México

Exjefe del cártel de Sinaloa revela sobornos a García Luna

Sergio Villareal Barragán, exlíder del cártel de Sinaloa, asegura haber sido testigo del dinero que se le otorgaba al exfuncionario federal  

Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, aseguró ayer, durante el juicio de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, quien está acusado por narcotráfico en Estados Unidos (EU), que presenció pagos al exfuncionario federal por parte del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva cuando éste tenía nexos con el cártel de Sinaloa. 

“Nos daba información sobre operaciones, nos facilitaba poner y quitar comandantes en cualquier plaza en México y compartíamos información para poder pegar a nuestros contrarios”, afirmó Villarreal Barragán, exjefe del cártel de Sinaloa frente al jurado que se apersonó en la Corte del Distrito Este de Brooklyn. 

Ante las preguntas de la fiscal Erin Reid, “El Grande” contó que en una ocasión vio cómo le entregaron a García Luna y a sus colaboradores entre 14 y 16 millones de dólares en cajas de cartón tras incautar a la competencia dos toneladas de droga.

“(Eran tantas las cajas) que no cabían en la camioneta que traían. Se llevaron una que traíamos nosotros”, explicó el capo, quien agregó que estos sobornos fueron aumentando conforme crecieron las ganancias de la organización delictiva. 

Ante esto, la defensa de García Luna respondió que el caso se basa en cimientos inestables, pues se ha construido con testimonios de capos que quieren “reducir su condena y vengarse de la persona que más odian los narcotraficantes” mexicanos.

Genaro García Luna, al frente con cabello gris. A su espalda, una foto donde saluda a Barack Obama. AP/E. Williams

García Luna “traicionó a México y EU”: Fiscalía 

El exsecretario de Seguridad de México, Genaro García Luna, escuchó ayer lunes los alegatos del gobierno estadounidense que lo acusa de haber “traicionado” a nuestro país y a Estados Unidos (EU) por traficar cocaína, delito por los que se enfrenta a la cadena perpetua, mientras su defensa aseguró que el caso se basa en “cimientos inestables”.

Acusado de cinco cargos, entre ellos varios por narcotráfico, el “exsuperpolicía” mexicano llegó a la sala del juicio con semblante relajado, llevándose la mano al corazón en varias ocasiones, y los brazos cruzados al tiempo que enviaba besos a su esposa e hija, presentes en la audiencia que preside el juez Brian Cogan.

Antes de empezar, se fundió en un abrazo con los miembros de su defensa, dirigida por el abogado César de Castro.

Tras un largo discurso del juez al jurado sobre lo que debe hacer y cómo debe comportarse a lo largo de las 8 semanas que se prevé que dure el juicio, la acusación presentó sus alegatos contra el arquitecto de la guerra que el expresidente de México, Felipe Calderón (2006-2011), lanzó contra el crimen organizado. “El acusado tomó millones de dólares en sobornos una y otra vez” del cártel de Sinaloa, de Joaquín “El Chapo” Guzmán, uno de los mayores narcotraficantes del mundo, juzgado y condenado a cadena perpetua por el mismo juez que instruye el caso de García Luna, anotó el fiscal Philip Pilmar, quien recordó que “nadie está por encima de la ley”.

García Luna “traicionó a su país y al nuestro”, sentenció.

Los señalamientos

De acuerdo a la fiscalía neoyorquina, el director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) entre 2001 y 2005 y secretario de Seguridad Pública de 2006-2012 ayudó al cártel de Sinaloa a introducir 53 toneladas de cocaína a Estados Unidos, convirtiéndose en un “miembro” más de la conspiración.

La defensa alega que no hay “dinero, ni fotos, ni videos, ni grabaciones, ni textos, ni pruebas” de estas acusaciones.

Este caso está basado en “cimientos inestables”, aseguró César de Castro sobre el que fuera “rostro de la guerra” al narcotráfico que se instaló a vivir en Estados Unidos cuando salió del gobierno mexicano en 2012 y cuya ciudadanía solicitó en 2018.

“Cantidad no es calidad”, dijo el abogado defensor al jurado y cuando “no tienes calidad abrumas con cantidad”, arremetió.

“Los testigos del gobierno son víctimas de la guerra al narcotráfico” de Calderón. Y pretenden, según la defensa, “matar dos pájaros de un tiro: reducir su condena y vengarse de la persona que más odian los narcotraficantes”, sostuvo.

García Luna está acusado de cinco cargos, entre ellos, participar en una empresa criminal continuada, conspirar para el tráfico de cocaína y mentir a las autoridades cuando solicitó la nacionalidad estadounidense en 2018, país donde vivía desde que dejó el gobierno mexicano en 2012.

¿Cómo será el juicio?

