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Se restaurarán los murales de David Alfaro Siqueiros en Sudamérica
El artista plástico, quien en su celebre Manifiesto (1921) abogó por una renovación de la pintura mural
INBA), María Teresa Franco destacó en su II Informe de Labores 2008, el pasado día 16, los acuerdos con Argentina y Chile para la restauración de los murales de
David Alfaro Siqueiros, quien nació el 29 de diciembre de 1896, que se encuentran en esos países.
Fue en el ámbito internacional donde se establecieron varios acuerdos bilaterales. El primero con la República de Chile para restaurar los murales "Muerte al invasor", de David Alfaro Siqueiros; y "De México a Chile", de Xavier Guerrero.
El segundo acuerdo se realizó con la República de Argentina para la restauración del mural "Ejercicio plástico", del propio Siqueiros, declarado como Patrimonio Nacional argentino.
David Alfaro Siqueiros es considerado uno de los más célebres muralistas de México, también figuró como un incansable luchador social y activista comprometido con sus ideales políticos, los cuales plasmó en obras como "El llamado de la libertad" y "La marcha de la humanidad".
El artista plástico, quien en su celebre "Manifiesto" (1921) abogó por una renovación de la pintura mural, para que ésta fuera considerada un arte monumental, vivo y humano, nació en el poblado de Santa Rosalía, hoy ciudad Camargo, Chihuahua.
Conocido como "El Coronelazo", Siqueiros inició su actividad política en 1911, cuando participó en la huelga de estudiantes de la Academia de San Carlos, ahora Escuela Nacional de Artes Plásticas, porque las autoridades pretendían cambiar los antiguos métodos de enseñanza.
Sus ideales lo llevaron a interrumpir su preparación profesional para participar de manera efímera en la Revolución Mexicana, de tal forma que en 1913 obtuvo el grado de Capitán Segundo en el Estado Mayor.
En 1918 organizó el Congreso de Artistas Soldados, en Guadalajara, Jalisco, y tres años después viajó a España, donde publicó la revista "Vida Americana", en la que incluyó el texto "Tres llamamientos de orientación a los pintores y escultores de la nueva generación".
Su ideales políticos guiaron su producción artística y en 1922, a su regreso de España, pintó sus primeros murales "Los elementos" y "Los mitos", en el patio menor de la escuela Nacional Preparatoria, obras consideradas por sus críticos como parte del renacimiento de la pintura al fresco.
Posteriormente concluyó dos obras en el vetusto edificio construido en el siglo XVIII (1712-1718), integrado al conjunto del Real Colegio de San Ildefonso, bajo el nombre de "El entierro del obrero sacrificado" (1923-1924) y "El llamado de la libertad" (1924).
Para entonces Siqueiros alternaba su carrera artística con la política. En 1924 se trasladó a Guadalajara donde ejecutó varios murales y diseñó los labrados de las puertas del Templo de Santo Tomás.
También colaboró en la creación de organizaciones obreras, encabezó las federaciones Minera y Obrera de Jalisco, y participó en la directiva de la Confederación Sindical Universitaria de México.
Sus ideas políticas llevaron a David a la cárcel en 1931 y al año siguiente fue expulsado del país, por lo que radicó en Los Angeles, California, en Estados Unidos.
En aquel país realizó los murales "Mitin obrero", en la Chouinard School of Art; "América tropical", en la plaza Art Center, y "Retrato actual de México", en una casa particular.
La suerte no lo favoreció, ya que también fue expulsado de la Unión Americana, por lo que se vio obligado a viajar a Argentina donde decoró un bar, echando mano, por vez primera, de material sintético.
De regreso a México, en 1934, Siqueiros encabezó la Liga Nacional contra el Fascismo y la Guerra. Dos años después participó en la Guerra Civil Española (1936-1939), donde tuvo el cargo de teniente coronel.
Nuevamente en México, Siqueiros pintó el mural "Retrato de la burguesía", en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y participó en el primer atentado contra León Trotsky, lo que ocasionó su exilió por segunda ocasión.
Entre sus obras de mayor dimensión destacan "Marcha de la Humanidad" (1921), instalada en el Hotel de México en una superficie de cuatro mil 600 metros cuadrados, con paneles articulados, así como "Del Porfirismo a la Revolución", que ocupa cuatro mil 500 metros cuadrados en el Museo de Historia Nacional de la Ciudad de México.
Según los especialistas, las pinturas de David Alfaro Siqueiros representan una síntesis muy particular de los estilos futurista, expresionista y abstracto, esto enmarcado con colores fuertes e intensos.
