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No cantan mal las rancheras

Natalia Lafourcade, Lila Downs, Maria José y Ely Guerra se encargaron de deleitar al público tapatío y de llevarlo a un viaje musical en donde el mariachi estuvo presente

ZAPOPAN, JALISCO (01/SEP/2012).- La primera en salir al escenario  nunca había cantado ranchero. Es más: dijo que hubiera preferido hacerlo en una cantina y empujándose unos tragos de tequila en vez de enfrentarse a los cinco mil 800 corazones en vilo reunidos en el Auditorio Telmex. Ely Guerra, con un vestido perlado que besaba el suelo, el cabello suelto, jalando aire para sacarlo convertido en el terciopelo de su voz y estirarla hasta botarla de la garganta, abrió el concierto "Mujeres Divinas", que se realizó como parte del Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería. El reto no fue menor: en su primer "palomazo" despachó canciones como "El Rey", "Amorcito Corazón", "Júrame", "Ay, Jalisco, no te rajes" y "Fallaste corazón".

Bien untada al escenario y escoltada por el Mariachi Nuevo Tecalitlán, la rockera dijo que la noche tenía un toque especial, ya que era "un día de luto" por una decisión que ayer se tomó en el país. Cuando ya se retiraba, el público, sediento, la regresó a cantar "Guadalajara"

El público entró en una vorágine de confusión cuando vio que los mariachis callaron y Natalia Lafourcade, meneando la coqueta falda blanca frente a los teclados salió a cantar "Cursis Melodías". Al terminar la canción la concurrencia se guardó los aplausos, unos fruncieron el ceño, otros más fueron al baño. Hubo quien le gritó: "¿Y el mariachi?" Ella no escuchó y continuó con "Amarte duele" y "Casa".

Frente al micrófono, Natalia festejaba estar en Guadalajara y anunciaba a Lila Downs que, metida en un chillante vestido rosa, pronto se incorporaba al escenario a cantar "La Fugitiva" mientras uno que otro asistente insistía con gritos aislados que quería el mariachi de vuelta.

La mexicana se reivindicó con todos los presentes cuando invitó de nuevo al mariachi y frente a un violín chillón cantó con cargado sentimentalismo "Muñequita linda" y "Amanecí en tus brazos" y "Paloma querida"

La responsable de la tercera parte de la noche fue Lila Downs. Bailarina y enérgica, la cantante inició su presentación con mariachi y luego, acompañada de su banda, cantó "Zapata se queda".

Con la fuerza de su voz como su mejor arma, Downs cantó a todo pulmón "Cucurrucucú paloma". Bailó "La Iguana" -son jarocho-; reptó sobre el suelo seguida por las palmas disciplinadas del auditorio. Lila fue fiel a su estilo y complació igual con la "Cumbia del mole" que con "Paloma negra", pieza con la que el público le regresó el gesto poniéndose de pie.

Fue un concierto tan lleno de contrastes que cuando le tocó su turno a María José y con bailarines y un torbellino de luces cantó "Tú ya sabes a mí",  "Un nuevo amor", "La ocasión para amarnos" y "Adelante corazón" el público joven bailó y el más maduro volvió al estado de incertidumbre que le dejó la primera ausencia del mariachi.

"Vírgen de mariachi", la cantante de pop se puso el sombrero y el chaleco negro con arabescos y cantó -apegándose a la fórmula del concierto- con mariachi "El son de la negra" y "Cielo rojo".

Ya al final con problemas de audio que causaron malestar en la concurrencia, las cuatro intérpretes tuvieron que repetir la pieza "Viva México"  que culminó una noche preñada de sorpresas.

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