El juez Brian Cogan le explicó al jurado que no pueden hablar del juicio (ni entre ellos), hasta que venga el veredicto. También explicó que las sesiones serán de 9:30 a 16:30 horas, de lunes a jueves y que tendrán el viernes libre para asuntos personales.

PERFILES

García Luna era visto como el encargado de la sangrienta guerra de Calderón contra los cárteles y un aliado de los Estados Unidos. AP/Archivo

Genaro García Luna, un enigma eterno

Nacido en Ciudad de México el 10 de julio de 1968, Genaro García Luna dirigió la Agencia Federal de Investigación entre 2001 y 2005, y luego fue secretario de Seguridad Pública en el gobierno del presidente Felipe Calderón de 2006 a 2012.

Como jefe de seguridad pública, García Luna era visto como el encargado de la sangrienta guerra de Calderón contra los cárteles y un aliado clave en la iniciativa estadounidense que comenzó con el gobierno del expresidente George W. Bush y que proporcionó a la policía mexicana equipamiento, tecnología y capacitación para intentar contener el flujo de drogas a través de la frontera.

En fotos mostradas en el juicio, se ve a García Luna con el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, el exsenador John McCain y otros altos funcionarios de Estados Unidos.

Fue reconocido por el FBI, la DEA e incluso la Interpol en la lucha contra la delincuencia.

Sin embargo, durante años, García Luna también fue señalado de tener lazos con narcotraficantes.

Luego, durante el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Nueva York, un exmiembro de cártel de Sinaloa testificó en 2018 que él entregó al menos 6 millones de dólares en sobornos a García Luna y que miembros de cártel acordaron recaudar 50 millones de dólares para sobornarlo.

García Luna, quien se mudó a Miami después de dejar su cargo gubernamental, fue arrestado en 2019 en Texas y desde entonces está detenido sin derecho a fianza en una prisión federal. Se ha declarado inocente de los cinco cargos que se le acusan. El hombre de 54 años podría pasar décadas en prisión si se le declara culpable. García Luna está siendo juzgado en la misma corte federal de Brooklyn en la que Guzmán fue declarado culpable de manejar durante décadas una vasta operación de narcotráfico.

El nombre de García Luna está también ligado al de la francesa Florence Cassez y su expareja Israel Vallarta, acusados de liderar una banda de secuestradores, en un turbio caso que hizo tambalear las relaciones diplomáticas con Francia.

Cassez fue liberada tras pasar más de seis años en la cárcel, pero Vallarta sigue detenido desde hace casi 20 años, sin juicio.

Acusan a exsecretario de haber recibido sobornos

Antes de arrancar el juicio contra Genaro García Luna, había trascendido a la prensa el nombre de algunos de los posibles testigos que tomarían parte del proceso: Óscar Arriola Márquez, Jesús “El Rey” Zambada, Édgar Veytia y Sergio Villareal Barragán. Y ayer, al menos uno de estos nombres se confirmó.

Y es que el narcotraficante mexicano Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, que cumple una pena de prisión en Estados Unidos, testificó en el juicio por narcotráfico contra el exsecretario de Seguridad Pública de México Genaro García Luna, en el que aseguró que vio “en varias ocasiones (a García Luna) para pagarle sobornos de parte del cártel de Sinaloa”.

“El Grande”, el primer testigo de la Fiscalía, declaró ante los miembros del tribunal que “con la ayuda del Gobierno (de nuestro país) el cártel creció en términos de territorio” e insistió en que también gracias a la ayuda de García Luna el grupo que era dirigido por el capo Joaquín “El Chapo” Guzmán pudo aumentar la importación de cocaína a México y deshacerse de grupos rivales.

Contubernio absoluto

Villarreal Barragán, que se declaró culpable de narcotráfico en Estados Unidos y cumple una condena rebajada, aseguró que desde su grupo criminal se fomentaba la corrupción de los funcionarios del Ejército y del Gobierno, tanto municipal como estatal y federal de dos formas.

“Hay dos tipos de corrupción, el que se voltea para un lado y deja pasar, y otra, la de los funcionarios forman parte de las actividades de la organización”, dijo “El Grande”, antes de aclarar, a instancias de la fiscal, que García Luna era del segundo tipo.

En concreto, apuntó que el antiguo máximo responsable de Seguridad Pública daba información sobre operativos de seguridad e investigaciones en contra de miembros del grupo, facilitaba el nombramiento y el cese de agentes en cualquier parte de México y compartía información para golpear a los grupos enemigos.

Cuestionado sobre si la colaboración de García Luna había servido a los fines de su agrupación criminal, el testigo declaró: “Era de gran ayuda porque pudimos crecer y minimizar a nuestros rivales”.

“El Grande” precisó que el encargado de los pagos a García Luna era Arturo Beltrán Leyva, amigo suyo y uno de los líderes del clan de los Leyva (parte del cártel de Sinaloa), y agregó que él “estuvo en algunas ocasiones” presente en dichas transacciones, que, según su declaración, aumentaban a medida que el cártel crecía.

