposición pero recibirá más tropas
El jeque Khaled bin Ahmed al-Khalifa dijo que tres o cuatro países del Golfo estaban enviando tropas y las fuerzas continuarían en la nación tanto tiempo como sea necesario
Bahréin está comprometido a dialogar con la oposición pero la seguridad es la máxima prioridad y llegarán más tropas de los países del Golfo para contribuir a restaurar el orden tras semanas de revueltas, dijo el viernes el ministro de Relaciones Exteriores.
El jeque Khaled bin Ahmed al-Khalifa dijo que tres o cuatro países del Golfo estaban enviando tropas y las fuerzas continuarían en la nación tanto tiempo como sea necesario para traer la calma después de que las protestas lideradas por la mayoría chií desembocaran en violencia sectaria y mermaran la economía.
No obstante, su papel estaría limitado a custodiar bienes estratégicos como instalaciones petrolíferas, y no intervendrían para aplacar las protestas, dijo en una rueda de prensa en Manamá.
"Miramos con confianza al regreso a la vida normal en Bahréin", dijo el jeque. "Sabemos que el diálogo es nuestro camino", agregó.
Bahréin, gobernado por suníes, detuvo a siete líderes opositores y sacó de las calles a manifestantes prodemocráticos tras semanas de protestas que llevaron al Rey a declarar la ley marcial y a la entrada de tropas de la vecina Arabia Saudita, también gobernada por suníes.
Tres manifestantes murieron en la represión. También fallecieron tres policías, atropellados por coches conducidos por manifestantes.
El viernes, unas grúas demolieron el monumento situado en el centro de la rotonda de la Perla, punto central de semanas de protestas, en un intento por eliminar "malos recuerdos", según el canciller.
La ferocidad de la represión, en la que tropas y policías se desplegaron en todo Bahréin, impusieron un toque de queda y prohibieron todas las concentraciones públicas y manifestaciones, ha conmocionado a los chiíes de Bahréin.
Gritando "Abajo el rey Hamad", miles de personas enterraron a un activista muerto en una represión que ha encolerizado a Irán y elevado las tensiones en la región que más petróleo exporta del mundo.
Los asistentes al funeral llevaban fotos del activista Ahmed Farhan, muerto el miércoles, seguidos por un coche en el que trasladaban su ataúd.
Un helicóptero sobrevoló la comitiva y había tanques a la entrada de Sitra, donde fue enterrado, pero no dispersaron el funeral.
Las protestas continúan
El jeque Issa Qassim, el clérigo chií más influyente de Bahréin, dijo el viernes en su sermón que las tropas del Golfo estarían mejor ayudando a los palestinos en Gaza que entrando en Bahréin y agradeció a aquellos que murieron o dimitieron en la revuelta.
"La violencia de las autoridades ha creado una herida profunda, amplia y peligrosa entre el Gobierno y el pueblo", dijo.
"El Gobierno quiere quebrantar nuestra voluntad de forma que depongamos nuestro llamamiento para unas reformas sustanciales y significativas, pero nunca romperán nuestra voluntad. Pueden usar tanques y aplastar nuestros cuerpos pero nunca romperán nuestras armas y nuestra voluntad de reformas", agregó.
El jeque Khaled dijo, no obstante, que la realeza había hecho todo lo posible para posibilitar el diálogo, permitiendo las protestas y ofreciendo garantías, pero la oposición ha rechazado las conversaciones y comenzó a bloquear las principales calles, donde los civiles empezaron a enfrentarse diariamente.
"En situaciones volátiles esperas violencia, pero no hay violencia sistemática contra el pueblo", dijo.
MANAMÁ, BAHRÉIN (18/MAR/2011).-
El jeque Khaled bin Ahmed al-Khalifa dijo que tres o cuatro países del Golfo estaban enviando tropas y las fuerzas continuarían en la nación tanto tiempo como sea necesario para traer la calma después de que las protestas lideradas por la mayoría chií desembocaran en violencia sectaria y mermaran la economía.
No obstante, su papel estaría limitado a custodiar bienes estratégicos como instalaciones petrolíferas, y no intervendrían para aplacar las protestas, dijo en una rueda de prensa en Manamá.
"Miramos con confianza al regreso a la vida normal en Bahréin", dijo el jeque. "Sabemos que el diálogo es nuestro camino", agregó.
Bahréin, gobernado por suníes, detuvo a siete líderes opositores y sacó de las calles a manifestantes prodemocráticos tras semanas de protestas que llevaron al Rey a declarar la ley marcial y a la entrada de tropas de la vecina Arabia Saudita, también gobernada por suníes.
Tres manifestantes murieron en la represión. También fallecieron tres policías, atropellados por coches conducidos por manifestantes.
El viernes, unas grúas demolieron el monumento situado en el centro de la rotonda de la Perla, punto central de semanas de protestas, en un intento por eliminar "malos recuerdos", según el canciller.
La ferocidad de la represión, en la que tropas y policías se desplegaron en todo Bahréin, impusieron un toque de queda y prohibieron todas las concentraciones públicas y manifestaciones, ha conmocionado a los chiíes de Bahréin.
Gritando "Abajo el rey Hamad", miles de personas enterraron a un activista muerto en una represión que ha encolerizado a Irán y elevado las tensiones en la región que más petróleo exporta del mundo.
Los asistentes al funeral llevaban fotos del activista Ahmed Farhan, muerto el miércoles, seguidos por un coche en el que trasladaban su ataúd.
Un helicóptero sobrevoló la comitiva y había tanques a la entrada de Sitra, donde fue enterrado, pero no dispersaron el funeral.
Las protestas continúan
El jeque Issa Qassim, el clérigo chií más influyente de Bahréin, dijo el viernes en su sermón que las tropas del Golfo estarían mejor ayudando a los palestinos en Gaza que entrando en Bahréin y agradeció a aquellos que murieron o dimitieron en la revuelta.
"La violencia de las autoridades ha creado una herida profunda, amplia y peligrosa entre el Gobierno y el pueblo", dijo.
"El Gobierno quiere quebrantar nuestra voluntad de forma que depongamos nuestro llamamiento para unas reformas sustanciales y significativas, pero nunca romperán nuestra voluntad. Pueden usar tanques y aplastar nuestros cuerpos pero nunca romperán nuestras armas y nuestra voluntad de reformas", agregó.
El jeque Khaled dijo, no obstante, que la realeza había hecho todo lo posible para posibilitar el diálogo, permitiendo las protestas y ofreciendo garantías, pero la oposición ha rechazado las conversaciones y comenzó a bloquear las principales calles, donde los civiles empezaron a enfrentarse diariamente.
"En situaciones volátiles esperas violencia, pero no hay violencia sistemática contra el pueblo", dijo.
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