En su producción artística también destacan "Accidente en la mina" (1931), "El coronelazo" (1945), "La nueva democracia" (1945), "El diablo en la Iglesia" (1947), "Monumento a Cuauhtémoc", "El tormento" (1951) y "Retrato de Angélica" y "Autorretrato".
En el palacio de Bellas Artes pinto tres grandes paneles: "Nueva democracia", "Victoria del fascismo" y "Víctimas de la guerra". En 1966 fue galardonado con el Premio Nacional de Artes de México y el Premio Lenin de la Paz.
Siqueiros también escribió los libros "Significación de la pintura mexicana", "Como se pinta un mural", "El diablo en la iglesia" y "No hay más ruta que la nuestra".
Junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco, Siqueiros dejó una gran huella en el muralismo mexicano, pero a diferencia de sus contemporáneos nunca cejó su intento por ampliar las potencialidades de la experimentación plástica ni declinó en su ideales por la justicia y el bienestar del pueblo.
Según sus alumnos y admiradores, con Siqueiros "el arte adquirió una nueva visión política que llevó a transformar esa búsqueda generacional de autenticidad, en el reclamo de la unidad plástica integral de la urbanística moderna".
En 1960 el empresario Manuel Suárez y Suárez retó a Siqueiros a diseñar un lugar diferente, que tuviera una multifuncionalidad cultural, y a la vez permitiera al artista mostrar su arte, es así como surge el Polyforum Cultural Siqueiros, obra totalmente pintada por el artista
Una estructura formada por doce paneles monumentales exteriores que forman un dodecaedro, que contiene un edificio de tres pisos dentro del cual se cuenta con un teatro, galerías, salas para eventos sociales y lo más importante, en el tercer piso se encuentra el mural "La marcha de la humanidad" (dos mil 400 metros cuadrados), que es el mural más grande del mundo.
Otro de los legados al pueblo de México fue, sin duda, la Sala de Arte Público Siqueiros, que se localiza en la colonia Polanco, en esta capital, y que alberga su colección de pinturas de caballete así como un amplio archivo documental.
David Alfaro Siqueiros murió el 6 de enero de 1974, en Cuernavaca, Morelos, y sus restos fueron depositados en la Rotonda de las Personas Ilustres. El 18 de julio de 1980, por decreto presidencial, su obra adquirió el rango de Patrimonio Artístico Nacional.
CIUDAD DE MÉXICO.- La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (
Fue en el ámbito internacional donde se establecieron varios acuerdos bilaterales. El primero con la República de Chile para restaurar los murales "Muerte al invasor", de David Alfaro Siqueiros; y "De México a Chile", de Xavier Guerrero.
El segundo acuerdo se realizó con la República de Argentina para la restauración del mural "Ejercicio plástico", del propio Siqueiros, declarado como Patrimonio Nacional argentino.
David Alfaro Siqueiros es considerado uno de los más célebres muralistas de México, también figuró como un incansable luchador social y activista comprometido con sus ideales políticos, los cuales plasmó en obras como "El llamado de la libertad" y "La marcha de la humanidad".
El artista plástico, quien en su celebre "Manifiesto" (1921) abogó por una renovación de la pintura mural, para que ésta fuera considerada un arte monumental, vivo y humano, nació en el poblado de Santa Rosalía, hoy ciudad Camargo, Chihuahua.
Conocido como "El Coronelazo", Siqueiros inició su actividad política en 1911, cuando participó en la huelga de estudiantes de la Academia de San Carlos, ahora Escuela Nacional de Artes Plásticas, porque las autoridades pretendían cambiar los antiguos métodos de enseñanza.
Sus ideales lo llevaron a interrumpir su preparación profesional para participar de manera efímera en la Revolución Mexicana, de tal forma que en 1913 obtuvo el grado de Capitán Segundo en el Estado Mayor.
En 1918 organizó el Congreso de Artistas Soldados, en Guadalajara, Jalisco, y tres años después viajó a España, donde publicó la revista "Vida Americana", en la que incluyó el texto "Tres llamamientos de orientación a los pintores y escultores de la nueva generación".
Su ideales políticos guiaron su producción artística y en 1922, a su regreso de España, pintó sus primeros murales "Los elementos" y "Los mitos", en el patio menor de la escuela Nacional Preparatoria, obras consideradas por sus críticos como parte del renacimiento de la pintura al fresco.