El narcotraficante detalló que cuando comenzó a trabajar para el clan de los Leyva en 2001, García Luna ya estaba en la nómina del cártel y se le siguió pagando hasta la muerte de Arturo Beltrán Leyva (2009). 

EFE

Linda Cristina Pereyra, esposa de García Luna. EFE/J. Lane

Lo que se vio en el arranque del juicio

  • Genaro García Luna se presentó en su primer día de juicio por narcotráfico jovial y enérgico.
  • García Luna, que llegó a la sala con un traje negro y una corbata de rayas rojas y azules, saludó con efusión a su equipo de abogados, encabezados por César de Castro y, en varias ocasiones, se dirigió a su esposa y a su hija, para saludarlas lanzándoles besos y poniéndose la mano en el corazón.
  • El fiscal Philip Pilmar apuntó en su exposición inicial que el juicio a García Luna en EU es porque allá nadie está por encima de la ley.
  • Durante las alegaciones, García Luna miró con semblante serio a los miembros del tribunal, casi impertérrito. Un gesto que cambió con la entrada de Sergio Villareal Barragán “El Grande”, a quien el exsecretario casi no miró y en su lugar se puso sus lentes y se dedicó a consultar documentos y tomar notas.
  • Al concluir la sesión, que no el interrogatorio que seguirá mañana miércoles, García Luna volvió a lanzar un beso a su esposa y en sus labios se leyó un “te quiero”, que pronunció antes de girarse y golpearse con la puerta que los alguaciles le habían abierto para que abandonara la sala.
Sergio Villarreal, alias “El Grande”, fue lugarteniente de los Beltrán Leyva. EFE/Archivo

TELÓN DE FONDO

La voz acusadora y sus nexos con el narco 

El poder del grupo delictivo de los Beltrán Leyva no podría entenderse sin el impulso y poder que imprimió Arturo Beltrán Leyva. 

Nacido en Badiraguato, Sinaloa, Arturo Beltrán Leyva comenzó su carrera criminal como escolta del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”. A la muerte de éste, junto con sus hermanos Carlos, Alfredo y Héctor comenzó a trabajar para Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Fue en ese momento en el que el cártel se extendió rápidamente. 

De acuerdo con el testimonio de Sergio Villarreal, alias “El Grande”, y lugarteniente de los Beltrán Leyva, fue en aquella época en que comenzaron los contactos con el jefe de Seguridad Pública, Genaro García Luna, a quien habría entregado millones de dólares a cambio de apoyo y protección. 

Sin embargo, con la guerra contra el narcotráfico que lanzó el gobierno de Felipe Calderón vino la ruptura entre los Beltrán Leyva y “El Chapo”. 

Arturo culpó a éste último por la detención, el 11 de diciembre de 2006, de Alfredo Beltrán. Pensaba que Joaquín Guzmán entregó a Alfredo al gobierno de Calderón a cambio de protección y de que los dejara seguir con su negocio.

La venganza vino en 2008, con el asesinato de Edgar Guzmán, hijo de “El Chapo”, atribuido a Arturo Beltrán, llamado ya “el jefe de jefes”.

Arturo Beltrán decidió además aliarse con el cártel de los Zetas, para desmantelar al cártel de Sinaloa.

El “jefe de jefes” murió en un operativo de la Armada de México, el 16 de diciembre de 2009. 

De acuerdo con el testimonio de “El Grande”, hasta el momento de su muerte Arturo Beltrán siguió pagando a García Luna, con quien se comunicaban vía radio e incluso apodaban “el tartamudo”, por su nerviosismo al hablar.

EL DATO

La justicia mexicana también lo espera

El actual gobierno de México también ha pedido su extradición a Estados Unidos, y acusa a García Luna de desviar más de 200 millones de dólares del erario hacia empresas familiares.

REACCIONES

La clase política se pronuncia sobre el juicio

El cártel de Sinaloa exhibirá a Genaro García Luna. Cierto. La 4T sabe que el cártel está molesto por la captura de Ovidio y que puede exhibir cómo operó y financió a la 4T.

Emilio Álvarez Icaza, senador.

El fiscal estadounidense Philip Pilmar declaró hoy en el juicio que García Luna “traicionó a su país”. Esto también aplica para Calderón, Fox y una larga camarilla.

Mauricio Cantú, diputado federal.

Serán los dos sexenios de Vicente Fox y de Felipe Calderón, la gloriosa “alternancia” panista, los que estarán simbólicamente en el banquillo de los acusados.

Jenaro Villamil, presidente del SPR.

A los panistas sólo se les ve en las calles cuando salen a hacer sus montajes, si no, ni se aparecen. Hoy recibieron una dosis de realidad; el pueblo no los quiere.

Mario Delgado, presidente de Morena.

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