Entretenimiento

Un respiro en medio de la guerra sucia

Fritz Glockner decide volcarse en la memoria de su generación

GUADALAJARA, JALISCO.- Con Se nos hizo tarde (Ediciones B), Fritz Glockner decide tomarse un descanso entra tanta guerra sucia, guerrilla, muerte y desaparecidos, para volcarse en la memoria de su generación, sin la intención de gritar que aquellos tiempos fueron mejores, pero sí con un dejo de nostalgia.

"¡Qué bueno que este año vengo a la FIL sin esa carga de tragedias, de historias negras, de poco optimismo incluso! No porque no sea optimista, siempre lo he sido, pero mi literatura y mis investigaciones me habían llevado a lo más oscuro de la historia que tiene este país", explica en entrevista el autor.

Y es que se antojaba verle en la vigésima segunda edición de la Feria Internacional del Libro con Los años heridos, segunda parte de Memoria roja. Pero no. Para sorpresa del mundo, de sus lectores e incluso de sus propios editores, a Glockner le llegó la gana de echarse un receso y aprovechar para liberarse al menos por un momento de la etiqueta de "especialista en", para vacacionar en el recuerdo y en una percepción del país mucho más relajada y "buena onda".

"Mi generación es una generación fantasmal, que ha vivido de prestado de la educación sentimental de otras generaciones. El 2 de octubre teníamos seis o siete años, entonces nos pasó un poco de largo el dramatismo del asesinato masivo del pueblo mexicano a fines de los 60. Yo recuerdo, a los 15 días del 2 de octubre haber ido a Tlatelolco, vivía mi tía Minerva ahí, y me acuerdo haber visto con cara de emoción los disparos en la pared; yo estaba en la época de jugar a los policías y ladrones, mi idea del 68 era de ficción", recuerda Glockner.

De manera que si bien hay algunos acontecimientos de esta naturaleza que se narran en la novela, así como personajes trascendentes que marcaron un hito en la historia, la visión del autor es más relajada y sólo detalla los simbolismos a partir de tales hechos.

"Entonces, Se nos hizo tarde es esta intención de recuperar nostalgias de los 60 y 70. Este es un viaje a la nostalgia no para insistir como viejito de 'mis tiempos pasados fueron mejores'; no se trata de esa idea absurda, sino de comunicación, de entrar en contacto, en comunión. ¿A qué jugábamos? ¿Qué había en la televisión? ¿Qué había en el cine? ¿Cómo la palabra rebelde en nuestra época era una palabra con mucho contenido político, social, ideológico, cultural y hoy se reduce a una canción estúpida de un grupo de Televisa?", expresa.

"El historiador, el novelista, el antropólogo muy pocas veces atina a investigar la educación sentimental de los sujetos históricos. Es parte de mi obsesión como novelista, como historiador, como periodista", añade.

Pero quién mejor que los lectores, con sus propias líneas narrativas y cognitivas, para presentar una obra que está nuevita en el mercado literario y con la que habrá la oportunidad de tomar un respiro en tanto Fritz Glockner empieza a darle salida a Los años heridos.
La cita es este miércoles, a las 20:00 horas, en el Salón Mariano Azuela en la planta alta de Expo Guadalajara.
 
INFORMADOR REDACCIÓN  / AIMEÉ MUÑIZ
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