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Pino Cacucci indaga en la memoria

La obra, fue presentada ayer en el marco de la Feria Internacional del Libro, pero todavía quedan cuatro días para acercarse a ella

GUADALAJARA, JALISCO.- La de Pino Cacucci es una prosa que se viste de poesía; arrebata los sentidos llevando al lector a parajes que casi pueden tocarse, olerse, acariciar en un grito sofocado que se cuela en el corazón hasta llegar al alma.

Así se percibe el encuentro con las primeras líneas de Nahui, más que una novela histórica, una historia novelada basada en un personaje que durante años se perdió en la memoria de México sin explicación, tal vez porque fue una figura emblemática, amada y odiada al mismo tiempo, en una época en que la revolución no solo era de social, sino sensorial, ideológica y de género.

Y de todo ello, hay un legajo en la obra del autor italiano que encontró en este país su casa y en la Feria Internacional del Libro (FIL), un espacio para hacerla llegar a sus lectores.

"Decidí usar una estructura de novela porque me interesaba más, sí, por una lado contar su vida basándome en los hechos reales, hice años y años de búsqueda, de investigaciones, pero el hecho que sea novela quiere decir que intenté transmitir las emociones aparte del cuento biográfico", advierte el escritor.

Y así es. La anciana que "camina a paso lento a lo largo de la avenida Madero, con la mirada perdida en el cielo y el porte altivo", según se lee en las primeras líneas de la novela editada por Planeta, de inmediato deja a un lado su calidad de personaje ajeno y se integra al lector como si ambos fueran uno mismo, y todo sin siquiera hacer uso de una voz en primera persona, aunque sí hay una parte en la que Cacucci asume el papel de la musa.

"Quería esa libertad de poder meterme en su vida hasta intentar describir su pensamiento, su sufrimiento, sus emociones. Claro que todo lo que pasa ahí, todo lo que cuento son hechos reales, personajes reales; pero me dejé la libertad de imaginarme los diálogos basados más o menos en los hechos".

Por eso, Nahui no es solamente una novela en torno a Carmen Mondragón, la que fuera poeta, pintora, fuente de inspiración y modelo de grandes artistas de finales de los años 20 y principio de los 30; es una ventana hacia un personaje real, con luz y oscuridad, que se rebeló ante el mundo dejando una huella tenue, pero profunda, en la historia creativa de México.

De esta forma, Pino Cacucci se echa un clavado en el pasado y rescata un fragmento de memoria.

"Hace 25 años no había mucho qué buscar sobre Nahui Ollin (como la llamó Gerardo Murillo, Dr. Átl, con quien vivió una tormentosa historia de amor), a pesar de que hacía poco que había muerte, porque murió en los años 70, estaba muy olvidada; entonces buscar libros sobre ella no era fácil.

Hacia los años 90 hicieron una exposición, la primera y única, de su pintura y aquí me di la oportunidad de saber más; el mismo catálogo de la exposición traía muchas notas biográficas, muchas cosas de ella".

Al final, todo ello posibilitó al autor crear un puente hacia Nahui y una oportunidad para sentirla y vivirla a través de la lectura.

La obra, fue presentada ayer en el marco de la Feria Internacional del Libro, pero todavía quedan cuatro días para acercarse a ella, y con suerte quizá también a Pino Cacucci, en el stand del Grupo Planeta en Expo Guadalajara.

EL INFORMADOR/ AIMEÉ MUÑIZ
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