Posteriormente concluyó dos obras en el vetusto edificio construido en el siglo XVIII (1712-1718), integrado al conjunto del Real Colegio de San Ildefonso, bajo el nombre de "El entierro del obrero sacrificado" (1923-1924) y "El llamado de la libertad" (1924).
Para entonces Siqueiros alternaba su carrera artística con la política. En 1924 se trasladó a Guadalajara donde ejecutó varios murales y diseñó los labrados de las puertas del Templo de Santo Tomás.
También colaboró en la creación de organizaciones obreras, encabezó las federaciones Minera y Obrera de Jalisco, y participó en la directiva de la Confederación Sindical Universitaria de México.
Sus ideas políticas llevaron a David a la cárcel en 1931 y al año siguiente fue expulsado del país, por lo que radicó en Los Angeles, California, en Estados Unidos.
En aquel país realizó los murales "Mitin obrero", en la Chouinard School of Art; "América tropical", en la plaza Art Center, y "Retrato actual de México", en una casa particular.
La suerte no lo favoreció, ya que también fue expulsado de la Unión Americana, por lo que se vio obligado a viajar a Argentina donde decoró un bar, echando mano, por vez primera, de material sintético.
De regreso a México, en 1934, Siqueiros encabezó la Liga Nacional contra el Fascismo y la Guerra. Dos años después participó en la Guerra Civil Española (1936-1939), donde tuvo el cargo de teniente coronel.
Nuevamente en México, Siqueiros pintó el mural "Retrato de la burguesía", en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y participó en el primer atentado contra León Trotsky, lo que ocasionó su exilió por segunda ocasión.
Entre sus obras de mayor dimensión destacan "Marcha de la Humanidad" (1921), instalada en el Hotel de México en una superficie de cuatro mil 600 metros cuadrados, con paneles articulados, así como "Del Porfirismo a la Revolución", que ocupa cuatro mil 500 metros cuadrados en el Museo de Historia Nacional de la Ciudad de México.
Según los especialistas, las pinturas de David Alfaro Siqueiros representan una síntesis muy particular de los estilos futurista, expresionista y abstracto, esto enmarcado con colores fuertes e intensos.
En su producción artística también destacan "Accidente en la mina" (1931), "El coronelazo" (1945), "La nueva democracia" (1945), "El diablo en la Iglesia" (1947), "Monumento a Cuauhtémoc", "El tormento" (1951) y "Retrato de Angélica" y "Autorretrato".
En el palacio de Bellas Artes pinto tres grandes paneles: "Nueva democracia", "Victoria del fascismo" y "Víctimas de la guerra". En 1966 fue galardonado con el Premio Nacional de Artes de México y el Premio Lenin de la Paz.
Siqueiros también escribió los libros "Significación de la pintura mexicana", "Como se pinta un mural", "El diablo en la iglesia" y "No hay más ruta que la nuestra".
Junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco, Siqueiros dejó una gran huella en el muralismo mexicano, pero a diferencia de sus contemporáneos nunca cejó su intento por ampliar las potencialidades de la experimentación plástica ni declinó en su ideales por la justicia y el bienestar del pueblo.
Según sus alumnos y admiradores, con Siqueiros "el arte adquirió una nueva visión política que llevó a transformar esa búsqueda generacional de autenticidad, en el reclamo de la unidad plástica integral de la urbanística moderna".
En 1960 el empresario Manuel Suárez y Suárez retó a Siqueiros a diseñar un lugar diferente, que tuviera una multifuncionalidad cultural, y a la vez permitiera al artista mostrar su arte, es así como surge el Polyforum Cultural Siqueiros, obra totalmente pintada por el artista
Una estructura formada por doce paneles monumentales exteriores que forman un dodecaedro, que contiene un edificio de tres pisos dentro del cual se cuenta con un teatro, galerías, salas para eventos sociales y lo más importante, en el tercer piso se encuentra el mural "La marcha de la humanidad" (dos mil 400 metros cuadrados), que es el mural más grande del mundo.
Otro de los legados al pueblo de México fue, sin duda, la Sala de Arte Público Siqueiros, que se localiza en la colonia Polanco, en esta capital, y que alberga su colección de pinturas de caballete así como un amplio archivo documental.
David Alfaro Siqueiros murió el 6 de enero de 1974, en Cuernavaca, Morelos, y sus restos fueron depositados en la Rotonda de las Personas Ilustres. El 18 de julio de 1980, por decreto presidencial, su obra adquirió el rango de Patrimonio Artístico Nacional.
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