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Terremotos acaban con el surf

Machina y Bawa, los dos tradicionales puntos elegidos por los profesionales de la tabla en esta isla para practicar sus habilidades han desaparecido, literalmente

Una cadena de fuertes terremotos en la isla de Sumatra, al Oeste de Indonesia, ha borrado de la faz del mar las populares olas de la isla de Nias, para desconcierto de los miles de amantes del surf que acudían a este destino turístico.
Machina y Bawa, los dos tradicionales puntos elegidos por los profesionales de la tabla en esta isla para practicar sus habilidades "han desaparecido", literalmente, tras los sismos, según un informe reciente de la oficina en Yakarta de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El área de mar junto a la costa que antes barrían unas de las mejores olas del mundo, según los expertos, es ahora una zona permanentemente en calma.
Los terremotos, un fenómeno más que habitual en el archipiélago indonesio, ha acabado de un plumazo con el surf, "la principal actividad de los turistas de la isla de Nias" según este documento, que había llevado hasta sus playas a miles de visitantes en el último medio siglo y había espoleado la economía local.
Los australianos fueron los primeros en descubrir la isla y sus olas, en la década de los años 60 del siglo pasado, aunque los habitantes de la isla llevaban siglos cabalgando sobre sus crestas mojadas, una tradición que les había labrado el reconocimiento de mejores surferos de Indonesia.
Estos primeros extranjeros, explica Alfonso Carrasco, de la agencia de viajes especializada en Indonesia Catur, eran surferos que se habían cansado de la progresiva masificación de las famosas playas de Kuta (isla de Bali, Sur del país) y peinaban las costas del archipiélago en busca de nuevas olas.
"Los surferos que se escapaban aquí las llamaban islas Sian (Nias al revés) para despistar al resto" y evitar las riadas de turistas, recuerda Alfonso Carrasco.
Pero, con el paso del tiempo, la región llegó a ser un sitio emblemático para los deportistas de la tabla: proliferaron las escuelas de surf a pie de playa y, desde 1993, comenzaron a celebrarse en la costa competiciones de carácter internacional.
En los últimos años, indica Alfonso Carrasco, el turismo de surf había aumentado "considerablemente" en toda la región y empezaban a proliferar barcos que se dedicaban en exclusiva a transportar surferos entre las principales ciudades de la próxima isla de Sumatra y los lugares costeros.
Ahora, en las costas de Nias donde tradicionalmente los surferos esperaban atentos la ola perfecta, por efecto de los terremotos, emergen varios arrecifes de coral, en algunos puntos hasta dos metros y medio por encima del nivel del mar.
Esto es lo que ha trastocado el principal atractivo de Nias, ya que el tamaño, la velocidad, la forma y el movimiento de las olas depende en gran medida del fondo marino cuando se acercan a la costa.
La agencia espacial estadounidense NASA ha constatado este abrupto cambio geográfico en una serie de fotografías aéreas cronológicas del sur de Nias, en las que se puede comprobar que donde en el año 2000 comenzaban a romper las olas, se alza ahora una barrera de coral.
El informe de la UNESCO explica que "se han encontrado evidencias" de que la placa terrestre sobre la que se asienta la isla se ha inclinado de manera notable debido a una serie de terremotos, de tal forma que la costa sur de la isla se ha levantado y el área más septentrional se ha hundido.
La sucesión de seísmos que ha alterado la orografía más occidental de Indonesia comenzó con el fortísimo maremoto de diciembre de 2004, de 9 grados en la escala de Richter, el mismo que provocó el trágico tsunami que acabó con la vida de cientos de miles de personas en todo el océano Índico.
Tras éste, se han sucedido varias decenas de terremotos más en la zona, algunos de hasta 8.7 grados de intensidad, como el sacudió el Norte de Sumatra en marzo de 2005.
El rosario de temblores se prolonga varios años en el tiempo, ya que los últimos terremotos registrados en la zona datan de los pasados meses de febrero y marzo, con un rango de magnitudes de entre 5 y 7 grados.

EL INFORMADOR 04-05-08 IJALH
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