Entretenimiento
Obra del artista Rodolfo Navarro decorará la Gran Muralla China
Los inicios de este tipo de expresión, que Navarro denomina interacción plástica, tuvieron lugar hace casi 20 años en París
Rodolfo Navarro decorará el paso de Ju Yong Guan, el último bastión de la Gran Muralla antes de llegar a Beijing, junto a doce esculturas hasta principios del próximo mes de noviembre.
El negro de las esculturas de resina, a tono con los ladrillos de la fortificación más grande jamás creada por el hombre, contrasta con el colorido panel de dimensiones descomunales y formas geométricas, que causa la sorpresa de las decenas de visitantes chinos que se acercaron hoy a visitar la zona.
"En vez de que la gente entrara a una galería a ver un cuadro sobre una pared blanca, quería convertir una parte de la ciudad, del paisaje, en el marco", resume Navarro, explicando su particular concepción del arte.
"Cuando expuse el proyecto, mi amigo Zhang Ling (el organizador del evento) me dijo, con una frase muy china, 'Aquí no es imposible'... y un año después obtuvo el primer permiso y dos más tarde está expuesto", relató hoy a Efe Navarro.
Los inicios de este tipo de expresión, que Navarro denomina "interacción plástica", tuvieron lugar hace casi 20 años en París, donde el artista valenciano colocó un cuadro de 50 metros cuadrados junto a la emblemática Torre Eiffel y al centro Georges Pompidou.
Con esta "interacción", Navarro fue desarrollando su idea de fusionar la obra y el entorno, de manera que el propio entorno fuera el marco de la obra.
Con el paso de los años los proyectos fueron adquiriendo cada vez dimensiones más respetables, hasta los actuales mil metros cuadrados, expuestos en el monumento Patrimonio de la Humanidad más grande del planeta.
El artista, acompañado de su mujer y sus cuatro hijas, explicó a Efe que "hay muchos sitios donde exponer" estas creaciones exclusivas, y que entre sus preferencias para futuros proyectos figuran su ciudad natal, Valencia (este de España), o la plaza frente al Centro del Arte Reina Sofía en Madrid.
BEIJING, CHINA.- "Interior... Externo", la obra de mil metros cuadrados del artista español
El negro de las esculturas de resina, a tono con los ladrillos de la fortificación más grande jamás creada por el hombre, contrasta con el colorido panel de dimensiones descomunales y formas geométricas, que causa la sorpresa de las decenas de visitantes chinos que se acercaron hoy a visitar la zona.
"En vez de que la gente entrara a una galería a ver un cuadro sobre una pared blanca, quería convertir una parte de la ciudad, del paisaje, en el marco", resume Navarro, explicando su particular concepción del arte.
"Cuando expuse el proyecto, mi amigo Zhang Ling (el organizador del evento) me dijo, con una frase muy china, 'Aquí no es imposible'... y un año después obtuvo el primer permiso y dos más tarde está expuesto", relató hoy a Efe Navarro.
Los inicios de este tipo de expresión, que Navarro denomina "interacción plástica", tuvieron lugar hace casi 20 años en París, donde el artista valenciano colocó un cuadro de 50 metros cuadrados junto a la emblemática Torre Eiffel y al centro Georges Pompidou.
Con esta "interacción", Navarro fue desarrollando su idea de fusionar la obra y el entorno, de manera que el propio entorno fuera el marco de la obra.
Con el paso de los años los proyectos fueron adquiriendo cada vez dimensiones más respetables, hasta los actuales mil metros cuadrados, expuestos en el monumento Patrimonio de la Humanidad más grande del planeta.
El artista, acompañado de su mujer y sus cuatro hijas, explicó a Efe que "hay muchos sitios donde exponer" estas creaciones exclusivas, y que entre sus preferencias para futuros proyectos figuran su ciudad natal, Valencia (este de España), o la plaza frente al Centro del Arte Reina Sofía en Madrid.
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